Alice Socorro Peña Maldonado
Cuando escuchamos el término Caballero lo vinculamos con aquellos aguerridos hombres del medievo y que la industria cultural impuso en nosotros una imaginería de estos caballeros a partir del papel que desempeñaron en las Cruzadas del Medievo y en infinitas guerras para proteger los intereses del Rey. Sin embargo, esta palabra se encuentra de modo insistente en el libro de Analectas donde Confucio lo devela como un ser noble en su corazón, en su espíritu y en cuerpo produciendo un ser original y único al manifestar una forma de ser y hacer las cosas con bondad, verdad y belleza, es decir con Virtud.
La palabra en el Occidente contemporáneo más próxima a Caballero por su significante es Líder pues es, presentada como modelo a seguir. Pero considero que es limitada pues se orienta básicamente a ser líder de una institución y organización internacional. En la práctica el liderazgo actual deja mucho que desear, por ejemplo, la perversión de los lideres de las élites económicas y políticas mundiales en función de intereses de grupos y provecho propio. En este artículo haré uso del término Noble debido a sus características, que va más allá de la connotación que se le da a los que alcanzan ese título nobiliario por herencia familiar.
Haciendo uso del recurso de la analogía quiero establecer una relación entre la palabra Noble y la naturaleza de los metales y gases nobles cuyas características se presentan a continuación:
Como pueden observar ser tenaz, ser resistente, ser completos, generar energía, luz y brillantez, ser energía liberada y fuerza atractiva tiene mucho que ver con las características del Caballero de Confucio. De allí que asumirá el nombre de Noble, palabra también ausente en el vocabulario actual pero que seguro se va a manifestar permanentemente en las siguientes consideraciones del pensamiento confuciano.
En 159 párrafos se menciona Caballero donde se explica su forma de ser y actuar y de moverse en el entorno donde se encuentra. En este sentido se presentan cinco categorías que permiten resumir 1) Se prepara para la Vida; 2) No conoce la mediocridad; 3) Visión de la totalidad manifestada en su sentipensar y actuar; 4) Su presencia es estimada por todos; y 5) Como un guerrero no se deja llevar del mundo.
1) Un ser noble se prepara para la Vida
Una persona noble en aquel que le agrada aprender y pone en práctica a su debido tiempo hasta alcanzar su transformación. Predica lo que práctica. De allí que acumula méritos para servir honradamente. No se hace instrumento de nadie ni es vasija de adorno. Un artesano que desea hacer un buen trabajo debe afilar primero sus herramientas. En cualquier país donde se establece ofrece sus servicios al más virtuoso de los ministros y hace amigos de aquellos que cultivan la humanidad. No obstante, ya con experiencia de vida para evitar un mal mayor es capaz de aliarse con alguien para aconsejar y prevenir. (Analectas 1.1, -2.12. -2.13.- 15.10.-17.7.)
Una persona noble trabaja en lo esencial «hacerse humanidad» y con ello asegura el desarrollo de un camino armónica consigo mismo, con los otros y el entorno. Hace de su vida un continuo aprendizaje para alcanzar la verdad. Una persona noble es diligente en su trabajo y prudente en su hablar. (Analectas 1.2-19.7.)
Una persona noble valora la lealtad y la fidelidad, es profundo y digno de confianza, sabe elegir sus amistades, acepta la corrección y corrige su proceder erróneo. ¿Dónde podría haber adquirido sus cualidades?. Un noble se siente afortunado; cada vez que comete un error, siempre hay alguien para señalarlo. (Analectas 1.8.- 5.3.-7,31)
Una persona noble está siempre bien informada para no ser seducido, engañado ni extraviado, engañado, seducido por la mentira. Por eso amplía sus conocimientos y conoce la realidad para no equivocarse en sus determinaciones y saber defender sus convicciones. No llegará a sabio pero es capaz de sus propias reflexiones. Además su amplio conocimiento le permite identificar sus límites por lo que medita y las posibilidades que se deje llevar por el mal son mínimas. Un ser noble detesta seguir la corriente de la opinión pública: toda la suciedad del mundo flota en ella. (Analectas, 6.26.-6.27.- 7,26-12.15. -19.20)
¡Un ser noble valora realmente la virtud! Se preocupa por encontrar la Vía, no busca un medio de vida, no se preocupa de que tal vez siga siendo pobre. (Analectas, 14.5. -15.32.)
2) Un ser noble no conoce la mediocridad
Una persona noble se nutre mas no se harta, busca un lugar tranquilo sin exigir comodidad, sabe compartir pero evita la competición (Analectas, 1.14. -3.7.)
Una persona noble aprecia la justicia, el hombre común aprecia lo que le beneficia. (Analectas, 4.16.)
