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En la Universidad Di Tella y dentro de la Escuela de Gobierno que allí se imparte, expusieron sus predicciones económicas Gian María Milesi-Ferretti, representante del FMI y Pedro Andrés Neumayer, subdirector del Banco Central, ante un pequeño auditorio que recibió una lección de cómo se ve el mundo desde la espuma financiera. Crónica de una charla en la que el economista estrella de Cambiemos describió a la dictadura como “una guerra civil”, concedió que hubo crecimiento del PBI en la última década y describió cómo los empresarios van al Banco Central a reclamar “licuar salarios, inflación y devaluación”. Cuál fue la pregunta sin respuesta.
La economía usa un lenguaje que oculta. Esa es la primera conclusión a la que llego después de exponerme durante media hora un Power Point que muestra gráficos, basados en índices, basados en parámetros, basados en la realidad que el FMI está mostrando hoy en la Universidad Di Tella, República Argentina.Es decir: no entiendo nada.Quien tiene el control de las diapositivas es Gian Maria Milesi-Ferretti, representante del Fondo Monetario Internacional. Gian María -como lo llama el presentador de esta charla, Eduardo Levy Yeyati, decano de la Escuela de Gobierno de la Di Tella- es director del Departamento de Investigaciones del FMI y el responsable del World Economic (WEO), una publicación que se presenta como “el instrumento principal de las actividades de supervisión mundial que realiza el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.

El WEO se edita dos veces al año – esta es la primera- y Gian María fue invitado por la Universidad Di Tella para esta única charla dada en llamar “Desafíos de la Argentina”, en la cual no hablará de Argentina.

Gian María es un clásico pronosticador y vocero teórico/ideológico del FMI. Un ejemplo: en 2015 fue el encargado de difundir en la prensa una frase que resonó más como amenaza que como predicción: “El alto crecimiento de Latinoamérica es insostenible”.

Y acá estamos.

El otro disertante es Pablo Andrés Neumeyer, al que todos llaman por su segundo nombre, teórico de la economía sistémica y autor del ensayo con el atractivo título “La devaluación indolora” que inspiró a Cambiemos. Ahora es subgerente general de Investigaciones Económicas del Banco Central y hoy elige sentarse como uno más de los 30 invitados que se acercaron al Aula Magna de la Di Tella- bautizada sin pudor “Banco Galicia”- para poder ver las diapositivas de Gian María.

“¿Quieren que hable en inglés o en spanglish?” pregunta Gian María a los concurrentes. Neumeyer, del Banco Central, bromea: “En cocoliche”.

Al norteamericano no le gusta el chiste, y arranca en spanglish: “Argentina vuelve a tener transparencia en sus números, pero eso hizo que los pronósticos del FMI y los del gobierno difieran”.

Todo índice es político.

Dice Gian María y sus gráficos: “Nuestros pronósticos de crecimiento no han sido buenos estos últimos años, pero esta vez vemos que el crecimiento mundial que se fortalece. La economía mundial se ha fortalecido en la segunda parte de 2016 y la aceleración económica va a materializarse este año”, asegura. Arriesga luego números con comas, su arma favorita: “De 3,1 crecimiento en 2016, a 3,6 este año”.

Gian María habla de una “recuperación cíclica” basada –asegura- en un crecimiento mundial originado en un desastre. Según sus palabras: “Viene de que hubo un grupo de países que la pasaron muy mal: se normaliza la economía de Brasil, de Rusia”, enumera. Y remata: “¿De dónde viene la subida? “Viene de Norteamerica”.

Gian María dice que Estados Unidos está muy cerca del “full employed”, pero inmediatamente su pronóstico optimista se nubla: remarca una “incertidumbre” respecto a la política económica, en particular la monetaria y fiscal.

Si bien asegura que Estados Unidos hará crecer al mundo, toda la charla desliza este manto de duda sobre “qué hará esta administración”. Según se desprende de la charla de Gian María, el FMI reclama más “estímulo fiscal”: “La política fiscal tiene que ser más”, dice sin completar la frase. Retoma: “El aporte fiscal a la demanda, a nuestro juicio no está (sic) en Estados Unidos”.

