La aplicación de sanciones, más allá de las que ha impuesto Estados Unidos al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y a varios funcionarios de alto rango de su Gobierno, “empeoraría la situación de los venezolanos, que ya de por sí sufren una inflación devastadora y la falta de acceso a alimentos y medicinas adecuadas”, señaló en un comunicado el experto independiente de la ONU.
Jazairy alertó que esfuerzos internacionales encaminados a perjudicar la economía venezolana conducirán “solamente a violaciones de los derechos de gente normal” en ese país.
“Las sanciones son perturbadoras para cualquier Estado y pueden tener un impacto particularmente devastador en los ciudadanos de países en desarrollo cuando perjudican la economía”, sostuvo.
Para el relator, el “diálogo es el fundamento de la solución pacífica de las disputas”.
Por ello, pidió a los Estados “entablar un diálogo constructivo con el Gobierno venezolano para hallar soluciones a los desafíos muy reales que experimenta el país”.
El experto de la ONU reiteró así la posición del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, quien se ha mostrado convencido de que la crisis venezolana “no puede ser resuelta con la imposición de medidas unilaterales, sino mediante una solución política basada en el diálogo y el compromiso”.
“Insto a todos los países a evitar la aplicación de sanciones salvo que sean aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, tal como requiere la Carta” del organismo multilateral, subrayó Jazairy.