Agencias.- Los usuarios de la Ciudad y el Gran Buenos Aires deberán pagar este año un nuevo incremento en las tarifas de agua potable y cloacas según el plan del Gobierno que aplicará desde marzo.
El nuevo cuadro tarifario, hará que las boletas se incrementen un 22% para todos los clientes de AySA, incluyendo a los que pagan la Tarifa Social y un millón y medio de ellos tendrán un impacto extra porque además perderán, en forma gradual durante cinco bimestres, el subsidio del 25% de la factura que hoy reciben por vivir en ciertas zonas.
Así, para ese grupo la suba será del 30% en marzo y luego tendrán otras acumulativas de 6,3% en mayo, 5,9% en julio, 5,6% en septiembre y 5,3% en noviembre. En total, a fin de año terminarán pagando un 63% más que ahora.
Lla iniciativa hará que en marzo la factura media pase de los $ 297,60 actuales a $ 387,30 para los hogares aún subsidiados (unas 629 mil familias) y de $ 446,70 a $ 545 para los demás (1,1 millón), siempre entre los que no tienen medidor. Para los medidos, las subas serán de hasta 30%. Estos, a igual consumo, pasarán de $ 492 a $ 640,30 si estaban subsidiados y de $ 754,90 a $ 921 si no.
Son valores bimestrales promedio: en algunas casas de alto consumo llegarán boletas de más de $ 1.650. Al otro extremo, los usuarios con Tarifa Social pasarán a pagar alrededor de $ 165,30 en zonas con subsidio y de $ 288,50 en el resto de los barrios.
Estos cambios se acumulan con los aplicados en 2016, cuando las subas habían promediado 297% y habían llegado a 375%. En los despachos oficiales defienden la idea diciendo que «está en el orden de la inflación». Por ahora prevén aplicarla, tal como pasó en 2016, sin convocar antes a una audiencia pública, lo que ya genera polémica.