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«Claro que semejantes medidas resultan imposibles de implantar sin la aprobación del presidente», dijo Peskov al responder a una pregunta al respecto.
La Cancillería rusa, en particular, pidió el 28 de julio a EEUU limitar a 455 personas la plantilla de sus legaciones diplomáticas y consulares en Rusia para el próximo 1 de septiembre y anunció que suspende el acceso de la parte estadounidense a varios inmuebles en Moscú en respuesta al endurecimiento de sanciones contra Rusia.
El Congreso de EEUU aprobó esta semana una ley sobre nuevas sanciones contra Irán, Rusia y Corea del Norte.
La ley, que debe ser firmada por el presidente, incluye nuevas restricciones a altos cargos rusos por la supuesta interferencia en las elecciones estadounidenses de 2016, acusación que Moscú desmintió en reiteradas ocasiones.
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También endurece las condiciones de financiación en EEUU para las entidades rusas sujetas a las restricciones y deja la puerta abierta a sanciones contra las compañías europeas por colaborar con Moscú en importantes proyectos relacionados con la exportación de hidrocarburos rusos.