Manuel Yepe
The Nation, la acreditada revista liberal de izquierda de EEUU, que
ofreciera un sólido apoyo a la candidatura de Bernie Sanders en las
primarias del partido demócrata, anunció que endosará la aspiración
presidencial de Hillary Clinton, «porque ve en ella un número de cosas
positivas que podrían hacer de ella una buena Presidente, aunque
reconoce que la izquierda tendría que luchar con ella en diversas
áreas si llega al cargo».
El Consejo editorial de The Nation señala como positiva la oportunidad
histórica de elegir Presidente a una mujer por primera vez en la
historia de Estados Unidos. Argumenta que «a lo largo de su carrera
pública, Clinton ha demostrado inteligencia, tenacidad, ética y
seriedad de propósito. Como estudiante de derecho, le fue dado exponer
la discriminación racial existente en las escuelas privadas de
Alabama. Aunque se pueda discrepar de algunas de sus soluciones,
Clinton ha sido una enérgica defensora de la reforma sanitaria desde
la época en que quien gobernaba era su marido».
Según The Nation, Hillary Clinton ha defendido a escala mundial por
más de 20 años los derechos de las mujeres, las niñas y los
discapacitados. Ha dicho que es partidaria de accionar en los temas
del cambio climático, la reforma de justicia penal, la igualdad de los
LGBT, el respeto hacia los inmigrantes, la libración de deudas a los
estudiantes de la educación superior y la expansión de la seguridad
social. Se ha pronunciado por una opción pública que no vea la
atención de salud como negocio y por un impulso grande al salario
mínimo. Gracias a la ola populista -y su disposición a escucharla-,
Clinton propugna la plataforma más progresista del partido demócrata
en la historia moderna. Habrá que ver si será ésta la que ponga en
ejecución si resulta electa Presidente.
Según The Nation, Hillary no sólo debe derrotar a Trump, tiene que
demolerlo. Si no logra una victoria en grande y los demócratas no
hacen avances significativos en el Congreso, la obstrucción se
mantendrá en el orden del día, y todo progreso será bloqueado cuando
el país más desesperadamente necesita alistarse para una renovación
radical.
The Nation considera que los nuevos movimientos sociales, ya sean
nacidos de Occupy Wall Street, la justicia climática, las lucha por el
incremento del salario básico, o en respuesta a la violencia policial
en las comunidades de color, deben ser animados y tenidos en cuenta,
no apaciguados ni desatendidos. «Hillary no es una aliada perfecta
para esto, nos preocupa su inclinación a la triangulación y el
compromiso, pero a lo largo de la campaña, ella ha mostrado ser una
hábil política, dispuesta a tomar la medida de los movimientos y el
pulso de su partido y responder con propiedad.
Con palabras de Sanders, The Nation afirma que, «no vamos a decirles
que Hillary Clinton va a ser buena en todos estos temas… Estamos
diciéndoles que en muchos temas sus puntos de vista son progresistas y
en algunas áreas incluso impresionantes. Donde no son progresistas,
tendremos que empujarla.»
La política exterior de Clinton también plantea serias dudas por sus
viejos nexos con Wall Street y las corporaciones. Ha mostrado ciertos
reflejos propios de halcones adoptando posiciones a la derecha del
Presidente Obama. Ella ha apostado por los cambios de régimen en
Honduras, Libia y Siria, ha defendido el criterio de que Estados
Unidos es la «nación indispensable» con derecho a ser policía del
mundo. Sus estrechos puntos de vista sobre Israel y Palestina no
ofrecen tranquilidad alguna a quienes anhelan una paz justa en Medio
Oriente. En lugar de buscar a Rusia como socio esencial para resolver
la crisis en Siria y el conflicto en Ucrania, así como en la lucha
contra la proliferación nuclear y el cambio climático, Clinton parece
decidida a proceder a una nueva guerra fría. Aunque le apoyemos,
entendemos que, como Presidente, debe romper sus hábitos propios de
halcones y avanzar hacia un realismo nuevo y progresista.
«Para los progresistas, una victoria de Clinton debe ser motivo para
la organización, no de celebración. A menos que nos tocara
desempeñarnos en un lugar justo en la parte superior de su gobierno,
tendremos que observar, protestar y exigir de ella que no abandone
sus recién descubiertas posiciones progresistas».
The Nation reconoce que a algunos de sus lectores les será difícil
votar por Hillary y les pide que reflexionen, que no renuncien a los
avances que su gobierno podría aportar, porque una victoria del Trump
representaría mucho más que un revés temporal.