Hersh Zakheim
Este articulo pretende entender, que la cultura Disney en USA, esta aun subjetivamente vigente en el pueblo llano , como lo demostraron las últimas elecciones presidenciales, pero ahora en un mundo que no es el mismo de ayer y quiere sacudirse esa adicción a las historietas del capitalismo.
Décadas atrás, mientras USA le vendía al mundo, el cuentito de que era un Paraíso en la tierra, donde todos sus habitantes tenían la oportunidad de desarrollarse y ser felices.
Mientras también contaban que Walt Disney, era un simpático señor que dibujaba muñecos, inocentes para los niños, entre los cuales ocupaba un lugar trascendente el Pato Donald, sus sobrinos y el tío rico Mc Pato.
Mientras eso ocurría, don Walt, se enriquecía económicamente, vendiéndole a la familia norteamericana y al mundo, empezando por sus niños, la ideología injusta, estúpida y criminal del Capitalismo, en la edad en todo se aprende y se graba
Del Pato Donald y demás personajes de Disney, se ocuparon detalladamente Ariel Dorfman y Armand Mattelart, en su excelente libro “Para leer al Pato Donald “ publicado por Editores Siglo XXI en 1972
En ese libro, los autores demostraron que las historietas del Pato Donald, eran uno de los medios más efectivos, para la penetración ideológica y cultural del Imperialismo yanqui, en los países subdesarrollados.
Basta observar que los Patos de las historietas, solo tenían relaciones monetarias entre sí, y la recompensa a una «buena acción» era únicamente económica. Perder dinero o cualquier otra perdida material, era para los Patos su mayor desgracia.
Las historietas también mostraban constantemente, que los pueblos primitivos de cualquier lugar en África. Latinoamérica o Asia, eran inferiores a los yanquis blancos.
Esas ideas se las vendían semanalmente a los niños y a los adultos, en los mismos países a los que denostaban.
Con la fundación de la primera Disneylandia en USA, y posteriormente con el avance del Imperio yanqui sobre Japón y Europa, extendió sus sucursales con su ideología incluida por el mundo.
Disneylandia constituyo desde el inicio, un Bastión de la superficialidad y del consumismo, tonto y enfermante de la cultura norteamericana.
Y para comprobarlo en USA mismo, no hay que entrar a Disneylandia, basta esperar a la salida a los mismos visitantes norteamericanos y verlos salir atiborrados de juguetes inútiles y bolsas de compras, con los rostros cansados, inexpresivos y abotargados de la comida chatarra consumida.
Pero en estos días, en la última a elección Presidencial en la USA de la cultura Disney, hemos comprobado que el Pato Donald y sus sobrinos, debieron recurrir nuevamente al Tío Rico, y todo porque Disneylandia esta confusa y asustada.
Y así lo enseño Disney, cuando el Pato Donald y sus sobrinos tienen problemas y situaciones difíciles, hay que recurrir al Tío Rico.
De aquel idílico Reino y sus Castillos de juguete, de sus Princesas y Príncipes, de sus Ratones y Patos felices, ha devenido en un país real de muchos pobres, de sueños incumplidos para la inmensa mayoría.
Los pueblos primitivos, de los que los Patitos se burlaban, están ahora en sus calles pidiendo de comer. Porque los trajeron, para que hagan el trabajo pesado que los sobrinos de Donald no querían…. y ahora molestan.
Porque muchos han perdido sus casas, y duermen en autos y en carpas, porque están ya empezando a preocuparse de que sus patrones y Corporaciones, mandan a matar a los pueblos de lejanos países, para ayudar a ganar dinero a sus capitalistas, porque no tienen trabajo ni perspectivas de conseguirlo.
Pero claro el mundo real no es Disneylandia, así que el Tío Rico Donald Trump, no va a poder solucionar la cosa al estilo Disney, ahora enfrentan una pesadilla y es que el mundo circundante, alrededor de Disneylandia, empieza lenta pero constantemente, a sacudirse el sopor de las historietas del capitalismo norteamericano.
Afectuosamente