El juego de la charla es ése: si bien se anuncia un crecimiento, se deslizan reclamos sobre qué espera el FMI de ciertos países y se remarcan los “riesgos” de que las cosas “no salgan tan bien como en nuestras previsiones”.

¿Qué riesgos?

Responde con otra diapositiva:

  • “Nos preocupa que la inversión se haga en empresas públicas que van a pérdida hace muchos años”.
  • “Subir el crecimiento de largo plazo a costo de tener crecimiento de corto plazo más débil”.
  • El Power Point en inglés describe las preocupaciones del FMI: “Geopolitical tensions, political discord, extreme wheater events, and terrorism”.

Geopolítica financiera

El Señor FMI divide entre los países “emergentes” -China, Turquía, Brasil, Arabia Saudita o México- y los “avanzados”, como Estados Unidos, el Reino Unido, España, Alemania, Canadá, Francia, Italia y Japón.. Aquí se da por supuesto que Argentina estaría entre los primeros, aunque no llega a las diapositivas. Es decir, en el Power Point de Gian María nunca aparece.

A su vez, la división central de estos países se hace entre exportados de materias primas (commodities) e importadores: se induce que Argentina estaría entre los primeros. “Los países productores de materias primas han tenido un desempeño macroeconómico más difícil”, dice el Señor FMI. “Particularmente para los productores de petróleo”.

Gian María muestra un gráfico en el que se muestran las “caídas abruptas” en ganancias de los países petroleros como Arabia Saudita, Kazajtan o Irán. Dice que esto genera una “tensión geopolítica”. No habla de Venezuela.

Según el Señor FMI todas las economías emergentes están en crecimiento, excepto México y Sudáfrica.

Números con comas: “El nivel de crecimiento más alto va a ser en 2018: 4.8”. ¿De dónde viene? “De países como Brasil que van de -3.6 a casi 2. De Rusia que va de -0,2 a 1.4. En 2017 los exportadores de commodities suben este año: 1.0 en 2016 a 2.3 en 2017 y 2.9 en 2018”.

Con el auditorio ya mareado, la pregunta se repite: ¿De dónde viene este crecimiento? “El crecimiento de emergentes sale de los importadores de materias primas, y de China”.

China parece ser así el gran interrogante para el FMI. Dice Gian María: el dilema es “cómo se va a ajustar”. Y aclara que no puede explicar las dinámicas del mercado interno chino. Precisa su incertidumbre: “Tiene un PIB de 12 trillones de dólares, que es igual a los 13, 14 emergentes siguientes juntos. Es decir: del tamaño de Brasil, más India, más México, Arabia Saudita, Indonesia… Y encima, es una economía muy abierta. Hay que considerarla como factor súper importante”. Vale aclarar que a partir de setiembre de 2016 la divisa china es oficialmente parte integrante de la unidad de cuenta del FMI.

Sobre Europa, Gian María refiere a “las heridas de la crisis” y especifica los casos de Italia y España: “Hay un desempleo muy alto y con brecha de PBI importante”.

Regresa entonces a los “países avanzados”, la pirámide de este mapa: “Tienen una perspectiva de crecimiento mayor, con dólar fortalecido. La tasa de crecimiento de avanzados de 1.7 a 2.0. Y en 2018 sigue”.

Para finalizar, repite: “En 2017 se ve el patrón de subida. ¿De dónde viene la subida?” dice como para que los alumnos repitan la respuesta hoy aprendida: “Viene de Norteamérica”.

La guerra civil

Es el turno del Neumeyer, de Banco Central, que arranca devolviéndole la chicana a Gian María: “Voy a desviarme del WEO, porque por la naturaleza de la publicación, está focalizado en el corto plazo”. Neumeyer dice con sorna que los “desafíos de Argentina” no son los números con coma (“si la tasa de crecimiento es de 2,7 o 2,8, si la inflación va a ser 20 o 21 por ciento”). “El desafío es éste”, desafía y pasa a mostrar su propia diapositiva en la que muestra la relación comparada del PBI por habitante en Argentina y en Estados Unidos, de 1900 a 2010.

