M.H.: Me imagino que estarás palpitando la contienda electoral entre Trump y Hillary Clinton.
J.P.: Sí. Estamos analizando cómo pueden terminar los resultados.
M.H.: ¿Tenes algún pálpito?
J.P.: Tenemos algunas hipótesis. Hemos recibido la noticia de que hay una enorme participación, que supera cualquier otra vista en los últimos 50 años. El candidato que atraiga a votar a las grandes masas va a ganar las elecciones, pero no está claro si los numerosos votantes van por Clinton o por Trump. En todo caso, a pesar de que los candidatos no son muy favorables, el electorado cree que hay un mal menor en estas elecciones.
M.H.: Saliendo para la radio prendí la TV argentina y señalaba que Trump habría denunciado fraude.
J.P.: Hemos tenido información de que en algunos estados los registradores han permitido la entrada a votantes dos horas más allá del tiempo. En otros estados han encontrado algunas computadoras que solo registran el voto para Clinton, incluso personas que votaron por Trump terminan con el voto a favor de Clinton. Los registradores dijeron que han arreglado el problema, pero quién sabe.
M.H.: ¿Cómo se explica que la ventaja que tenía hace 15 días Hillary Clinton en las encuestas, se haya achicado tanto en los últimos días?
J.P.: Hay varias hipótesis, una es que el escándalo con el FBI, donde descubrieron que hay otros documentos y correspondencia de Clinton que podrían resultar en reabrir la investigación sobre los crímenes contra la seguridad del Estado. Aunque en los últimos días descartaron esta posibilidad, el daño ya está hecho. El segundo tema es que las encuestas no capturaban los votantes silenciosos, la gente que no querían declarar pero que eran votantes de Trump, ahora aparecieron todos éstos que antes no se registraban. Lo que llama Trump “la mayoría silenciosa”.
M.H.: ¿Esa mayoría silenciosa a qué sectores sociales responde?
J.P.: Yo creo que a dos sectores principalmente, los trabajadores blancos que sienten miedo frente a la avalancha de ataques que los medios han lanzado en los últimos tiempos y la otra posibilidad que creo también factible es la pequeña y mediana manufactura y comerciantes que se sienten perjudicados por las importaciones y están atraídos por el voto proteccionista de Trump.
M.H.: ¿Trump representa de alguna manera un nuevo sueño americano?
J.P.: Representa la reindustrialización de EE. UU., la reincorporación de los trabajadores mal pagados a nuevas industrias que puedan pagar mejores salarios a los trabajadores manufactureros y los que creen que todos los sistemas políticos anteriores descuidaron a la clase trabajadora mal pagada y pobre blanca. Sin embargo, solo se habla de minorías, de Wall Street, de todos, menos de los trabajadores blancos mal pagados.
M.H.: ¿La irrupción de Trump es comparable al Brexit británico?
J.P.: No. No creo. Es algo único en la combinación de derecha populista. Es una política aparentemente peronista pero, por otro lado, es una política menemista. Entonces es una combinación de populismo y derechismo.
M.H.: Me llamó la atención la cantidad de candidatas mujeres. No solamente estaba Hillary, sino también Jill Stein en el Partido Verde, Allyson Kennedy del Partido Socialista de los Trabajadores y Gloria de la Riva del Partido por el socialismo y la liberación. ¿Qué está expresando esto?
J.P.: Obviamente las mujeres están tomando más protagonismo. Está la lucha por la igualdad de género, está la sensación de que las mujeres tienen más inserción en la política cotidiana y hay mucha sensación de que muchos políticos sienten que están agotando las atracciones electorales, que las mujeres pueden ofrecer algo fresco. Pero hemos visto que las mujeres pueden ser tan sangrientas y reaccionarias como cualquier hombre. Hillary Clinton encabezó 7 guerras en los 5 años que fue Canciller.
M.H.: ¿Querés agregar algo más?
J.P.: Lo importante aquí es que la participación ha aumentado, pero no hay una clarificación en la gente. La gente está votando más en contra que a favor, ambos candidatos son vistos de una forma desfavorable. En todo caso, el hecho de que la gente esté activa y no pasiva es algo positivo y podría influir en el futuro. Obviamente hay mucha frustración, mucho sentimiento de exclusión y marginalidad. Pero una vez que la gente se mete en cualquier proceso político, podría tener consecuencias para el progresismo en el futuro.