Una persona noble debe ser lento para empezar hablar y rápido para actuar (Analectas, 4.24.)
Una persona noble ayuda a los necesitados, no hace aún más ricos a los ricos. (Analectas, 6.4.)
Una persona noble es el resultado del equilibrio entre la naturaleza y la cultura. Cuando la naturaleza prevalece sobre la cultura, se tiene a un salvaje; cuando la cultura prevalece sobre la naturaleza, se tiene a un pedante. Si es verdad que la naturaleza ayuda, la cultura favorece hombres y mujeres nobles. (Analectas, 6.18.-12.8.)
Una persona noble es tolerante y libre; un hombre mediocre siempre está lleno de ansiedad y temor. (Analectas, 7.37.)
Una persona noble busca la armonía, pero no el conformismo. Un hombre común, busca el conformismo, pero no la armonía. (Analectas, 13.23.)
Es fácil trabajar para un ser noble, pero no es fácil complacerlo. Si intentas complacerlo con actos inmorales, no estará complacido; pero nunca pide nada que esté más allá de vuestra capacidad. No es fácil trabajar para un hombre común, pero es fácil complacerlo. Intenta complacerlo, incluso con un proceder inmoral, y quedará complacido; pero sus demandas no conocen límites. (Analectas, 13.25.)
Un ser noble muestra autoridad, pero no arrogancia. Un hombre común muestra arrogancia, pero no autoridad. (Analectas, 13.26.)
No siempre los seres nobles logran la plenitud de la humanidad. Los hombres mezquinos nunca la logran. (Analectas, 14.6.)
Un ser noble aspira a la benevolencia, un hombre común aspira a los bienes materiales. (Analectas, 14.23.)
Un ser noble sabe educar a los suyos, sabe mantener su posición en alguna conversación y es capaz de situarse en la sociedad. (Analectas, 16.13.)
3) Un ser noble tienen visión de la totalidad manifestada en su sentipensar y actuar
Una persona noble no se limita al detalle o las partes, busca comprender el todo. (Analectas, 2.14)
La versatilidad no corresponde a una persona noble, pero igual puede defenderse ante las vicisitudes de la vida. (Analectas, 9.6)
A un ser noble se le puede confiar un gobierno, es capaz de expresar cualquier cosa que conciba y debe ser capaz de hacer cualquier cosa que diga. El tema del lenguaje no lo deja nada al azar. Su primera iniciativa sería rectificar nombres. Si los nombres no se corrigen, el lenguaje carece de objeto. Cuando el lenguaje carece de objeto, no puede llevarse a cabo ningún asunto. Cuando no puede llevarse a cabo ningún asunto, languidecen las instituciones y el mundo de la vida. Los castigos y las penas equivocaran su blanco y los ciudadanos no sabrán dónde están. (Analectas, 13.3.)
Una persona noble se comporta con honor y, cuando se le envía en misión hace lo que es correcto. Se puede confiar en su palabra; acaba todo lo que emprende (Analectas, 13.20.)
Un ser noble no discute ni critica lo que está encima de su puesto. Y se avergüenza si sus obras no están a la altura de sus palabras. (Analectas, 14.26.-14.27.)
Un ser noble bajo un buen gobierno es recto como una flecha; bajo un mal gobierno, seguía siendo recto como una flecha. Bajo un buen gobierno, utilizaba sus talentos. Bajo un mal gobierno, los escondía en su corazón. (Analectas, 15.7.)
Un ser noble se exige a sí mismo; un hombre común exige a los demás. Pueden confiársele grandes tareas , ya que no se puede comprobar su capacidad en pequeños asuntos. A un hombre común no se le pueden confiar grandes tareas, pero se puede comprobar su capacidad en pequeños asuntos. 15.34. 15.21.
Un ser noble aborrece a las personas que inventan excusas para sus acciones en lugar de afirmar sencillamente: «Es esto lo que quiero». (Analectas, 16.1)
Un ser noble presta atención en nueve circunstancias:
— Cuando mira, para ver con claridad.
— Cuando escucha, para oír sin confusión.
— En su expresión, para ser amistoso.
— En su actitud, para ser respetuoso.
— En sus palabras, para ser leal.
— En sus obligaciones, para ser responsable.
— Cuando duda, para cuestionar.
— Cuando está enfadado, para reflexionar sobre las consecuencias.
— Cuando obtiene un beneficio, para considerar si es justo. (Analectas, 16.10.)
