Brasil sufrió un nuevo «golpe» con el proyecto de ley (PL) que amplía la tercerización del empleo a todas las actividades de las empresas, así lo expresó la presidenta apartada de su cargo, Dilma Rousseff.
«Este proyecto suprime derechos históricos conquistados por los trabajadores brasileños desde el Gobierno de Getulio Vargas y sepulta la legislación consolidada por las leyes laboristas», afirmó la presidenta constitucional en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter @dilmabr.
Mais um golpe: a terceirização e o fim da CLT. https://goo.gl/j2ouG4
- El proyecto, criticado duramente por organizaciones sociales y sindicatos brasileños, aprueba la contratación de trabajadores tercerizados para todas las actividades de la empresa contratante, algo que anteriormente sólo estaba permitido para empresas que desarrollan actividades no específicas como limpieza, transporte y vigilancia.
Los trabajadores tercerizados ganan cerca de 24 por ciento menos que los empleados de la misma empresa o institución pública, con las mismas funciones, pero contratados por una empresa que presta servicios.
La expansión de la tercerización, como prevé el PL 4302, significa la posibilidad inmediata de reducción salarial de los trabajadores en todo Brasil desde el momento en que las empresas podrán sustituir la totalidad de sus trabajadores directos por mano de obra tercerizada.
Michel Temer en Brasil «asaltó» la legítima administración de Dilma Rousseff y @Almagro_OEA2015 no dijo nada. ¿Por qué?
- La presidenta electa, Dilma Rousseff, comparó la aprobación de la ley a la que se oponen los trabajadores al juicio político al que fue sometida en el Congreso y que culminó con su destitución.
Las empresas podrán reducir los salarios en un 30 por ciento y no tendrán que pagar garantías laborales, como vacaciones, prima extra por navidad o cesantías, explicó Rousseff quien alertó sobre la precarización del empleo producto de la ley.