Panorama- Agencias.-

Hoy, en todo el territorio nacional, arrancará una nueva era en materia monetaria. Saldrá al ruedo el modernizado cono monetario venezolano y que incluirá, en una primera fase, billetes de Bs. 500, 5.000 y Bs. 20.000, que se sumarán a las monedas de Bs. 10, Bs. 50 y 100. Vuelven las piezas con los característicos tres ceros -como funcionaron antes de 2008- y con el objetivo de recuperar el valor del bolívar.

El pasado 9 de enero, el presidente Nicolás Maduro dijo que hoy sería la fecha tope en que arrancaría la distribución del actualizado cono, después que en la primera fecha (14 de diciembre 2016 hubo problemas para su llegada al país). “A partir del 16 de enero entrarán en circulación nuevos billetes. Hemos recibido 60 millones de piezas de Bs. 500, 4,5 millones de billetes de 5 mil, y 2,9 millones de billetes de Bs. 20.000”.

El Mandatario, ayer durante el rendimiento de su Memoria y Cuenta 2016, confirmó que este lunes empiezan a circular, al tiempo que extendió la vigencia de los billetes de 100 hasta el 20 de febrero. Así que por primera vez en la historia del país y de manera inédita convergerán 12 piezas monetarias entre viejas y nuevas, mientras que se afinan mecanismos para dejar las antiguas.

Fuentes del sector bancario aseguraron, la semana pasada, que los nuevos billetes serán distribuidos inicialmente en las taquillas bancarias y no a través de la red de cajeros automáticos por orden del Ejecutivo. En el resto de la semana las máquinas (cajeros) serían “calibradas” para entregar las piezas.

De ahora en adelante, el prócer Francisco de Miranda aparecerá en el papel moneda de Bs. 500 (antes salía en el de Bs. 2); el “Negro Primero” ahora estará en el de Bs. 1.000; el cacique Guaicaipuro aparecerá en el de 2.000, mientras que Luisa Cáceres de Arismendi pasó de estar en el billete de Bs. 20 a estar en el de Bs. 5.000.

Igualmente, Simón Rodríguez será el representante del billete de Bs. 10.000 y anteriormente era el de 50 Bs. Y, finalmente, “El Padre de la Patria”, Simón Bolívar, se mantendrá como la máxima figura en el cono monetario: estará en la unidad de 20.000, el de más alta denominación en el país.

El uso de otros billetes aún genera debates y opiniones encontradas sobre su efectividad en el corto y mediano plazo. Pero analistas y economistas consultados, por este rotativo, enfatizaron que ya en el país sí era “impostergable” la adaptación de una moderna familia de ejemplares que se adapte a las necesidades de la economía local.

“Que vuelvan los tres ceros no acabará con las devaluaciones de nuestra moneda. Ojalá que su implementación sirva para que la economía muestre signos de recuperación. Aún falta trabajar mucho para que nuestro bolívar recupere su estabilidad. Pero si no se atacan problemas graves como la inflación y el alza de precios de los productos, la moneda seguirá su continuo proceso devaluativo (…) es muy irresponsable pensar que con la sustitución del viejo cono monetario se resolverán todos los problemas del país”, opinó el economista Rafael Vivas.

En esto coincidió también el experto en temas financieros, Ángel González, quien respalda el proceso de sustitución de las piezas monetarias, pero si se toman correctivos.

“Sin duda, los nuevos billetes tendrán un efecto psicológico más positivo para la población, para algunos les traerá una sensación de tranquilidad al tener piezas de alta denominación. La medida atrasada —que a mi juicio debió tomarse hace tres años— que está tomando el Gobierno no es y será la única receta para eliminar la inflación del 1.000% a la que se enfrenta el país este año. Solo el tiempo dirá que tan efectivo será esta nueva familia de billetes y monedas”, argumentó González.

Recomendó al Ejecutivo postergar “por un tiempo recomendable” un posible escenario de devaluación que se prevé ocurra en el primer trimestre de 2017. “Esto no favorecería a nadie y menos a los nuevos billetes y monedas. Dudo que estén pensando en devaluar al arranque de este proceso de sustitución del cono. El país requiere con urgencia políticas monetarias, cambiarias y fiscales, pero que garanticen la estabilidad de precios, eso es lo que piden todos los venezolanos”.

El ministro de Economía y Finanzas, Ramón Lobo, ha insistido que la emisión de nuevos billetes ayudará a facilitar los trámites financieros. Además, rechaza que la adecuación del cono monetario aumente los índices inflacionarios. “Lo que se está ajustando es el dinero, el billete, la moneda a la nueva realidad existente. En ningún momento esto genera inflación. Es algo de manera ilusoria que se quiere internalizar en la población, sencillamente se está adecuando a la economía”, expresó el mes pasado.

Del lado de los ciudadanos se mantienen las expectativas con la salida de los nuevos ejemplares. “Ojalá que con esto se resuelva el problema de tener tanto dinero encima, dentro de la cartera. Lo que deseo es que el dinero me alcance para comprar alimentos, pagar los servicios (…)”, opinó Alejandra Rosales, ingeniera de 45 años.

Datos del portal Numismática Venezuela revelan que en 1998, el Gobierno de la época decidió recoger buena parte de las monedas en circulación en el país y optó por actualizar el cono monetario de la época. Por primera vez en la historia se fabricaron billetes con alta denominación: 10.000, 20.000 y hasta 50.000 bolívares, montos similares a los de la actualidad. Posteriormente, sufrieron rediseños entre el período 2001 y 2005 para adaptarlos con el membrete de República Bolivariana.

Pero, en 2008, se autorizó un proceso de “reconversión monetaria” por parte del Ejecutivo y con lo que decidió simplificar el uso de la moneda y se ordenó la eliminación de tres ceros. Así se dio paso al llamado Bolívar Fuerte.

La realidad es que hoy una nueva gama de billetes estará en la calle. Los ciudadanos tenían hasta el 20 de enero para depositar las viejas unidades de Bs. 100 que saldrían de circulación en esa fecha, tal como lo decretó el presidente Nicolás Maduro. Sin embargo, ayer el propio Presidente extendió de nuevo el plazo de vigencia de “los marrones”, ahora un mes más, es decir, hasta el 20 de febrero del 2017. Además, reiteró que progresivamente se seguirá incorporando el nuevo cono monetario.