Aconteció en Tapes (Brasil, enero de 2005) un hecho histórico para el continente nuestroamericano y caribeño: por primera vez una alianza concreta entre un gobierno revolucionario y movimientos sociales para comenzar a hacer un camino al andar por la defensa de la vida y la humanidad. Fue así el nacimiento del Instituto de Agroecología Latinoamericana «Paulo Freire», la primera universidad campesina, indígena y afrodescendiente que posibilitaba cursar la Carrera de Ingeniería en Agroecología.
Este sueño visionario del comandante supremo Hugo Chávez y La Vía Campesina Internacional, se sintetiza en lo más profundo del espíritu bolivariano: «el bien inestimable de la unión es el objetivo».
Es la hora de fundirnos en una verdadera hermandad continental para honrar de forma activa a los libertadores, hombres y mujeres que globalizan sus luchas y esperanza por la tierra, el agua, las semillas, por la soberanía alimentaria, por la defensa del territorio; es la continuación de las luchas por una definitiva independencia. El gran maestro de Bolívar, el educador popular Simón Rodríguez, avizoró y caracterizó como nadie nuestra tragedia histórica, al decir que somos «miserables en medio de la abundancia».
A cumplirse diez años de la fundación del IALA, es propicio hacer llegar nuestra mayor gratitud y felicitaciones a todos los hombres y mujeres inconclusos y consientes de su inconclusión que apostaron a este amanecer fecundo de identidades nuestroamericanas. Es la hora de continuar siempre con esa mística revolucionaria sembrando la agroecología como una rebelión de saberes, de identidad y de patrimonio de los pueblos indígenas, campesinos y afrodescendientes al servicio de la humanidad, sin duda tal como afirmó el comandante Fidel Castro en sus últimas reflexiones: «la especie humana tiene un destino incierto».
La cualidad y característica que identifican siempre al IALA es la de romper paradigmas occidentales, es un espacio para la descolonización de saberes, una verdadera educación para la transformación social para crear y recrear de manera continua, ninguna educación es neutra, una educación siempre será para oprimir o para liberar. La agroecología igualmente en pleno siglo XXI está de moda por la crisis civilizatoria y abre la misma posibilidad, puede convertir para la opresión o para liberación.
Existe un claro interés de cooptación tecnocrática para servir solamente a la lógica del mercado y seguir oprimiendo y excluyendo con el mismo sistema alimentario impuesto por las multinacionales. Ante esta amenaza, los movimientos sociales del continente tienen grandes retos como seguir consolidando la Red IALA como un espacio auténtico para la liberación.
Este espacio de formación agroecológica desde sus inicios se caracterizó como una comunidad de trabajadores del campo, venidos de una amplia diversidad cultural, de experiencias organizativas (desde sus movimientos), de historias con distinciones y similares en cuanto al proceso de colonización y explotación de nuestros países en América Latina y el Caribe. Elementos estos que nos hacen distintos pero iguales, singulares, y consecuentes con la construcción de la unidad de nuestros pueblos.
Así que, en octubre y noviembre de 2006, y enero de 2007 empezaron a agruparse como educandos/as militantes de las organizaciones sociales del campo, articulados en La Vía Campesina Internacional. Avanzó de esta manera decididamente el gran sueño de millones de trabajadores y trabajadoras excluidos en el campo. En el proceso de fundación de esta universidad agroecológica participaron las organizaciones sociales de México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Ecuador, Brasil, Colombia, Perú, Chile, Argentina, Paraguay y el país anfitrión, Venezuela.
Gracias a este proyecto emblemático de la Revolución Bolivariana de la mano con los movimientos campesinos y campesinas de La Vía Campesina Internacional, a finales de este año serán graduados las y los estudiantes de la segunda cohorte en la carrera de Ingeniería en Agroecología en este Instituto.
Igualmente, el IALA sigue rompiendo fronteras en el continente con la multiplicación de la experiencia en otros países hermanos: la Red IALA se encuentra en Brasil (IALA Amazónico), Paraguay (IALA Guaraní), Chile (IALA Mujeres) así como en Colombia, Haití, Nicaragua, entre otros.
Es por ello también que este aniversario número diez del IALA Paulo Freire sirve para la reflexión acerca del momento histórico que afronta el continente, de ascenso y descenso, de disputa y consenso, de conquista y derrota, y perfilar el camino de acciones a seguir.
Al cumplirse los 10 Años del IALA Paulo Freire, ratificamos que solo las luchas de los pueblos organizados seguirán siendo los motores para garantizar las grandes transformaciones históricas en el mundo.
¡Globalicemos las luchas, globalicemos las esperanzas!
¡América unidas siguen en luchas!
«No hay palabra verdadera que no sea una unión inquebrantable entre la acción y reflexión, que no sea praxis. De ahí que decir la palabra verdadera sea transformar el mundo». (Paulo Freire)
Nota:
http://ayvuguasu.blogspot.com/2016/05/ialas-luchas-y-esperanzas-globalizada.html