Para el Observatorio Social de la UCA, o sea, para la Iglesia Católica, en Argentina hay un 32% de pobres y un 6% de indigentes. Es decir que si consideramos 45 millones de habitantes como el 100%, 14,4 millones serían los pobres y 2,7 millones serían indigentes.
Ahora bien… ¿desde dónde se mide la pobreza?
Según el Indec, una familia tipo, compuesta por dos adultos y dos chicos, necesitaría alrededor de $13.000 mensuales para no caer en la pobreza y $5000 para no ser indigente (se hace difícil pensar que con $5000 en un mes pueden comer cuatro personas). Lo que tiene que quedar en claro es que esa consideración es arbitraria, pues se basa en lo que quienes miden, determinan qué debe comer una persona para alimentarse en 30 días para no pasar hambre.
Pero.. ¿es correcta esa consideración? Además de la subjetividad de cada uno, hay datos que lo ponen en duda.
El mismo Indec, en su informe sobre los ingresos de la población por deciles del 3er Trimestre de 2016, indica que el 70% de los trabajadores gana por debajo de los $11.160, lo que los deja claramente por debajo de la línea de pobreza establecida por el propio organismo de medición.
¡¡El 70%!!
Según el mismo informe, el 30% tiene ingresos menores a los $4.818, por debajo del nivel de INDIGENCIA
¡¡El 30% por debajo de la línea de indigencia!!
No hay más que entrar en la página web del Indec para ver estas cifras (www.indec.gob.ar)
Ahora bien, existen otras consideraciones y otras cifras, más cercanas a la realidad y a visiones más humanas de ella. Por ejemplo, la Junta Interna de los trabajadores de ATE del Indec, ubica a la Canasta Familiar en $21.287 a fines de diciembre de 2016. Esa cifra es taladrante, porque según el Indec, el 90% de los asalariados en este país gana por debajo de los $18.816, lo que los dejaría por debajo de esa Canasta que tiene mucho más que ver con la realidad. Es decir, que considerando lo que indica la Junta Interna del Indec, el 90% de los trabajadores SON POBRES en Argentina.
No caben dudas, a sabiendas de las angustias y las necesidades insatisfechas de la inmensa mayoría de quienes sólo pueden vender su fuerza de trabajo, que somos muchos más de lo que nos quieren hacer creer los medios de comunicación masivos, los que la estamos pasando más que mal, realidad que este gobierno ha profundizado de manera obscena.