Tras una serie de incidentes con la disidencia y la oposición, una mayoría de 25 senadores impuso el acuerdo que hasta último momento fue arrojando sorpresas.
La vicepresidencia primera finalmente quedó para Jorge Oviedo Matto, del Unace; y la segunda, para el liberal Blas Llano. Ambos cedieron sus pretensiones de retomar las riendas en la Cámara Alta.
Este pacto incluyó además blanquear la actuación que tuvieron los oficialistas y sus aliados el 28 y 31 de marzo pasado cuando modificaron el reglamento interno y el polémico proyecto de la enmienda.
Ambas actas se aprobaron tras insultos con los senadores de la disidencia que intentaron impedir lo que consideraron un nuevo atropello.
El triunfo sobre todo para el presidente de la República, Horacio Cartes, es que esta alianza le permitió cumplir su sueño de copar los poderes, ya que además de la renovación de autoridades en el Congreso en busca de su gobernabilidad, hubo cambios en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y el Consejo de la Magistratura, apuntando ya hacia un fiscal general a su medida.
Es así que en lugar del disidente Enrique Bacchetta, fue designado en el Consejo el liberal Enzo Cardozo, procesado por supuestas irregularidades durante su gestión como ministro de Agricultura en la era Lugo. Oviedo Matto reemplazará a Adolfo Ferreiro, de Avanza País, en la representación ante el Jurado.
Prácticamente un hecho era la presidencia para Lugo, pero a última hora seguían negociando ambas vicepresidencias.
Cuando se tuvo conocimiento que la cartista Mirta Gusinky dudaba de su voto, los aliados se vieron ajustados con los números, y Julio César Velázquez tomó ventaja reclamando su reelección en la vice segunda.
Los llanistas estaban confiados en que volverían a captar los dos votos oviedistas y así fue. Oviedo Matto recibió de premio consuelo a sus pretensiones de presidir el Senado, la vicepresidencia primera y la representación en el Jurado con varias abstenciones entre los aliados.
Sixto Pereira fue el que propuso la candidatura de Lugo. “Viene de una experiencia de administrar realidades”, refirió alegando su condición de ex obispo y ex presidente de la República. Los discursos del llanismo y del cartismo que lo habían destituido a Lugo del poder vía juicio político hace 5 años fueron bastante conciliadores.
El liberal Fernando Silva Facetti ratificó la confianza en su colega destacando su labor en el Senado y como presidente de la República. El cartista Juan Darío Monges también habló a su favor. “La bancada del Partido Unace le damos voto de confianza a Fernando Armindo Lugo Méndez”, sostuvo Oviedo.
El ex obispo tuvo 24 votos, y sus vicepresidentes 25 con el apoyo de Gusinky.