AFP.- El escándalo de la carne en Brasil salpicó las negociaciones comerciales entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE), con los agricultores europeos urgiendo a garantizar las “normas de seguridad” de los 28 miembros horas antes del inicio de una nueva ronda este lunes en Buenos Aires.
Los países de Mercosur -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- “no tienen las mismas normas que nosotros, tal como demuestra el caso descubierto en Brasil”, denunció el secretario general del principal sindicato europeo de agricultores Copa-Cogeca, Pekka Pesonen.
Desde el intercambio de ofertas arancelarias en mayo entre ambos bloques, como paso previo a la reanudación de las rondas de negociación formal en octubre, este sindicato europeo expresó su oposición a un acuerdo de libre comercio, por la inclusión de productos agrícolas “sensibles”.
Entre estos destaca la carne de res que no formó del intercambio inicial de ofertas a la espera de que pasen la elección presidencial y legislativa prevista entre abril y junio en Francia, país que ya expresó sus temores sobre el impacto de un acuerdo con Mercosur en su sector agrícola.
En este contexto, Copa-Cogeca aprovechó el escándalo en Brasil y el inicio de una nueva ronda de dos días en Argentina para aumentar la presión sobre esta negociación, exigiendo que las futuras importaciones en el marco de este tratado comercial respeten las “normas de seguridad” alimentarias de la UE.
La policía federal brasileña destapó el viernes un esquema de presuntos sobornos pagados por frigoríficos a inspectores sanitarios para autorizar la venta de productos vencidos o averiados. Más de 30 personas fueron detenidas, tres frigoríficos fueron clausurados temporalmente y 21 se hallan bajo investigación.
“El futuro acuerdo de libre comercio UE-Mercosur no va a debilitar, sino reforzar nuestras obligaciones, nuestras muy exigentes normas en materia de calidad alimentaria”, respondió el portavoz de la Comisión Europea, Daniel Rosario, preguntado por la reacción de Copa-Cogeca.
Amplio y ambicioso
Los países de la UE y las naciones del Mercosur intentan desde 1999 crear un espacio de libre comercio de unas 760 millones de personas a ambos lados del Atlántico, unas conversaciones paralizadas durante años tras un intercambio de ofertas fallido en el 2004 y que se reanudaron de nuevo en el 2010.
Aunque los puntos de desencuentro se mantienen, la predisposición a alcanzar un acuerdo parece haber mejorado tras la llegada al poder de Mauricio Macri a Argentina y Michel Temer a Brasil, por el lado sudamericano.
Los mandatarios europeos, por su parte, buscan contrarrestar la visión proteccionista del Estados Unidos de Donald Trump en el mundo y, en este sentido, urgieron recientemente en Bruselas a avanzar “con decisión” en las negociaciones comerciales en curso con Mercosur, México y Japón.
“Todas las señales que recibimos desde la UE son sumamente positivas. La UE ha decidido ponerse al hombro los principios y valores que nos unen en la carta de Naciones Unidas”, subrayó hace diez días la canciller argentina, Susana Malcorra.
En la última reunión a nivel técnico celebrada en febrero en Bruselas los negociadores de ambos bloques abordaron cuestiones sobre medidas sanitarias y fitosanitarias, así como compras públicas y servicios, con el objetivo de avanzar lo máximo posible antes de abordar los temas más sensibles.
Sobre un acuerdo a final de año, un portavoz del ejecutivo comunitario, institución encargada de negociar en nombre de los 28, indicó que “se han logrado avances significativos, pero que todavía quedan muchas áreas en las que se requiere una mayor negociación”.
“Para ello, ambas partes están intensificando las negociaciones con varias rondas y reuniones a todos los niveles hasta finales de año, con el fin de alcanzar un acuerdo político”, siempre y cuando este sea “amplio, equilibrado y ambicioso”, agregó esta fuente a la AFP.