China informó hasta 79 muertes por la gripe aviar H7N9 en enero, según datos oficiales, lo que aviva el miedo a que la propagación del virus durante esta temporada sea la peor de la que se tenga registro.
La cifra de muertes de enero es cuatro veces más alta que la normal en el primer mes del año y eleva el número de fallecidos desde octubre a 100, según informó la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar de China la noche del martes.
Las autoridades chinas han advertido al público que se mantenga alerta al virus y piden que no haya pánico. Pero hay miedo que se repitan crisis previas, como el brote de 2002 del Síndrome respiratorio agudo grave (SARS en inglés).
En marzo de 2013 se reportó el primer caso de infección humana en China, con un incremento brusco en los casos de H7N9 desde diciembre. En enero se infectaron con el virus H7N9 unas 192 personas, con un total de infectados de 306 desde octubre.
Expertos chinos en control de enfermedades han advertido al público que se mantengan alerta por la gripe aviar H7N9. El virus normalmente ataca en invierno y primavera, y los granjeros han aumentado las medidas de prevención en los últimos años.
China ha confirmado cinco brotes de gripe aviar entre los animales este invierno, que llevaron a sacrificar más de 175.000 aves.
La extendida infección puede llevar a graves riesgos para la salud y enormes pérdidas financieras. El último gran brote en China fue en 2013, y produjo más de 6.000 millones de dólares en pérdidas para el sector agrícola.