El sábado pasado no fue la única vez en que Mauricio Macri se atragantó en la mesa de Mirtha Legrand.
Hace ya 14 años, el por entonces candidato a jefe de Gobierno quiso tener un ida y vuelta con Hugo Chávez y este no se quedó callado. El recuerdo de la cena de Macri con Mirtha no será positivo para el Presidente, ya que quedará para siempre el momento en que la conductora le dijo que «no veía la realidad» y cuando no supo responder la pregunta de cuánto ganaba un jubilado del haber mínimo.
Sin embargo, en 2003 vivió una situación similar al querer discutir con Chávez.
Macri, que se presentaba como candidato a jefe de Gobierno por Compromiso para el Cambio, quiso reflexionar con el mandatario venezolano sobre el hecho que «todo el mundo quiera volver atrás». Recién asumido Néstor Kirchner, ya deslizaba que iba por la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
La respuesta contundente de Chávez lo dejó callado: «El pasado es terrible, todo el pasado fue nefasto, con el plan neoliberal, no se puede hacer abstracción de eso».
«Si se va, no vuelve más»
Tiempo después, la periodista Valeria Gantman contó los entretelones de ese encuentro. En un principio, Chávez iba a ser entrevistado solo pero luego Mirtha lo invitó a sumarse a la mesa, que iba a ser el cierre de campaña de Macri.
El presidente de Boca se molestó por la decisión y amenazó con irse. «Si se va, no vuelve a esta mesa nunca más», le dijo, enojada, la conductora a su producción, contó en una nota al portal Infonews. Macri accedió.