1.Oficina Europea de Patentes: el fascismo europeo en la OEP de la mano de su presidente, ex director del INPI francés, Benoît Battistelli, quien fue catalogado como «una verguenza para Francia» por el secretario de Estado de Industria Christophe Sirugue. mantiene un régimen de terror sobre los empleados de las oficinas que salieron a reclamar por las calles de Munich en históricas marchas.
A pesar de ser uno de los organismos internacionales mejores pagos de Europa, sus más de 4000 trabajadores no están conformes con el sistema de control y persecución implementado por Battistelli que llegó al punto de intervenir los teléfonos y requisar las oficinas de los trabajadores en su ausencia, como así también leer los correos electrónicos. El sindicato SUEPO denunció que 5 empleados se suicidaron en un período de 2 años por causa de las presiones laborales a las que fueron sometidos y que ha derivado en una investigación independiente para determinar si las condiciones la borales tóxicas son las causantes de ese elevado número de muertes en el lugar de trabajo. Por si todo esto no fuera poco, la calidad de las patentes empeoró.
2.INPI de Argentina: por lejos, la peor oficina de propiedad industrial de la Región. El gobierno del presidente Mauricio Macri nombró 6 meses después de asumir a Dámaso Pardo,un abogado que hasta días antes presentaba solicitudes de marcas y patentes en el propio INPI, porque durante muchos años se desempeño en el estudio de abogados PAGBAM, donde fue socio de José Alfredo Martínez de Hoz hijo del ministro de economía de la última dictadura cívico-militar de Argentina. Lo llamám el Zorro (en el gallinero).
Su primer medida fue firmar una resolución para favorecer a las empresas farmacéuticas de Estados Unidos y Europa intentando otorgar patentes a medicamentos esenciales para la salud de la población argentina. Las cámaras de laboratorios nacionales reaccionaron contra Pardo quien debió «recular» y dictar dos resoluciones aclaratorias para convencerlos de que la Administración Nacional de Patentes realizaría los exámenes en el país y no los copiarían de la oficina de EEUU y Europa: los laboratorios encabezados por Bagó siguen monitoreando las barbaridades del socio de Martínez de Hoz en el INPI y no le auguran un buen desempeño en sus funciones, que ya tiene varios escándalos encima.
El INPI posee un retraso de patentes que asciende a más de 29.000 solicitudes y no parece arrancar en el otrogamiento de esos documentos a pesar de las presiones laborales que padecen los profesionales a cargo de la tarea. Para desdicha de los usuarios de los servicios de propiedad industrial en el país del Tango, el ministerio de industria designó a un médico como director de administración del INPI, Sebastián Bideberripe, quien habiendo pasado por la gestión del gobierno de Cristina Kirchner, hasta el 10 de diciembre de 2015, aterrizó en el INPI meses después pero reciclado como funcionario macrista bajo la órbita de Francisco Cabrera.
En pocos meses incrementaron el gasto para salarios de funcionarios macristas y desplazaron directivos de carrera en el INPI: la institución está a la deriva. ONGs criticaron tambien duramente al INPI. También lo hicieron diputados.
3.INPI de Brasil: otra oficina al borde del desastre. Luego del golpe parlamentario llevado a cabo a la presidenta Dilma Rousseff, y tras el recorte presupuestario aplicado por el presidente Michel Temer, el organismo cuenta con 243.000 expedientes en trámite de resolución para 292 examinadores de patentes lo que equivale a casi 11 años de atraso.
El nuevo presidente del INPI,Luiz Otávio Pimentel, nombrado por un ministro acusado en el caso Odebrecht, debió incorporar a 70 funcionarios para enfrentar la tormenta y las presiones de las empresas extranjeras y los estudios de abogados del Brasil para solucione el colapso de su oficina de marcas y patentes ubicada en Río de Janeiro, aunque con el congelamiento de salarios de los empleados dificilmente pueda concretar sus objetivos.
Este organismo nunca ha funcionado según los parámetros internacionales impuestos por OMPI para la resolución de trámites de patentes, aunque la ineficiencia de las autoridades y el gran número de resoluciones de patentes en stock, lo hacen una institución fallida.
4.INAPI de Chile: esta oficina es la niña mimada de OMPI y EPO. Luego de lograr la creación de un grupo de 9 oficinas de sudamérica PROSUR para que trabajen al servicio de las empresas de EEUU y Europa concediendo sus patentes del tratado PCT, fue deignada como autoridad internacional de búsquedas y examen de patentes, junto a Brasil.
El plan pergeñado por OMPI y EPO es crear una especie de «patente sudamericana» que sea aprobada por todos los países y para eso ya vienen trabajando desde 2009. Sin embargo las empresas nacionales-sobre todo las farmacéuticas- desconfían de este esquema de resolución de patentes que permite importar los resultados de concesión desde las oficinas de USPTO y EPO. El presidente del INAPI, Maximiliano Santa Cruz.
5.USPTO: luego de que Obama nombrara a una CEO de Google en la oficina de patentes y marcas, Michelle Lee, la institución continuó en manos de la multinacional de internet. El cambio de normativa para armonizar el sistema de patentes con Europa le dió el golpe de gracia a las empresas norteamericanas farmacéuticas esperanzadas en que Trump vuelva a una oficina de patentes proteccionista de las invenciones de USA, aunque el nuevo presidente mantiene a la jefa de la oficina en su cargo.
EEUU es el país que más viola las leyes de propiedad intelectual en el mundo aunque monitorea que el resto de los países cumplan con las leyes internacionales y utiliza a la OMPI para controlar a las oficinas de propiedad industrial.
Fuente: http://observadorpatentesur.blogspot.com.es/2017/02/las-5-peores-oficinas-de-marcas-y.html