Cerca de tres mil indígenas protagonizaron una protesta este martes frente al Congreso Nacional de Brasil y fueron dispersados con bombas lacrimógenas por la Policía Militar (PM) cuando los manifestantes intentaron acceder a la Cámara y al Senado.
La PM utilizó gas lacrimógeno, balas de goma y gas pimienta para evitar que los manifestantes continuaran su marcha hacia el edificio. En respuesta, los indígenas dispararon flechas al Ejército.
La manifestación, patrocinada por la Asociación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), busca reivindicar el derecho de las tribus indígenas sobre sus tierras.
Los grupos étnicos de Brasil se reúnen para celebrar la 14° edición del Campamento Tierra Libre (ATL). El objetivo es pedir respeto por la naturaleza y la demarcación de la tierra, reseña Telesur en su portal web.
El presidente interino, Michel Temer, se dispone a anunciar próximamente la destitución del presidente de la Fundación Nacional del Indio (Funai), Antonio Costa, que no siguió las recomendaciones de la bancada ruralista para designar una serie de cargos de rango medio.
“El actual Gobierno está decidido a destruir Funai por dentro y por fuera”, señaló la semana pasada el viceprocurador general de Brasil, Luiciano Mariz Maia, quien tiene a su cargo el departamento del Ministerio Público dedicado a las cuestiones indígenas.
“Por dentro, está reduciendo sus recursos y el número de funcionarios de tal manera que inviabiliza el proceso de demarcación de tierras indígenas. Por fuera, está permitiendo que los ruralistas la ataquen directamente”, dijo Maia.
El Frente Parlamentario de la Agropecuaria, integrado por diputados y senadores de todos los partidos, tiene intereses en el sector rural o sus campañas fueron financiadas por empresarios del agronegocio.
Los ruralistas se dedican a promover el agronegocio, intentando reducir los esfuerzos por demarcar las tierras indígenas y reducir la agricultura familiar.
El impopular Gobierno de Temer busca apoyo en el frente ruralista, que aprovecha el escenario político de Brasil para adueñarse de la política indígena y agrícola.