Un ser noble no se aleja de sus congéneres por considerar el mundo perdido o simplemente para conservar la paz y la pureza porque no prevalece la Vía. No se pueden descartar las relaciones humanas más esenciales. Solo entre los seres humanos se puede hacer los cambios y las transformaciones necesarias. Si el mundo de la vida siguiera la Vía no habría necesidad de esa tarea. No está bien retirarse de la vida pública y de las obligaciones y corresponsabilidad como ciudadano. (Analectas, 18.6.-18.7.)
Un ser noble gana primero la confianza de su gente y después puede movilizarla. Sin esa confianza, ésta se puede sentir utilizada. Primero gana la confianza de sus superiores y después puede presentarle críticas. Sin esta confianza, su superior puede sentir que está siendo calumniado. (Analectas, 19.10.)
Un ser noble con una sola palabra, revela su sabiduría; con una sola palabra, revela su ignorancia, y es por esto por lo que las mide cuidadosamente. (Analectas, 19.25.)
Un ser noble está calificado para gobernar porque cultiva los cinco tesoros y evita los cuatro males: es generoso sin tener que gastar; hace trabajar a la gente sin que ésta se queje; tiene ambición pero no rapacidad; posee autoridad, pero no arrogancia; es severo, pero no fiero. ¿Cómo lo hace? Cuando deja que la gente haga lo que es beneficioso para ella, ¿no está siendo generoso sin tener que gastar? Si hace que la gente trabaje sólo en lo que es razonable, ¿quién se quejará? Si su ambición es la humanidad y la realizas, ¿qué espacio queda para la rapacidad? Un ser noble trata igualmente a los muchos y a los pocos, a los humildes y a los grandes, presta la misma atención a todos: ¿acaso no es eso tener autoridad sin arrogancia? Se viste correctamente, su mirada es recta, la gente lo mira con respeto. (Analectas, 20.2)
Un ser noble comprende su propósito, entiende como debe establecerse y sabe entender y comunicarse con los demás. (Analectas, 20.3.)
4) La presencia de un ser noble es estimada por todos
Una persona noble es deseada en todos los lugares, su presencia manifiesta que algo bueno va a ocurrir. «El Cielo va a servirse del noble para tocar a rebato.» (Analectas, 3.24.)
Era digno en su conducta privada, respetuoso en el servicio a su señor, generoso con el pueblo y justo con el trabajo de éste. Sus parientes alaban su piedad filial y los vecinos de su pueblo elogian la forma en que respeta a los ancianos. (Analectas, 5.16.-13,20 )
Cuando un ser noble trata a sus propios familiares con generosidad, las personas ordinarias son atraídas a la bondad. Gracias a su disciplina de vida, su cortesía, su prudencia, su valor y su franqueza no es de apariencia. (Analectas, 8.2.)
A un ser noble puedes confiarle el cuidado de un huérfano, puedes confiarle el gobierno de todo un país; si lo ponéis a prueba, permanece inalterable. Debido a su reverencia y diligencia, trata a los demás con deferencia y cortesía, todos los que se hallan dentro de los Cuatro Mares son sus hermanos. Un ser noble no descuida a sus parientes. No da la oportunidad a sus ministros de quejarse de que no se confía en ellos. Sin una grave causa, no despide a los viejos vasallos. De nadie espera la perfección. (Analectas, 8.6.- 12.5.-18.10.)
Cuando un noble se establece en un espacio social, quienes les rodean modificaran sus conductas y comportamientos a favor de su humanidad. Su presencia trae bienestar espiritual . Una persona noble saca lo mejor de la gente, no lo peor. Un hombre del vulgo hace lo opuesto. La fuerza moral de un ser noble es viento, la fuerza moral de un hombre ordinario es hierba. Ante el viento, la hierba ha de inclinarse. Por eso un gobernante debe hacerse acompañar de gente noble, que desean lo bueno y ayuda a ser la gente buena. Solo así pueden ayudar no solo a la gente honesta sino incluso a los que están fuera de la ley. (Analectas, 12.16.-9.14.- 11.26.-12.19.)
Un ser noble hace amigos gracias a su cultura y con ellos cultiva su humanidad. (Analectas, 12.24.)
Un ser noble sabe actuar conforme la ocasión. Actúa conforme establecido por las normas de convivencia del lugar, habla de él con modestia y, por medio de la buena fe, lo hace fructificar. (Analectas, 10.6.)
Un ser noble muestra cordialidad y una atención exigente. La atención exigente hacia los amigos y la cordialidad hacia los hermanos. (Analectas, 13.28.)
Un ser noble cultivando su virtud, extiende la paz a sus vecinos y expande su paz a todo el mundo. No podrían haberse puesto un objetivo más alto. (Analectas, 14.42.)
Un ser noble no aprueba a una persona por expresar determinada opinión, ni rechaza una opinión por ser expresada por determinada persona. (Analectas, 15.23.)
