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Winston A. Lozada C.-Aporrea

Hillary Clinton, Usted y su esposo tienen estirpe de terroristas de estado, ya que El como presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, en la década de los años 90 del siglo XX, planifico, autorizo y llevo a cabo la política de desestabilización política, económica y social en contra de la antigua Yugoslavia, único país que luego de la desintegración de la Unión Soviética, aún mantenía integrados a varios países de la Europa Oriental (Serbia, Croacia, Macedonia, Montenegro, Eslovenia, y Bosnia-Herzegovina) en una Federación de Naciones, que había roto en buena medida con el Modo de Producción Capitalista, y alcanzado éxitos importantes en su modelo de Socialismo. El Gobierno Clinton ordeno el saboteo de la economía Yugoslava, exacerbo las contradicciones culturales y religiosas de esos pueblos para convertirlos en enemigos entre ellos, y luego procedió a atacarlos con todo el inmenso poder militar a su disposición, para destruir, fundamentalmente, toda la infraestructura de Serbia, asesinar y herir a miles de habitantes civiles e inocentes, y hacer prisionero al presidente legítimo Slobodan Milosevic, para años más tarde envenenarlo en una cárcel de un país de la OTAN.

Señora Clinton, la destrucción y la aniquilación del Socialismo de la Federación Yugoslava, fue el mejor curso de saboteo, de terrorismo de estado, y de claro genocidio, que usted pudo haber recibido directamente de su marido, pero lo más importante para usted fue haber comprendido, que con las credenciales de ser una terrorista de estado y una genocida, podría ganarse fácil y rápidamente la confianza de sus amos imperiales, para intentar lograr el servil empleo de presidente de su país en un futuro cercano. El fino cálculo político de su hábil esposo les acerco a ese proyecto de familia terrorista, cuando en el año 2.008 le ofrecieron el apoyo de su apellido y de su aparato político, al candidato afrodescendiente Barack Obama, a cambio de que designara a Hillary Clinton como la secretaria de estado, es decir, la secretaria del espionaje, del saboteo económico, de las invasiones, de los asesinatos políticos y de la guerra «preventiva» para preservar al Capitalismo.

Lograda la estratégica posición de Secretaria de Estado, en el primer gobierno de Barack Obama durante el periodo 2.009 al 2.012, Usted comenzó a viabilizar el plan de desestabilización de los países del Norte de África conocido como la «Primavera Árabe», que apuntaba desde su siniestra concepción política por parte de la CIA, al derrocamiento de los gobiernos soberanos, populares, inclusivos, laicos, y anti sionistas de Libia y de Siria, ocupándose personalmente de posicionar mediáticamente a nivel mundial la matriz de opinión, de que solo se trataba de revoluciones espontaneas de los pueblos sometidos de Túnez y de Egipto, en contra de los regímenes corruptos, nepoticos y dictatoriales de esos países, y en procura del modelo occidental de «Libertad, Democracia y Progreso» para los habitantes de dichas naciones.

Con toda la experiencia adquirida por Usted, en la criminalización reiterada del presidente Milosevic en Yugoslavia y su posterior derrocamiento y asesinato, se inician las acciones terroristas contenidas en esa perversa «Primavera Árabe», contra los gobiernos soberanos de Libia y de Siria a principios del año 2.011, cuando súbita e inesperadamente se difundió la noticia por los aparatos de propaganda imperiales y coloniales, que las fuerzas militares y policiales del gobierno de M. Gadaffi, «reprimieron violentamente» a unos manifestantes «pacíficos» en Bengazi (para ese entonces infiltrada por todas las agencias de conspiración y saboteo de la Otan), la capital petrolera de Libia y la segunda más poblada del país. Obviamente, y como era de esperarse de acuerdo al guion terrorista, ese hecho represivo causaría una profunda indignación en el concierto de las naciones que conforman la OTAN, muy preocupadas por la violación de los DDHH de la población civil de Libia, y sería el motivo político para que Ud. personalmente solicitara la condena y expulsión del gobierno de Gadaffi ante el Concejo de DDHH de la ONU.

