Trump: "No necesito informes todos los días, soy inteligente"

El nuevo presidente de EE.UU., Donald Trump, no desea recibir informes diarios de inteligencia, salvo «si algo cambia».

RT.com.-

En la entrevista que concedió este domingo a la cadena Fox News, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que no necesita recibir los informes diarios de inteligencia que reciben los inquilinos de la Casa Blanca porque es «una persona lista» y «no tienen que repetirme las mismas cosas durante los próximos ocho años», con lo cual «cuando haga falta, los pediré».

Para justificar esta afirmación, Trump sostuvo que «primero, la gente que me pone al día es muy buena» y «segundo, siempre les digo que ‘si algo cambia, que me avisen'», porque «estoy a un minuto de distancia».

No obstante, el político republicano reconoció que habrá momentos «en los que las cosas podrían cambiar», en cuyo caso «no solo voy a estar a su disposición todos los días, sino más aún».

La CIA y Rusia

Estas declaraciones de Donald Trump se produjeron después de dos incidentes. El primero implica a Rusia, después de que la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) asegurara que este país había interferido en las elecciones presidenciales norteamericanas.

«Estas son las mismas personas que afirmaron que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva», cuestionóTrump, para quien «la elección terminó hace mucho tiempo con una de las victorias más grandes en la historia del Colegio Electoral», con lo cual «ahora es el momento de seguir adelante».

Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, señaló que «el argumento de que Trump es el favorito de Moscú es un disparate total y un delirio».

China y Taiwan

El otro incidente surgió cuando Trump aceptó una llamada de felicitación por parte de la líder de Taiwán, Tsai Ing-wen y luego difundió el hecho en Twitter. Ese diálogo puso en cuestión la política de ‘una sola China’, que se basa en la relación entre Pekín y Taipéi que Washington respeta desde 1979.

Ante el revuelo generado, el presidente electo de EE.UU. indicó que no desea que China le marque qué tiene que hacer y agregó que comprende esa política, pero no sabe por qué tiene que condicionar su manera de comportarse, a no ser que ambos países alcancen un acuerdo relacionado con otros aspectos, como «el comercio».