politicargentina.- ¿Inversiones? ¿Expansión? ¿Generación de puestos de trabajo genuinos? Nada de eso. La fuerte caída del consumo -con un descenso en las compras de hasta 8% en abril- y otros factores externos comenzaron a pegar directamente en la perspectiva del negocio del supermercadismo, por lo que las grandes cadenas internacionales analizan dar un paso más en sus procesos de achique que empezaron a principio de año y ahora podrían cerrar sucursales y echar empleados.
Según Letra P, las cifras de ventas en súper e hipermercados que terminan de elaborar las consultoras que trabajan para el sector arrojarían que el gasto de las familias en abril cayó entre 6 y 8%, desplome que se suma a los descensos de enero, febrero y marzo. Por esa razón, las grandes cadenas con casa matriz en el exterior iniciaron procesos de reestructuración para achicarse o, directamente, cerrar bocas de venta.
Según los proveedores, las sucursales de los gigantes empezaron hace tiempo a comprar menos o suspende pedidos de mercadería. Sin embargo, desde ese sector aseguran que, hacia julio, la situación crítica avanzará a tal punto que la francesa Carrefour habla de despedir personal e incluso importó gerentes parisinos para ordenar los números internos.
Jumbo, que ya cerró varios locales en 2016, avanzó en retiros voluntarios en parte de sus tiendas Easy y mantiene fuertes conflictos sindicales en Disco. La estadounidense Walmart estaría evaluando directamente el cierre de uno de sus locales más emblemáticos. “El problema que tienen es que, luego del derrumbe del consumo y lo caras que están las locaciones, no pueden equiparar rentabilidad por metro cuadrado”, describió al mismo portal un ejecutivo de la cámara alimenticia Copal.
¿Cómo planean avanzar los supermercadistas internacionales para continuar con el negocio pero de una forma «más ordenada y rentable»? Jumbo ya viene cerrando sucursales desde hace un año, ya que el año pasado bajo la persiana de 7 locales. En cuanto a Disco (que también es de la firma chilena Cencosud), hay dos o tres locales en la CABA en los que enfrenta duros conflictos gremiales, a los que tanto desde la patronal como desde los trabajadores no les ven buen final. La cadena Easy, del mismo grupo, viene con achiques en el local de Constituyentes casi General Paz.
Según información brindada por proveedores al mismo portal, Walmart, por su parte, evalúa retirarse de la operación en uno de sus primeros y más grandes locales en el conurbano: el de la Autopista Buenos Aires-La Plata, a la altura de Sarandí, mano a provincia. Aseguran que el alquiler del local es caro y las ganancias no alcanzan para cubrir los números.
La situación es distinta en Carrefour, quizá el más grande de todos híper. Los franceses fueron de los primeros en llenar el país de locales, pero evalúan al contexto como desfavorable por varias razones. En primer lugar, la apuesta a los Carrefour Express (pequeños negocios instalados en los barrios luego de la compra de los locales de la extinta cadena Eki) tiene rendimientos dispares. Han alquilado, abierto y cerrado muchos locales en la provincia de Buenos Aires, a la espera de resultados positivos que sólo se dieron en contadas ocasiones y, en esos casos, sí hubo buenos rindes. No obstante, los franceses parecen no estar conformes con algunos factores de la operación en Argentina.
Hace semanas, desembarcó en el país un grupo de técnicos proveniente de París. Incluso trajeron de Brasil a una ejecutiva gala para cumplir con la función de CEO. Se encargaría del reordenamiento, o, algo así como una especie de auditora directa. ¿Cuál es su estrategia? Un plan de retiros, no de cierres de locales. Es decir despidos, disfrazados de «reducciones», como denominan en la jerga de los proveedores a este tipo de decisiones.
Independientemente de la elegancia y los modales en los planteos y, además, de la cercanía a un Gobierno en cuyo Gabinete habitan hombres originarios del mundo empresarial y de los CEOs, algunos de los ejecutivos no están conformes con el desarrollo del negocio. Ya se lo hicieron saber al Gobierno de Mauricio Macri y hasta le entregaron un informe con quejas por la enorme carga impositiva nacional, provincial y municipal, otro de los factores que juega en contra del repunte.