Wikileaks acaba de realizar una acusación bastante grave en la cual acusa a la CIA (Agencia Central de Inteligencia) de llevar a cabo un proyecto de hackeo a nivel global en el cual productos triviales como celulares y televisores se utilizaban como micrófonos ocultos.
La situación es llamada Year Zero por parte de Wikileaks y en el comunicado de prensa indican que «la CIA perdió el control de la mayoría de su arsenal de hackeo que incluye malware, virus, troyanos, exploits tipo ‘dia cero’ convertidos en armas y la documentación asociada».
Con «Year Zero», Wikileaks espera dar a conocer «el alcance y la dirección del programa de hackeo global de la CIA».
El reporte incluye datos sobre cómo la CIA habría transformado esencialmente todos los dispositivos electrónicos en micrófonos a larga distancia, incluyendo aparatos con iOS, macOS, Windows, Solaris, Linux, Android, e incluso las Smart TV de Samsung, gracias a diversas aplicaciones fraudulentas que filtraban datos sobre geolocalización, comunicaciones vía texto y que también activaban la cámara de nuestro teléfono móvil a distancia. Dichos programas serían ampliamente utilizados por los usuarios, tales como 2048, Breakout2, Prezi, VLC, Kaspersky, McAfee, Sophos, entre otros.
El malware que corría detrás de las aplicaciones antes mencionadas habrían sido capaces de codificar el cifrado de nuestras conversaciones de WhatsApp, Signal, Telegram, Weibo, Confide y Cloackman, a pesar de que nada de lo anterior ha sido totalmente confirmado por los fabricantes o desarrolladores, dado lo reciente que es esta acusación.
El plan, llamado Weeping Angel (o Ángel Llorón) fue elaborado, por lo menos en la arista relacionada con las Smart TV de Samsung, con ayuda del MI5 del Reino Unido y la Birmingham Trainee Solicitors’ Society (BTSS), xploit que consiste en un modo de apagado falso en el que el equipo en cuestión registraba las conversaciones y las enviaba a los servidores de la CIA.
Llama la atención, claramente, que la CIA y la NSA se encuentren desarrollando programas de espionaje de manera simultánea, sobre todo cuando el reporte de Wikileaks deja entrever una cierta rivalidad entre ambas instituciones. Según el paper, la primera entidad le ha robado cierta parte del financiamiento a la Agencia de Seguridad Nacional, todo en pro de crear una flota de drones para fines bélicos y también para financiar las actividades del equipo de hackers que realiza este movimiento en la actualidad.
Todo lo anterior, para explicarlo en términos simples, tiene su raíz en el caso de Edward Snowden y la NSA, en donde los fabricantes y desarrolladores de software esencialmente recurrieron a las entidades gubernamentales correspondientes para solicitar que, en caso de que encontraran fallos en sus sistemas o códigos, por favor les informaran para repararlos. Esta iniciativa tiene por nombre «Zero Days«, un plazo de 90 días que la empresas tienen para trabajar en arreglar dichas vulnerabilidades, algo similar a lo que ocurre con el Zero Project de Google.
El punto negro de todo esto es que todas las filtraciones de datos que ocurrieron fueron gracias a que la CIA habría encontrado fallas en los códigos de los dispositivos afectados, pero jamás les informó de esto a los desarrolladores de software, tomando ventaja así de los equipos y transformándolos en aparatos de espionaje a distancia.
El caso contiene mucha información que veremos desarrollada, ampliada y debatida durante los próximos días, pero ya podemos decir que, en caso de confirmarse todo lo anterior, estamos ante el caso más grande de espionaje masivo de todos los tiempos, algo que ciertamente va a traer grandes repercusiones en términos económicos, políticos y sociales en general.