Hace unas semanas escribí un artículo en el blog Salmón en el que hablaba sobre la tercera Revolución Industrial y su impacto en el mercado de trabajo. En este nuevo artículo voy a hablar de como esta misma ¨revolución tecnológica¨ está empezando a impactar el sistema monetario mundial, de un modo muy incipiente, pero no deja de ser el principio de un cambio revolucionario en el modo de ver y entender la economía.

En estos días, el Banco Popular de China ha creado su nueva divisa digital, que utiliza el mismo sistema tecnológico que los bitcoins, basado en el sistema ¨blockchain¨, la cual será emitida por el propio banco central chino, y que tendrá una cotización con el yuan de 1:1. Pero, ¿a qué se debe que el banco central chino haya visto necesidad de implementar dicha moneda digital? ¿Cuál será la respuesta del resto de bancos centrales del mundo? ¿Qué relación tendrán estas nuevas monedas digitales con el bitcoin?

Este artículo pretende dar respuesta a todas esas cuestiones, así como definir el sistema monetario global del futuro, teniendo en cuenta los pros y contras de este nuevo sistema pecuniario.

¿Qué es el bitcoin?

Bitcoins

El primer paso a tener en cuenta es entender que es el bitcoin, y el impacto en la economía mundial, y especialmente en la economía de China, para que el sistema monetario del país se haya visto en la necesidad de contraatacar con una moneda similar. El bitcoin es una cripto-divisa que se implementó el 3 de enero del 2009 en Japón, por Satoshi Nakamoto, aunque en principio se considera un nombre falso utilizado para esconder la autoría del creador. Se basa en el sistema de cadena de bloques, que permite la transferencia de datos encriptados, como forma de materializar transacciones económicas. Esta nueva tecnología podría tener muchas otras aplicaciones fuera del mundo financiero, como la aplicación en nuevos sistemas electorales, donde el ciudadano no tendría que ir a ningún colegio electoral para votar, el escrutinio de voto sería preciso, en tiempo real, libre de fraude y anónimo.

Las características básicas del bitcoin, es que está totalmente descentralizada, es decir, no hay ningún banco central que lo emita, y permite intercambios P2P (¨peer to peer¨) totalmente anónimos. Es decir, en principio no hay modo de poder saber de dónde provienen y a dónde van dichas transacciones por parte de bancos centrales, por eso es una propuesta muy llamativa, para negocios ilegales, blanqueo de capitales, evasión fiscal, o como moneda de cambio en negocios de economía sumergida.

Por otro lado, dicho sistema obedece a un sistema de pruebas de trabajo, el cual permite que no se produzcan problemas de doble gasto. Es decir, que una misma transacción realizada con bitcoins en un momento dado, no se duplique o triplique de forma fraudulenta. La formación de bits evoluciona en progresión geométrica, con un límite máximo de 21 millones, que se espera alcanzar en 2140, siendo el volumen total de ellos a fecha de ayer de 16 157 775 bitcoins. Esa restricción en el volumen de bitcoins a crear, evita que la moneda digital genere incrementos inflacionistas, o hiper-inflacionistas en una economía dada, ya que como es sabido, un incremento desmedido de moneda provocaría un incremento de precios.

Este sistema se ha implementado con una influencia del concepto del software libre creado por Richard Stallman, en la medida que el sistema permite transacciones económicas ¨persona a persona¨, sin depender de ningún proveedor mayoritario que gobierne o controle el proceso, en este caso ningún banco o proveedor de pagos.

Curiosamente y después de 8 años de existencia, la aceptación de dicho sistema monetario ha tenido amplia aceptación, a pesar de su descentralización y anonimato de las transacciones. De hecho solo hay 10 países en el mundo que totalmente prohiban dicha divisa, y ningún banco central de las once divisas convertibles que hay en el mundo, lo ha declinado, salvo el Banco Central de Suecia, que sí ha desarrollado ciertas restricciones.

Debido a todo ello, la cotización del bitcoin no ha dejado de crecer desde su nacimiento hasta nuestros días. Siendo a su vez una de las divisas más volátiles del mundo. La moneda ha corregido su valor a lo largo del tiempo, entre otras cosas debido, a que se considera como un ¨valor refugio¨ en los tiempos que corren, partiendo de la fuerte volatilidad existente de los mercados financieros, burbujas en los mercados de deuda, o la guerra de divisas que estamos presenciando a nivel global.

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Como se puede ver en los gráficos anteriores, la divisa se acerca a los máximos obtenidos en enero del 2014, muy cerca de los 1 200 dólares por bitcoin. O la evolución del volumen de transacciones diarias desde su creación hasta nuestros días, pone de manifiesto el alto grado de aceptación global de la divisa. Teniendo en cuenta que un procesador de pagos como Visa puede procesar de media 56 000 transacciones por segundo, cálculos hechos ponen de manifiesto la posibilidad de establecer solamente de 3,5 a 7 transacciones de bitcoins por segundo, de media. Cierto es, que la tecnología sigue desarrollándose y mejorando continuamente. Obviamente la velocidad de transacciones en bitcoins se incrementará exponencialmente en el tiempo.

Otras cripto-monedas han surgido después del bitcoin y a través de la tecnología de ¨cadena de bloques¨, como Zcash. Una cripto-divisa también descentralizada, que dará que hablar, ya que ofrece mucha más privacidad que el bitcoin, y un negocio real para inversores.

