EEUU impuso sanciones al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, por ‘socavar la democracia’ bolivariana. Sin embargo, Washington se abstuvo de sancionar al sector petrolero. Sputnik dialogó con el economista Rafael Quiroz Serrano, quien explicó las razones de Donald Trump para elegir esta estrategia.
Los vínculos comerciales entre Estados Unidos y Venezuela, cuando se trata de hidrocarburos, son estrechos. En la actualidad,el país caribeño exporta 823.000 barriles de crudo hacia EEUU, producto adquirido no por el Estado estadounidense, sino a las refinerías privadas.
De esos, 550.000 son para refinerías venezolanas en tierras estadounidenses, principalmente en Texas y Luisiana. A través de CITGO Petroleum Corporation, una filial de PDVSA, Venezuela tiene cuatro refinerías en el país del norte, según explicó a Sputnik Quiroz Serrano.
«Venezuela tiene una capacidad de refinación de un millón de barriles, los otros 450.000 se los compra a México y Canadá para poder alimentar sus cuatro refinerías», dijo, y agregó que, de concretarse algún tipo de sanciones hacia Venezuela en este rubro, de lo que habría que preocuparse es de las importaciones venezolanas de hidrocarburos, no de sus exportaciones.
«EEUU podría establecer una ley para evitar exportaciones de Venezuela hacia su país, pero es posible que eso no ocurra porque generaría impactos negativos en su propio territorio. De tomarse esa medida le costaría mucho sustituir los 823.000 barriles en el mercado», indicó.
Según el experto, en la actualidad hay una sobreoferta de un millón de barriles en el mercado mundial porque hay una producción de 96 millones de barriles, comprometida mediante contratos estructurales, adquiridos en su mayoría por la India, China, Japón y Corea del Sur.
Quiroz Serrano argumentó que de aplicarse una sanción de este estilo los precios de la gasolina en la costa este de EEUU aumentan de tres a cinco dólares el galón. Además, sería un escenario donde Venezuela podría colocar los barriles a precio preferencial, y «colocarlos en el mercado en 72 horas», opinó.
Lo que sí sería viable es que EEUU tomara medidas respecto a las exportaciones estadounidenses al país bolivariano. «En Venezuela compramos 113.000 barriles diarios de crudo, 50.000 de gasolina y 45.000 de aditivos. Si EEUU logra trancar eso, productos que ellos pueden acomodar de forma fácil en el mercado, Venezuela sí se vería en aprietos, sobre todo en el consumo doméstico de combustible», expresó.
Parte de esa explicación es la clave para entender por qué las sanciones anunciadas se centran en la congelación de los activos de Maduro, lo que otros expertos calificaron como una broma porque el líder venezolano no posee ningún activo allí, y 13 altos funcionarios chavistas en jurisdicción estadounidense, y no en el preciado recurso energético del que Venezuela es un exponente y que Estados Unidos necesita.