Cuando se espera a un caballero, hay que evitar tres errores. Es imprudente hablar antes de haber sido invitado a ello. Es excesiva reserva no hablar cuando se es invitado a ello. Es ceguera hablar sin observar la expresión del caballero. (Analectas, 16.6.)
Un ser noble que cultiva la Vía ama a todos sin excepción; y en su amor cultiva en todos, la bondad, verdad y belleza. Y los hace mejores ciudadanos. (Analectas, 17.4)
Un ser noble respeta a los sabios y tolera a los mediocres; alaba a los buenos y tiene compasión por los incapaces. Si tengo una gran sabiduría, ¿a quién no toleraría? Si no tengo una gran sabiduría, las personas me evitarán; ¿cómo podría entonces evitarlas yo a ellas? (Analectas, 19.3)
Un ser noble produce tres tipos de impresiones: si lo miráis de lejos, parece severo. Si os acercáis, es amistoso. Si oyes lo que dice, es incisivo. (Analectas, 19.9.)
Cuando un ser noble comente un error todo el mundo lo advierte; corrige su error, y todo el mundo lo admira. (Analectas, 19.21.)
5) Ser Noble es un guerrero que no se deja llevar por los dictámenes del mundo
Un ser noble no busca la riqueza ni la fama si para obtenerlo va contra sus principios. Pero tampoco escapa de la pobreza y oscuridad si tiene que ir contra sus principios. Acepta su suerte. Tampoco traiciona la benevolencia ni se aparta de la virtud, Un noble se aferra a estas dos en las pruebas y tribulaciones. (Analectas, 4.5.)
En los asuntos del mundo, un noble no tiene una posición predeterminada: adopta la posición que es justa y toma la justicia como base. Un ser noble pone la justicia por encima de todo. Si es valiente, pero que no es justo, puede convertirse en un rebelde. No así el mediocre que es valiente, pero no justo, puede convertirse en un bandido. (Analectas, 4.10.- 15.18. -17.23. )
Una persona noble sigue la Vía, pone especial atención en tres cosas: en su actitud, evita la temeridad y la arrogancia; en su expresión, se atiene a la buena fe; en sus palabras, renuncia a la vulgaridad y al sinsentido. (Analectas, 8.4)
Un ser noble no tiene pesar ni miedo. porque siendo su conciencia sin tacha, ¿cómo podría sentir pesar?, ¿como podría sentir miedo? (Analectas, 12.4.)
Un ser noble se rige por tres principios: su humanidad desconoce la ansiedad; su sabiduría carece de dudas; su valor desconoce el miedo. (Analectas, 14.28.)
Un ser noble puede encontrarse sin duda en la penuria, pero sólo un hombre común puede alterarse por ello. (Analectas, 15.2.)
Un ser noble se resiente por su incompetencia, no por su anonimato. Aunque se preocupa pasar por esta vida sin lograr su destino (Analectas, 15.19. -15.20. )
Un ser noble es digno sin ser agresivo, sociable sin ser partidista. Tiene principios, pero no es rígido. (Analectas, 15.22.-15.37.)
Un ser noble debe ponerse en guardia contra tres peligros. Cuando es joven y la energía de la sangre está alterada, debe guardarse de la lujuria. En su madurez, cuando la energía de la sangre está en su plenitud, debe guardarse de la rabia. En la vejez, cuando la energía de la sangre decae, debe guardarse de la rapacidad. (Analectas, 16.7.)
Un ser noble teme tres cosas. Teme la voluntad del Cielo. Teme a los grandes hombres. Teme las palabras de los santos. Un hombre común no teme la voluntad del Cielo, porque no la conoce. Desprecia la grandeza y ser burla de las palabras de los santos. (Analectas, 16.8.)
Un ser noble detesta a aquellos que se detienen en los defectos de los demás. Detesta a los subordinados que calumnian a sus superiores. Detesta a aquellos cuyo valor no está moderado por maneras civilizadas. Detesta a los impulsivos y obstinados. Detesta a aquellos que plagian fingiendo ser cultos. Detesta a los arrogantes que fingen ser valientes. Detesta a los maledicentes que pretenden ser francos. (Analectas, 17.24.)
Un ser noble cuando afronta el peligro, está preparado para dar su vida; la perspectiva de provecho no le hace olvidar lo que es justo; cuando celebra la vida, lo hace con piedad; cuando está de duelo, expresa su pesar. (Analectas, 19.1)
El ser noble no toma caminos pocos frecuentados.(Analectas, 19.4.)
Para el ser noble ¿cómo puede haber algo inútil? No obstante, sólo un sabio virtuoso sería capaz de aceptar de principio a fin todo lo que ocurre. (Analectas, 19.12)
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