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El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, negó este martes ante un juzgado de Brasilia la acusación realizada por un exsenador del Partido de los Trabajadores (PT) de obstruir las investigaciones del caso Petrobras.
Por su parte, el líder y fundador del PT denunció que las acusaciones son una campaña de desprestigio con la finalidad de bloquear su presunta candidatura a las elecciones presidenciales de 2018, al afirmar que hay «incentivos» desde el Ministerio Público para que los delatores le mencionen en sus confesiones sobre la trama de Petrobras, informó Agencia Brasil.
Este proceso inició en julio de 2016, luego de que el exsenador Delcidio do Amaral involucrara a Lula en un plan para comprar el silencio del exdirector del área Internacional de Petrobras, Néstor Cerveró, quien estaba listo para firmar un acuerdo con la justicia y proporcionar detalles sobre el funcionamiento del esquema de sobornos en la petrolera estatal.
«Nunca tuve ninguna preocupación con ningún testimonio de cualquier empresario o director de Petrobras», ratificó Lula.
Un grupo de simpatizantes aclamó al exmandatario de Brasil durante su ingreso a la sede del tribunal, poco antes de las 10H00 local (13H00 GMT).
Lula da Silva enfrenta cinco causas judiciales en tribunales de Brasilia y Curitiba, acusado de corrupción, lavado de dinero y tráfico de influencias. El próximo 3 de mayo debe comparecer en Curitiba ante el juez Sergio Moro, gran impulsor de la Operación Lava Jato (lavadero de autos), encargada de investigar el caso de corrupción en Petrobras.
El expresidente de Brasil ha denunciado que es víctima de una persecución judicial impulsada por el mandatario de facto Michel Temer, tras el golpe de Estado a la presidenta Dilma Rousseff en 2016.