En pocos días se cumple un año de la llegada de Mauricio Macri a la presidencia y entre los resultados del primer año de la gestión se destaca la pérdida del valor adquisitivo de los salarios de los trabajadores estatales (un 5 por ciento en promedio) . Es por esto, que desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) calculan que para equiparar el poder de compra de 2015, los estatales deberían cobrar un bono de fin de año que promedie los 6568 pesos y de esa manera revertir la disminución de su poder adquisitivo. Esa cifra es un cálculo que evalúa y promedia la situación de las 23 provincias más la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, si nos adentramos en las condiciones particulares veremos que existen situaciones muy dispares en cada una de las jurisdicciones.
Como se observa en el Cuadro 1, la pérdida de poder adquisitivo en San Juan (-6,52%) es tres veces superior a la sufrida en Catamarca (-2,16%); la de Misiones (-9,07%), más del doble que la de Santa Fé (-4,90%); la de Río Negro (-4,88%) casi la mitad que la de Corrientes (-9,20%), etc. CEPA indica que mientras que en 2015, el poder adquisitivo de los trabajadores estatales se incrementó un 6,24 por ciento promedio, en el presente 2016 se contrajo casi 5 por ciento promedio (4,98% para ser exactos).
Desde CEPA resaltan que “si bien en la mayoría de las provincias en términos nominales el salario creció en 2016 respecto de 2015, en términos reales el resultado es diferente: sólo en dos provincias los estatales no perdieron poder adquisitivo durante 2016 (Salta y Santiago del Estero)”. Esto significa que en 22 de las 24 jurisdicciones (91,6%), los trabajadores estatales vieron disminuido su poder de compra. Es por eso que desde CEPA calcularon los montos que deberían tener los bonos de fin de año en cada una de las provincias para equiparar el poder de compra del año 2015 (hasta el momento 12 provincias confirmaron el pago de un bono de fin de año, 8 lo rechazaron y 4 anunciaron que dependerá de las negociaciones que puedan tener con el gobierno nacional).
Para estimar estos valores tomaron como insumo y referencia el salario de los docentes de cada provincia porque “suele ser representativo de las dinámicas de empleo y gasto público provincial”. Es acá donde nos topamos nuevamente con una situación heterogénea. Como se observa en el Cuadro 2, las situaciones son diversas: los empleados estatales mendocinos necesitarían cobrar un bono de 18.000 pesos; los chubutenses de 3.700 pesos; los catamarqueños de 12.000 pesos; los porteños de 5.600 pesos y los bonaerenses de casi 9.100 pesos. Promediando, como señalábamos al principio, el bono debería rondar los 6.500 pesos, es decir, un 325 por ciento más que el acordado por el gobierno con el triunvirato de la CGT y el anunciado para los estatales nacionales (ambos, de 2.000 pesos).
Es importante destacar que los valores de los bonos (cuadro 2) no necesariamente se corresponden con las pérdidas de poder adquisitivo señaladas en el cuadro precedente (cuadro 1) ¿Por qué? Porque “el poder adquisitivo ganado o perdido en un año depende fuertemente del momento de inicio de pago de los tramos de la paritaria”. Es así que no es igual cobrar un 40 por ciento de aumento anual fraccionado en dos durante el primer semestre del año que cobrarlo dividido en cuatro, al 10 por ciento y cada tres meses. Como señala CEPA, los casos más beneficiados son aquellos cuyos tramos se efectivizan antes en el año calendario.
En la provincia de Buenos Aires, tras varias negativas, María Eugenia Vidal aceptó otorgar un bono para los estatales para el cierre del año. Lo hizo con ciertos condicionamientos. Según informó el diario cooperativo Tiempo Argentino, la gobernadora ofreció otorgar una suba de 3,6 por ciento para el último trimestre del año “más un plus no remunerativo de carácter extraordinario del 10 por ciento en el sueldo básico del trabajador, a pagar en tres cuotas en octubre, noviembre y diciembre”. Sin embargo, su propuesta no finaliza ahí, sino que se estira hasta finales de 2017. Es decir, la gobernadora bonaerense busca cerrar un acuerdo salarial de 15 meses y que le garantice –tanto a ella como al gobierno nacional- cierta estabilidad de cara a las elecciones legislativas del año próximo.A lo ya expresado, Vidal propuso un incremento del 18 por ciento para todo el 2017. El mismo se dividiría en cuatro cuotas de 4,5 por ciento cada una a pagarse en enero, abril, julio y octubre del año próximo. A su vez, la oferta de la gobernadora señala que si la variación del índice de precios al consumidor (IPC) del INDEC supera el incremento salarial pautado “se adecuará este último en el excedente con efecto retroactivo al mes en que se produjo dicho desfasaje”. El documento sostiene que así “el incremento salarial de cada trimestre será la inflación acumulada en ese trimestre o el 4,5 por ciento, el que sea mayor”.
De esta forma, Vidal emula el modus operandi que tanto éxito le dio con los gremios docentes a comienzos de este año. La gobernadora había acordado un 34 por ciento de aumento dividido en dos cuotas y con una cláusula de monitoreo de la inflación. Sin embargo, a mediados del año, cuando los educadores bonaerenses no habían cobrado aún la segunda cuota del aumento y los incrementos tarifarios de luz, gas y agua no habían sido regulados todavía, la reapertura de paritarias les fue denegada en reiteradas ocasiones.
De momento, la propuesta divide a los gremios ya que ATE la rechazó por entenderla como insuficiente, mientras que UPCN, Fegeppba y SOEME anunciaron que la estudiarían.
@mpsosa88
Fuente: http://www.nuestrasvoces.com.ar/entendiendo-las-noticias/salarios-por-el-piso/