Esa decisión mayoritaria de ese concejo de la ONU, impuesta mediante el uso del chantaje político a los países europeos, y de las presiones económicas a los países más pobres de África, Asia y América Latina y el Caribe, era en esencia un triunfo político y diplomático personal para Ud. y su gobierno terrorista presidido por Barack Obama. Pero ese triunfo en la ONU no era suficiente, para derrotar políticamente a Gadaffi en el seno del Pueblo Libio, y la inédita experiencia de un Socialismo con las características de la Nación Árabe, así como tampoco, para mermar su amplio respaldo en las fuerzas armadas Libias, que ya habían iniciado un rápido y victorioso ataque en contra de las fuerzas contrarrevolucionarias, y de las numerosas y bien entrenadas fuerzas invasoras que habían sido infiltradas en Bengazi, por todas las agencias de sabotaje de la OTAN, y además dotadas con un gran arsenal de armamento y de sistemas de comunicación de la más moderna tecnología.

Como la alumna más destacada de su marido Bill Clinton, durante la guerra declarada por El para destruir a la Federación Yugoslava, derrocar a su presidente Milosevic y luego asesinarlo, y acabar con su experiencia socialista, Ud. ya sabía que era imprescindible derrotar militarmente al Coronel Gadaffi, por lo que era necesario contar con una resolución del Concejo de Seguridad de la ONU, para poder establecer una Zona de Exclusión Aérea (ZEA), que le impidiera a la aviación Libia sobrevolar en su propio espacio aéreo, para defender a su Patria de las fuerzas invasoras. Nuevamente Ud. tiene éxito al lograr que los gobiernos de Rusia y de China condenaran al gobierno Libio (Rusia por acción y China por omisión), y le permitieran a la OTAN liderada por los Estados Unidos apoderarse del espacio aéreo de Libia, para dar inicio a uno de los más intensos, cobardes y crueles bombardeos de los últimos años.

Con una Zona de Exclusión Aérea a favor de los criminales de la OTAN, se frena todo el avance de las fuerzas Libias para derrotar a las fuerzas invasoras y poder recuperar a Bengazi, y por el contrario se concreta la muerte de miles de soldados libios caídos en desigual combate, la destrucción de todas las instalaciones militares y sus respectivos equipos de combate. De manera vertiginosa El Pueblo Libio (al igual que lo sufrieron los Pueblos de la Federación Yugoslava) comienza a sufrir los efectos catastróficos de la mayor agresión militar de toda su historia como país soberano

Nuevamente el matrimonio Clinton, en esta oportunidad la criminal Hillary en el rol estelar, ha logrado la demonización a nivel mundial del líder de una nación independiente y soberana, fingen la violación de los DDHH del pueblo Libio para justificar la invasión de su territorio patrio, le confiscan cual corsarios ingleses 200 mil millones de US dólares producto de su renta petrolera, logran la autorización de la desprestigiada y autoritaria ONU, para bombardear y asesinar a decenas de miles de sus ciudadanos, para destruir sus viviendas, sus hospitales, sus escuelas, sus fábricas, sus acueductos, sus plantas eléctricas, sus campos de cultivo y sus animales.

Pero a Hillary Clinton, tal como una implacable caza recompensa del siglo XVIII de su país, le falta alcanzar el objetivo principal de esta nueva cruzada del capital mundial y su religión cristiana, para poder tener los méritos que avalen su futura candidatura a presidenta de los estados unidos, El Coronel Gadaffi. Las ordenes de Hillary Clinton como la toda poderosa secretaria de estado del Imperio Yankee, eran encontrar y asesinar al valiente y arrojado Coronel Gadaffi, quien a diferencia de Sadam Hussein en Irak, se propuso organizar una guerra de resistencia clandestina, para tratar de liberar a la Patria Libia de los nuevos cruzados europeos del siglo XXI.

Conocemos la historia, el temerario Coronel Gadaffi fue herido y capturado por los mercenarios pagados por la CIA, quienes de acuerdo a las instrucciones emanadas desde Washington, antes de asesinarlo vil y cobardemente, grabaron en video para los archivos del gobierno gringo, escenas cuando le sometían a una tortura cruel y deshonrosa, para que la genocida Hillary Clinton disfrutara macabramente el estoico sufrimiento del Coronel Gadaffi, y Ella sintiendo una sádica emoción pronunciara públicamente y por televisión, Yo vine, Yo vi, y El Murió.

Ojala la Revolución Libia algún día pueda decir: Vino, la Vimos y la Fusilamos.

Bolívar y Chávez Viven. La lucha sigue.

Hasta la Victoria Siempre, Comandantes.

Venceremos!