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Rodríguez Sendín participó en el Foro de Medicamentos de la Alianza Europea de Salud Pública celebrado en Bruselas, donde abordó, entre otros aspectos, la necesidad de una regulación específica en la Unión Europea para la fijación de precios de los medicamentos.
El Foro de la EPHA en el que intervino el presidente de la OMC, estuvo dedicado al acceso universal y asequible de los medicamentos, organizado bajo los auspicios de la Presidencia de Polonia en la UE, y al que asistieron expertos de diferentes puntos de Europa para analizar la situación actual del acceso a los medicamentos en la UE, la normativa actual en la materia y revisar las principales recomendaciones con el fin de lograr un modelo farmacéutico que dé respuestas reales a las necesidades de salud de los ciudadanos y permita una adecuada innovación farmacéutica.

El presidente de la OMC participó en una mesa redonda en la que se analizó la realidad sobre la accesibilidad de los medicamentos, moderada por la Dra. Deborah Cohen, Editora Asociada, British Medical Journal (BMJ); y con la participación, además, de  Sabine Vogler, jefe del Centro Colaborador de la OMS para Políticas Farmacéuticas de Precios y Reembolso, del Departamento de Farmacoeconomía del Instituto Austriaco de Salud Pública; Beata Stepniewska, directora general adjunta y de Asuntos Regulatorios, de la Asociación Medicamentos para Europa, y Mark Davis, director de Asuntos Gubernamentales y Política – EMEA, Gilead.

Partiendo de la base de que en la actualidad más de 10 millones de seres humanos mueren anualmente por no tener acceso a medicamentos esenciales, subrayó que “el precio excesivo e injustificado de los medicamentos patentados junto con la incapacidad de los gobiernos para reducir sus precios ha provocado que millones de personas no puedan salvar su vida de enfermedades como el sida, la tuberculosis, la malaria, las hepatitis víricas o las enfermedades raras  o no contagiosas”.

Sólo  por causa de la hepatitis C –remarcó- mueren más de 700.000 personas cada año, según datos de la OMS. “Y es que debido a los altos precios de los medicamentos únicamente se han podido tratar hasta ahora entre un 0,5 y un 1 por ciento de las personas afectadas”. Como ejemplo, destacó el caso de los nuevos antivirales de Acción Directa para la Hepatitis C, que han provocado “un escándalo sin precedentes por su elevado precio”, según expresó. Advirtió que cerca de un 10 por ciento de los nuevos medicamentos son innovadores, el resto, según indicó, “son medicamentos iguales con pequeños cambios que no aportan ventajas clíncamente relevantes”.

Ello es una muestra más, añadió, de la insuficiente regulación y la incapacidad de los gobiernos para contrarrestar el uso abusivo de las prerrogativas que otorgan las patentes, ya que pudiendo tomar medidas contra ellas, como las licencias obligatorias, no las aplican. La solución del problema pasa, en su opinión, por revisar las condiciones y aplicación que ofrece la regulación actual de las patentes.

En este sentido, el presidente de la OMC instó a la Comisión Europea a intervenir y establecer mediante la oportuna coordinación políticas de compras de fármacos patentados a precios ajustados a los costes reales de producción y transacción más unos beneficios razonables. Recordó que la Organización Médica Colegial ha pedido en varias ocasiones que se modifique la ley de patentes, “incluso sugirió al Gobierno de España un texto alternativo con el fin de evitar que una empresa pueda abusar con el precio de un fármaco poniendo en juego la salud de las personas”.

El gasto en medicamentos –afirmó- representa un alto porcentaje del gasto sanitario y su crecimiento sin control es un determinante clave para la sostenibilidad de los sistemas sanitarios.  Es por ello que el Dr. Rodríguez Sendín reclamó una regulación específica para la fijación de los precios de los medicamentos, así como medidas que garanticen el acceso equitativo de los ciudadanos, especialmente para aquellos medicamentos considerados imprescindibles para la vida.

El gasto en medicamentos representa un alto porcentaje del gasto sanitario y su crecimiento sin control es un determinante clave para la sostenibilidad de los sistemas sanitarios. “En la UE –a su juicio- necesitamos una regulación específica para la fijación de los precios de los medicamentos, así como medidas que garanticen el acceso equitativo de los ciudadanos, especialmente para aquellos medicamentos considerados imprescindibles para la vida”.

Impulsar la transparencia y la rendición de cuentas es crucial, desde su punto de vista, “para asegurar que el proceso de fijación de precios de los medicamentos no se vea afectado por presiones de la industria farmacéutica sobre gobiernos, reguladores y prescriptores”. La falta de transparencia en las negociaciones de precios, mal llamada confidencialidad,  según expuso, “es una justificación que puede poner en riesgo la limpieza de los procesos de negociación con la impunidad que ofrece el secretismo”.

Respecto a los medicamentos genéricos recomendó manejar solo aquellos “con valor terapéutico establecido”.