Protestas contra la victoria de Donald Trump (archivo)

¿Por qué los demócratas de EEUU tratan de convertir a Rusia en el malo de la partida, incluso a costa de la caída de los pilares del sistema político estadounidense? El analista de Sputnik Dmitri Kósirev responde a esta pregunta.

El experto sostiene que la causa de este fenómeno es la denominada ‘guerra híbrida civil’ que está en marcha entre las principales fuerzas políticas del país: demócratas, republicanos y conservadores.

«Intentamos reconstruir la lógica de las acciones de EEUU, pero no la conseguimos. Los demócratas dan pasos autodestructivos; no están simplemente a la defensiva, sino al borde de una catástrofe, ya que la Administración Trump arruina progresivamente su imperio del ‘mal’. Por eso su objetivo no es destruir Rusia, sino salvar su propio proyecto», opina el columnista.

El 18 de mayo, falleció el director de la cadena estadounidense Fox News, Roger Ailes, a los 77 años. De acuerdo con Kósirev, su obituario revela que, si no fuera por Ailes y su cadena, unas decenas de millones de republicanos, conservadores y ciudadanos religiosos —los cuales constituyen casi la mitad de la población— no tuviesen un medio de comunicación que los represente. De no ser por Ailes, en EEUU «los demócratas controlaran todos los medios claves».
Los demócratas no cuentan con la mayoría en el Congreso, no tienen su propio Ejército, pero eso no hace falta en una guerra híbrida, apunta Kósirev. Su campo de batalla se centra en el ámbito de la información, donde «atacan con una furia salvaje», aunque resultaron incapaces de monopolizar esa esfera por completo.El Partido Republicano pasa a la ofensiva

Las estadísticas de abril de 2017 muestran que el número de migrantes ilegales en EEUU aumentó un 38% en comparación con el año pasado y sigue creciendo. La migración es otro asunto de esta guerra, destaca Kósirev.

«La fase activa de la guerra civil comenzó hace unos años, cuando se conocieron los planes de Barack Obama de conceder la ciudadanía a varios millones de inmigrantes ilegales. Se suponía que iban a votar por los demócratas y en el país se establecería un sistema de un partido único», afirma el periodista.

Donald Trump
© REUTERS/ Carlo Allegri

Para evitarlo, los republicanos vetaron todos los proyectos de ley propuestos por los demócratas lo que, según Kósirev, llevó al derrumbe del sistema político del país. El experto considera que hoy en día los demócratas hacen lo mismo y una de sus tácticas es acusar a Trump de ser un agente ruso.En estos momentos, los republicanos también han pasado a la ofensiva. Tiene lugar en decenas de asuntos pequeños e internos. Así, el Departamento del Tesoro ha propuesto eliminar cientos de prohibiciones y restricciones que existen sobre los bancos pequeños —con activos de hasta 10.000 millones de dólares— para de esta manera «estimular la economía». Pero esto es un golpe a los bancos grandes, uno de los pilares básicos de los demócratas.

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Donald Trump, actual presidente de EEUU, y el expresidente Barack Obama (archivo)
© AFP 2017/ Robyn BECK

«En general, la Administración Obama aceptó miles de prohibiciones y restricciones, beneficiosas para los grupos de negocio cercanos, pero destructivas para los votantes republicanos. El sistema empieza a desmoronarse, como en el caso de la ‘iniciativa migratoria’, es decir, el violento cambio de la situación demográfica en el país. La base financiera de los demócratas se está socavando», considera el analista.La parte conservadora de Estados Unidos también pasó a la ofensiva y tiene como objetivo las universidades, las cuales representan «los focos demócratas de la intolerancia y la alta histeria moral».

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Los demócratas tienen mucho que perder en esta guerra, afirma el experto. El hecho de que la Inteligencia, el Departamento de Defensa o los restos del Departamento de Estado trabajen contra el presidente es solo la punta del iceberg, concluye Kósirev.