RT.com.- En febrero de 1959 Fidel Castro se convirtió en el primer ministro de Cuba. Desde entonces, de acuerdo con Fabián Escalante, a cargo de su protección durante la mayor parte de su mandato, Fidel ha sobrevivido a más de 600 intentos de asesinato.
1. Mujer fatal. Marita Lorenz, considerada como una de las muchas ‘novias’ de Castro, supuestamente aceptó una oferta de la CIA en la que ella le haría ingerir cápsulas envenenadas. Lorenz se las arregló para introducir las pastillas en el dormitorio de Fidel, pero acabó guardándolas en su tarro de crema hidratante, por lo que las píldoras se disolvieron en la crema y ella se vio obligada a desistir del plan.
2. El traje envenenado. En 1975, el Comité de Inteligencia del Senado de EE.UU. afirmó que había pruebas concretas «de un plan para obsequiar a Castro con un traje de neopreno forrado con esporas y bacterias que le provocarían una grave enfermedad en la piel (o tal vez algo peor)». El plan supuestamente involucraba al abogado estadounidense James B. Donovan, quien debía entregar a Castro el traje durante la negociación para liberar a los prisioneros de bahía de Cochinos. Según informó AP en 1975, el plan fue abortado «cuando Donovan entregó a Castro un traje de buceo diferente por iniciativa propia».
3. Pluma-jeringa hipodérmica. La CIA equipó una pluma estilográfica con una aguja hipodérmica tan fina que Castro no podría darse cuenta cuando alguien chocara contra él inyectándole un potentísimo veneno. Este plan también falló.
4. Un puro explosivo. Supuestamente la CIA habría tratado de eliminar a Fidel Castro usando un explosivo envuelto en un puro, tan potente como para hacer volar su cabeza por los aires. En 1967, el diario ‘Saturday Evening Post’ informó que la Agencia ofreció a un oficial de la Policía de Nueva York llevar a cabo el plan durante la visita de Castro a las Naciones Unidas en septiembre de 1960. El atentado no se realizó.
5. Un puro venenoso. Tras el intento fallido de matar a Fidel con un puro explosivo, la CIA no renunció a acabar con el líder cubano a través del tabaco, por lo que la agencia contrató a un agente doble para que hiciera llegar a Castro un puro envenenado con toxina botulínica, capaz de matarle en un breve espacio de tiempo. Sin embargo, si bien el agente llegó a recibir la futura ‘arma’, no fue capaz finalmente de llevar a cabo el atentado.
6. La caracola explosiva. Sabiendo que a Castro le gusta bucear, la CIA planeó colocar un artefacto explosivo en una concha de caracol en uno de los lugares favoritos de Fidel para practicar este deporte. La Agencia preparó una caracola con colores brillantes y de aspecto lo suficientemente inusual como para atraer la atención del líder revolucionario, asegurándose de que estuviera lo suficientemente cerca de la concha cuando esta explotara como para quitarle la vida. El plan tampoco tuvo éxito.
7. Nair. De acuerdo con el citado informe del Comité de Inteligencia del Senado estadounidense de 1975, EE.UU. creía que parte del poder de Castro residía en su barba. La CIA calculó que la pérdida de la barba mostraría a los cubanos que Castro era débil y falible. Así, un plan a medio esbozar contempló poner sal de talio (un producto químico que se usa en productos depilatorios como Nair) en los zapatos de Fidel Castro o en uno de sus puros. El producto químico sería absorbido o inhalado por el líder, provocando la caída de su vello facial, el plan tampoco se llevó a cabo.
8. LSD. En lo que fue un esfuerzo no tanto por matar a Fidel, sino para desacreditarlo, la CIA habría contemplado gasear una estación de radio donde Castro estaba dando una transmisión en directo, con un aerosol que contenía una sustancia similar al LSD. La idea era que cuando Fidel enloqueciera mientras se dirigía en vivo a la nación, los cubanos pensaran que su líder había perdido la razón y dejaran de confiar en él.
9. Pañuelo con bacterias mortales. En su aparente obsesión por llenar a Fidel de bacterias nocivas y de toxinas, la Agencia también consideró hacerle llegar un pañuelo impregnado de bacterias que le provocarían una grave enfermedad.
10. El batido envenenado. Según Escalante, lo más cerca que la CIA estuvo de matar a Fidel Castro fue cuando por poco logra hacerle beber un batido mortal en 1963. El intento salió mal cuando la pastilla que debía envenenar el batido se quedó pegada a la nevera del hotel Hilton de La Habana en la que se encontraba. Cuando el ‘camarero-asesino’ trató de despegarla, la cápsula se abrió, derramándose su veneno.