El mapa dibuja una caída sostenida en la parte que dice “Argentina” con una baja precipitada entre 1970 y 1990. Neumeyer se ve obligado a explicar: “Bueno, en esta etapa hubo guerras civiles, hiperinflaciones que explican esta caída abrupta”.

Replay: llama guerras civiles a las dictaduras argentinas.

Nadie se inmuta en el auditorio.

El gráficomuestra una caída similar post 2001 y un repunte entre ese año y 2010: “Acá el PBI argentino representó más de un tercio del de Estados Unidos (el gráfico dice 35%)”, concede Neumeyer, y agrega: “Pero después volvió a bajar”.

¿Cuál era el desafío? “Poner esta flechita de nuevo para arriba, creciendo”.

La diapositiva de Neumeyer está en inglés.

La siguiente dice “Bad ideas for growth” -algo así como malas ideas para el crecimiento-, y compila políticas del gobierno anterior:

  • Subsidiar la energía: “Excepto para personas que lo necesitan”, aclara Neumeyer.
  • El exceso de empleados en la función pública
  • La prohibición de exportaciones
  • Medir la educación por la construcción de infraestructura
  • Pagarle poco a los funcionarios públicos
  • Mala regulación del sistema bancario
  • Permitir que el tipo de cambio se aprecie excesivamente

La siguiente diapositiva expone las políticas del Banco Central que él representa. Está en español y se llama “Reformas adoptadas”. Enumera:

  • Estabilidad de precios.
  • Régimen de metas de inflación.
  • Tipo de cambio flotante.
  • Tasa de interés como instrumento de política monetaria.
  • Desarrollo financiero.
  • Tasas de interés libres
  • Crédito UVA-USD
  • Desregulación
  • Modernización.

Neumeyer acompaña estos títulos con explicaciones que, incluso para los no entendidos, reconocen ideológicas. Denomina “bajar los costos” a los “aumentos de salarios enormes” y describe cuál es la política del gobierno al respecto: “Los empresarios vienen al Banco Central y nos dicen: “Así no podemos competir; necesitamos licuar estos salarios, devaluación, inflación”. Entonces es necesario anclar la nominalidad para que si aumentan los salarios, en vez de quejarse en el Banco Central, bajen los costos por otro lado”.

La siguiente diapositiva suma:

  • Reducción de impuesto a la exportación.
  • Sacar subsidios y corrección de precios en energía.
  • Programa de exteriorización de activos.

Los dos primeros puntos son claros, pero el tercero es un eufemismo que ya se hizo evidente en lo ofrecido por el presidente Mauricio Macri en su abrazo a Donald Trump: otorgar sin condiciones los recursos naturales como garantes de deuda. Las joyas de la corona, versión 2017.

A esta altura ya no se entiende bien la conjunción de Neumeyer con Gian María del FMI, con quien ni siquiera se saludan al terminar la charla.

Cuando a Neumeyer se le acaba el speech – salpicado con palabras en inglés – le toca contestar una pregunta de un señor que arranca enojado.

El señor dice ser parte del “20 por ciento del país que le da trabajo al 80 por ciento” – se presume empresario- y que ésa es la verdadera “grieta” en Argentina. También dice que, desde ese 20 por ciento que él representa en esta charla, “no vemos nada que esté encarando el problema financiero”. Y suma: “Parte a la inflación que tenemos es parte de la baja de la productividad”.

Neumeyer se lo queda mirando, y como respuesta dice: “¿Es una pregunta o una afirmación?”

El hombre responde: “Las dos cosas”.

Y repregunta: “¿Qué piensan hacer?”.

Neumeyer calla y Gian María, del FMI, toma el micrófono.

Ya entendí todo.