«Con las fuerzas conservadores en alza en muchos lugares, y con la salida de figuras como los presidentes Barack Obama de Estados Unidos, y François Hollande de Francia, muchos en la izquierda, desde socialistas en América Latina hasta ambientalistas en Europa están mirando al pontífice de 80 años en busca de un liderazgo», expresó The Wall Street Journal.
El periódico publicó esta semana un artículo que sustenta cuál es el lugar que ocupa, según el redactor, en la política global Francisco, por sus posicionamientos en temas que son banderas de la izquierda.
En tanto, el autor del reporte, Francis Rocca, que es corresponsal en el Vaticano, destaca especialmente su constante defensa de los pobres, su condena de la desigualdad social, su continuo llamado a proteger el medio ambiente así como su denuncia del orden económico mundial.
Según el diario, el papa muestra una mirada profundamente crítica de la economía de mercado, que equivale a una forma de saqueo en beneficio de unos pocos y a expensas de los pobres y de las futuras generaciones.
Además, se enfrentó a Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, al defender su llamado a abrir las fronteras para recibir a migrantes y refugiados cuando dijo que era «no cristiano» levantar muros, como el republicano advirtió que haría para evitar la llegada de mexicanos, en su mayoría, a Estados Unidos.
Por otra parte, efectuó el Papa tres encuentros anuales consecutivos con movimientos sociales y estuvieron presentes dirigentes muy identificados con ideas de izquierda.
Un ejemplo de referentes políticos de la izquierda que se han acercado al papa Francisco es el político estadounidense Bernie Sanders, quien suspendió la campaña electoral por dos días para ir a visitarlo.
Wall Street Journal entrevistó a Bleu Rainer, activista del movimiento de lucha por los 15 dólares de salario mínimo en Estados Unidos quien precisó: «El papa Francisco inspira a un montón de gente que quiere luchar. Estoy seguro de que si no fuera el rostro de la Iglesia Católica estaría en la calle con nosotros».
En América Latina, ya es un clásico citar que cuando estuvo con el presidente de Bolivia, Evo Morales, emblemático líder de la izquierda regional, el mandatario le regaló una escultura que combinaba un crucifijo con una hoz y un martillo que ahora está en el Vaticano sin ningún disgusto de Francisco.
«La izquierda global vio una oportunidad para apropiarse del prestigio del papa para sus causas», consignó Samuel Gregg, director de investigaciones en el Instituto Acción, para quien el Santo Padre, «introdujo polarización en la Iglesia sobre temas en los que los católicos tienen la libertad para estar en desacuerdo».