Un año y cinco meses después de asumir, el Gobierno nacional se animó a pronunciar la palabra maldita: ajuste. Lo que se veía en los hechos ahora pasó también al discurso oficial, que sin embargo promete que, a diferencia de otros tiempos, el recorte no va a ser «brutal».

En declaraciones al diario BAE, el ministro de Finanzas, Luis Caputo, se refirió al nivel de endeudamiento y el déficit fiscal, que el Gobierno pronosticó en 4,2% del PBI para el 2017. Allí, enfatizó que «vamos a ajustar» el gasto y lo calificó como una decisión «racional».

Caputo remarcó que «el primer fiscalista es el Presidente» y se preguntó cómo llegar al «equilibrio». «¿Se puede hacer un ajuste brutal el año 1? La sociedad no lo habría aguantado. ¿Se puede hacer en 4? Sí, pero para eso tenemos que financiarlo».

«¿Se puede hacer un ajuste brutal el año 1? La sociedad no lo habría aguantado. ¿Se puede hacer en 4? Sí»

Según el ministro, «hacer un ajuste en un año es hacerle sufrir a la sociedad algo que no vale la pena«. Aunque reconoció que «lo sufren igual» pero si se hace «gradualmente y mientras crecemos, se sufre menos».

Según el plan de financiamiento que anunció Caputo al asumir como ministro, El Gobierno tomará 43 mil millones de dólares de deuda este año. Los últimos datos económicos no parecen sostener la tesis del crecimiento que esbozó Caputo: las ventas en supermercados cayeron casi 20 puntos interanuales, ajustadas por inflación, en febrero, y la industria un 9%, según la UIA.