Cientos de efectivos de Gendarmería Nacional y de Infantería de la policía bonaerense desalojaron la fábrica PepsiCo, en la localidad bonaerense de Florida, en un violento operativo. Un grupo de trabajadores intentó detener el avance de las fuerzas de seguridad, pero fueron golpeados. Hay al menos cinco de ellos detenidos.

«Tiraron balas de goma, gas pimienta y gases lacrimógenos contra trabajadores que sólo querían mantener su fuente de sustento», dijo Néstor Pitrola, dirigente del Partido Obrero.

La Infantería de la Policía de la provincia de Buenos Aires llevaba adelante el operativo ordenado por la jueza de Garantías N°3 de San Isidro, Andrea Rodríguez Mentasty, para devolver las instalaciones a la firma de capitales estadounidenses.

Anoche, alrededor de 15 móviles de Gendarmería con efectivos de Infantería se agruparon en la intersección de las Avenidas Constituyentes y General Paz y pasadas las 3:00 se dirigieron hacia la fábrica alimenticia en conflicto. Los trabajadores, en tanto, eran respaldados por dirigentes gremiales y políticos, así como integrante de organismos de derechos humanos.

En la planta se habían armado barricadas con neumáticos y contenedores de basura con la intención de resistir el avance de las fuerzas de seguridad. En torno a la fábrica, el tránsito permanecía cortado, en tanto que los efectivos de seguridad aguardaban una orden judicial para comenzar con el desalojo en caso de que no prosperen las negociaciones con los delegados.

Y esta mañana, cerca de las 8, Infantería despejó por medio de la represión con un grupo de choque y gas pimienta las veredas aledañas a la fábrica y luego ingresó a la planta para sacar de allí a los trabajadores.

Unos 50 trabajadores permanecían en los techos de la planta para resistir el desalojo pedido a la jueza de la causa por parte del fiscal Gastón Larramendi. Los operarios decidieron ocupar las instalaciones de la empresa el 26 de junio pasado, seis días después de que la firma cerrara de forma imprevista y comunicara la situación pegando un cartel en el portón principal.

El conflicto comenzó el pasado martes 20 de junio, cuando los trabajadores que debían ingresar a la planta se encontraron con un cartel en la puerta que anunciaba el cierre. PepsiCo, por su parte, argumentó que tomó la decisión «debido a los obstáculos inherentes a la ubicación de la planta en un área mayormente residencial, su compleja estructura de costos y extensos requerimientos logísticos».

Además, la empresa anunció que mudará la producción de snacks a Mar del Plata y del total de trabajadores de la planta, 691 personas, reubicará a 155 e indemnizará al resto.