La nueva moneda digital china y la tecnología blockchain

Blockchain

Mucho se ha escrito de la lucha encarnizada que el Banco Popular de China está teniendo con el bitcoin. Por ejemplo la prohibición generada en diciembre del 2013, para evitar transacciones inter-bancarias en dicha divisa, o lo acontecido recientemente, en las que el banco central chino ha advertido a las 3 mayores plataformas chinas que negocian con bitcoins, la necesidad de aplicar más control en el blanqueo de capitales (anti-money laundering), congelando las transacciones de cambio de dichas plataformas por 72 horas, con el fin de poder poder investigar todas los movimientos realizadas en bitcoins para detectar posibles fraudes.

Lo cierto es, que China ha sufrido una de las mayores salidas de capitales de los últimos años, llegando a igualarse a niveles del 2011. De hecho que las reservas de divisas del Banco Popular de China llegaron a máximos en 2014 con 3,75 billones de euros, cayendo a 2,8 billones de euros actualmente, lo que ha hecho que el estado chino haya empezado a poner restricciones en sus salidas de capital, como la limitación de una salida máxima al año y por persona de 50 000 dólares implementada a partir de enero del 2017. De ahí que el bitcoin haya podido ser una de las soluciones para poder vulnerar dichos límites y poder utilizarlo como moneda de cambio en la salida de capitales. Por eso, la necesidad de China de controlar las plataformas de bitcoins y exigirles un compliance mucho más estricto en lo referente al blanqueo de capitales y lavado de dinero.

A pesar de todos los análisis hechos, no se ha podido detectar una correlación real, clara y estable en el tiempo entre la cotización de los yuanes chinos y el bitcoin, entre otras cosas, por la alta volatilidad de la moneda digital. A pesar que en torno al 94% de las transacciones hechas con bitcoins se desarrollan en China. Las restricciones hechas por China en 2013 impactó solo a las transacciones interbancarias, no al uso del bitcoin por usuarios, ni a la minería para crearlos.

No obstante, el Banco Popular de China ha hecho acopio de la tecnología blockchain para lanzar su nueva divisa digital, sustentada por el banco central y con una cotización 1:1 con el yuan. De este modo, se convierte en el primer banco central del mundo en lanzar una divisa digital.

En principio, esta nueva tecnología ya está siendo objeto de estudio por otros bancos comerciales, de inversión y otros bancos centrales en el mundo. De hecho, siete de los bancos comerciales más grandes del mundo se han unido para utilizar blockchain y permitir a pequeñas y medianas empresas transferencias internacionales con un coste mucho más bajo, más seguridad y rapidez. Un estudio realizado por la consultora Mc Kinsey & Company desvela que el sector bancario podría reducir de 17 000 a 20 000 millones de dólares los costes de transacciones al año con la automatización de procesos con estas nuevas tecnologías. Otros bancos centrales como el Banco de Inglaterra, el Banco Central Europeo, el Banco Central de Suecia, entre otros están realizando los estudios necesarios para implementar la tecnología de la cadena de bloques en sus transacciones económicas, siguiendo la estela de China.

¨La tecnología de cadena de bloques aplicada a las transacciones financieras se ha definido como un gran libro de contabilidad global, único, con total transparencia, en donde la información financiera se proporciona actualizada en tiempo real, con un coste asociado prácticamente nulo y una rapidez inmediata¨

Las ventajas de estos nuevos procesos tecnológicos centralizados por bancos centrales, permite una mayor transparencia de las transacciones,rapidez, reduce intermediarios por tanto reduce los costes de las transacciones, una mayor efectividad en la aplicación del compliance bancario para investigar nuevos clientes potencialmente fraudulentos, blanqueo de capitales, evasión fiscal, seguridad en las transacciones, entre otras. Cualquier cambio fraudulento de transacciones por usuarios, requeriría una conciliación consecuente del resto de transacciones en ese ¨gran libro contable global¨, para que pasase desapercibida. Lo que garantizaría, o la imposibilidad de que el hecho ocurra, o el éxito de identificarlo en el caso de que se produzca.

Así también permite utilizar las técnicas de big data para el análisis de dichas transacciones a nivel global y detectar de forma casi inmediata posible burbujas económicas, tendencias en los movimientos de capitales nivel global, cambios de tendencia en las preferencias de inversores y consumidores, o posibles tensiones inflacionistas en tiempo real. Lo que permitirá unas políticas monetarias por parte de los bancos centrales mucho más eficientes, rápidas y contrastadas que las aplicadas en la actualidad, y una mayor capacidad de control en la oferta monetaria por parte de estos.

La mayor crítica al respecto, es que una aplicación extensiva de cripto-monedas centralizadas por bancos centrales, permitiría que no hubiese nunca más transacciones anónimas, y que cualquier movimiento monetario fuese totalmente ¨rastreable¨, conocido y reconocible vulnerando en gran medida la libertad del usuario a la hora de hacer uso y disfrute de su dinero. Una libertad que a día de hoy permite el papel moneda, o los bitcoins.

¨Cualquier divisa digital descentralizada, que permita transacciones anónimas tendrá éxito, siempre y cuando sea aceptada por otras divisas gestionadas por bancos centrales, y que las reconozcan como moneda de cambio, como está siendo el caso actual del bitcoin¨

Un mayor control monetario a costa de una menor libertad de los usuarios a la hora de proceder con sus movimientos de dinero. ¿Control o libertad? ¿Dónde subyace el equilibrio?¿Se necesitarían monedas digitales centralizadas y descentralizadas que coexistan a la vez, y que cubran ambos aspectos?
Supongo que el concepto transciende a toda dimensión financiera, convirtiéndose en una pregunta mucho más filosófica o antropológica que económica.