Agencias.-

Imágenes de cámaras de seguridad obtenidas por una televisión japonesa parecen mostrar un cuidadoso y deliberado ataque ocurrido la semana pasada contra el hermano exiliado del líder de Corea del Norte.

Las grabaciones, obtenidas por Fuji TV y que tienen partes borrosas, parecen mostrar a dos mujeres aproximándose a Kim Jong Nam desde diferentes direcciones mientras él está ante un puesto de venta de boletos en una terminal del aeropuerto de Kuala Lumpur. Una se le acerca desde atrás y parece sostener algo sobre la boca del hombre durante pocos segundos.

Entonces, las mujeres giran y se alejan tranquilamente en direcciones diferentes. Más imágenes muestran a Kim, un miembro caído en desgracia de la familia que ha gobernado Corea del Norte durante tres generaciones, caminando hacia trabajadores del aeropuerto y funcionarios de seguridad, señalando sus ojos y al parecer solicitando ayuda. Kim camina junto a ellos mientras lo llevan a la clínica del aeropuerto.

Fuji TV no reveló cómo obtuvo las grabaciones, tomadas por una serie de cámaras de seguridad mientras Kim llegaba al aeródromo para un vuelo de Macao, donde tenía una casa.

Kim, un hombre corpulento de alrededor de 45 años, murió poco después de la agresión mientras era trasladado a un hospital, tras sufrir una convulsión, según funcionarios malasios.

Noor Rashid Ibrahim, subdirector de la policía nacional de Malasia, dijo el domingo que Kim contó a empleados del servicio a atención a clientes del aeropuerto que “dos mujeres no identificadas habían pulverizado o mojado su cara con un líquido y que se sentía mareado”.

Amplia investigación

Desde la muerte de Kim, hermano por parte de padre del líder norcoreano Kim Jong Un, ocurrida el pasado lunes, las autoridades han estado tratando de recopilar detalles sobre lo que pareció ser un asesinato. Hasta ahora la policía de Malasia ha arrestado a cuatro personas con documentos identificativos de Corea del Norte, Malasia, Indonesia y Vietnam.

Los investigadores buscan a cuatro hombres norcoreanos que salieron de Malasia el mismo día del ataque, señaló el domingo la policía malaya.

Tras las crecientes tensiones entre Malasia y Corea del Norte a raíz del deceso, Malasia decidió el lunes retirar a su embajador en Pyongyang.

En un comunicado, el Ministerio de Exteriores malayo anunció que llamó a su enviado “a consultas” y citó a Kang Chol, embajador de Corea del Norte en Kuala Lumpur, “para buscar una explicación a las acusaciones que realizó sobre el gobierno de Malasia”.

Kang señaló que Malasia podría estar “intentando ocultar algo” y que autopsia a Kim Jong Nam se realizó “unilateralmente y excluyendo nuestra presencia”.

Según Malasia, los comentarios de Kang son “infundados” y el país “se toma muy en serio cualquier intento infundado de manchar su reputación”, agregó la nota.