La Tarcoteca contrainfo
Cuando hablamos con personas no familiarizada con la política o incluso hostiles al anarquismo da igual que esparzas a los siete vientos que la anarquía no es caos, que te puedes organizar sin jefes. Da igual que expliques que hay distintas formas de hacer democracia y que ellos solo han optado por una, la parlamentaria. Da igual que te demuestres que te puedes organizar sin Gobierno ni estados, que las empresas organizan el trabajo social y que sus propietarios son solo rentistas. La gente no lo ve. No se hacen a la idea, no se lo imaginan, no lo conciben. Solo repiten lo que oyen de los medios y el vox pópuli del bar o el trabajo. Capa sobre capa los prejuicios se montan unos encima de otros como un pastel. Un pastel que nos tendremos que comer si no le damos respuesta.
Para esta gente no valen las definiciones ni conceptos abstractos, por lo que tenemos que hacer un esfuerzo didáctico con ejemplos y explicaciones simples que les abran la puerta al pensamiento. Pequeños cambios de sentido pueden ser la llave para transmitir la idea.
Enemigos de las élites
El Socialismo del S.XIX marcó como Enemigo al Capitalista, aquél que explota a las personas y las despose obligandolas a trabajar para obtener su sustento, y así extraer su beneficio y disfrutar de privilegios, como tiempo y lujos. Su arma la propiedad privada y la violencia. Quedó claro que para que una sociedad prosperase sin autodestruirse debía distribuir y no concentrar.
Lxs Anarquistas fuimos más allá y nos dimos cuenta de que incluso entre los desposeídos, aún sin capital, hay gente que se organiza para aprovecharse de la condición humana, subgrupos autoprivilegiados que nada tienen que envidiar a los poderes del capital. Se creen superiores, actúan como superiores. Por lo tanto nuestra condición de siervos no es tanto una cuestión de dinero sino de Poder. A estos privilegiados que se organizan para parasitarnos les llamamos en conjunto élites. La historia de la anarquía es una historia de lucha contra las élites, internas y externas.
Se puede entender que hay una batalla entre la Anarquía y el resto de corrientes políticas, y es porque hay una batalla ancestral entre el pueblo contra las élites a todos los niveles y en todos los lugares, político, económico y social. Muchas son las diferencias entre el Anarquismo y cualquier otra forma de política.
Hemos encontrado maneras de organizarnos sin élites y las practicamos activamente. Combatirlas sin transformarnos en aquello que rechazamos. Lo más básico para seguir ahondando es que en su afán de Igualdad la Anarquía no se rige por preceptos, leyes, reglas, mandamientos u órdenes, sino por principios voluntariamente aceptados, siendo los más importantes las llamadas «tres Aes»: Autogestión, la Acción Directa y el Apoyo Mutuo.
Anarquía no es ‘Sin Fuerza’, es ‘Sin Forzar’
En si el concepto de ‘Anarquía’ aunque acertado presenta problemas: ‘An-Arje’, Sin poder, ‘Sin fuerza’. Pero fuerza hay en la Anarquía, tanto constructiva como destructiva. Tal vez una aproximación más exacta sería ‘Sin Forzar’. Así pues ‘An-‘ también puede ser entendido como ‘contra’: ‘Contra el empleo de la Fuerza’. Contra la coerción.
En cualquier modo estamos hablando de Apoyo Mutuo, la Solidaridad, uno de los fundamentos de la Anarquía. Es el antónimo de la coacción y la caridad. Implica Acuerdos negociados, pactados, consensuados, no impuestos. Y sobre todo Reciprocidad, la necesidad de corresponder, la necesidad de que cada unx acepte su responsabilidad empezando con cada miembro del grupo voluntariamente y siguiendo con las organizaciones. Nuestro sistema no funciona sin reciprocidad.
Vivimos en un Estado de Derecho regido por Leyes coercitivas como principio rector fundamental, establecidas por élites, defendidas por los ejércitos. No existe el Pacto Social como decía Rousseau, nadie más que el legislador o dictador elige la ley, una camarilla de las élites. Es la coerción de la violencia institucionalizada. Pudiera haber alguna ley justa, claro, como las que regulan les ‘leyes naturales’, pero siempre son impuestas, y por lo tanto contrarias a nuestro espíritu de Concordia. El Estado de Derecho es el antagonista a la Confederación anarquista.
‘Sin obligar’ no es lo mismo que ‘Sin Obligación’
Realmente no se puede entender ‘Anarquía’ como ‘Sin Obligación’, ya que los acuerdos tomados deben respetarse, el conjunto te va a pedir que actúes de acuerdo a tus intenciones declaradas. No estás obligadx por coacción, pero si por convicción voluntaria a respetar los acuerdos por tí tomados, y por lo tanto se te pueden pedir responsabilidades. Puedes obrar ‘Sin Ser Obligadx a comprometerte’ pero una vez comprometidx hay un deber real, se llame obligación o se llame voluntad. Esa es la Responsabilidad.
Anarquía no es ‘Falta de Poder’, es ‘Contra el poder’ de unos pocos. Contra las élites
En la anarquía, por mucho que filósofos y pensadores digan, si hay Poder, si hay capacidades, si existe la voluntad y la dirección, la decisión, el conflicto de intereses, la razón y la fuerza bruta que debe ser encauzada. El Poder en la Anarquía es simplemente distinto que el de la fuerza jerárquica a que estamos habituados, esto es, monarquía o con suerte oligarquía. Es producto de la sinergia de sus miembros, y la cooperación de sus colectivos. Es fruto de la combinación de los principios básicos del Anarquismo. Es difícil de imaginar para quien no lo ha experimentado.
La palabra clave es Voluntad. Es nuestra voluntad distribuir y compartir el poder, respetarnos y apoyarnos, por eso el poder aparenta que desaparece.
De la voluntad de distribuir, del poder distribuído, emana la Voluntad Social, algo que no se ve en el sistema Capitalista al estar cubierta por los mecanismos de alienación desplegados por las élites. ‘La Sociedad no existe, solo existen individuos’ Decía Margaret Thatcher.
‘Empresas Políticas’ contra las ‘Asambleas de Pares’
El Poder del Estado se divide en tres poderes, ejecutivo, legislativo y judicial, pero cada uno se Gobierna de forma jerárquica de acuerdo con el Modelo Empresarial. Y este a modo militar. Ordeno y Mando: el Jefe ordena y decide, los subordinados cumplen. El modelo de Empresarial-militar triunfó en las élites, crea élites. No hay diferencias entre la forma de gestionar una Corporación y la forma en que lo hacen los distintos Partidos o los Poderes del Estado. Lo hagan bien o mal, sean justas o no, las jerarquías crean élites y no pueden no crearlas. Son élites. Las cuales por dinámica tienen intereses distintos a los de aquellos que dicen representar. Nosotros nos esforzamos cada día por disolver el poder.
Este modelo empresarial, es un poder cortoplacista, desmemoriado, interesado. Permite una rápida adaptación a las circunstancias, lo cual es apreciado, pero también privilegios infinitos, abusos e impunidad y una falta de estrategia y responsabilidad a largo plazo que es simplemente nociva y lleva a cometer errores fatales. Por ello son despreciados.
El modelo asambleario, es un poder a medio-largo plazo, con mucha memoria pero masivo y difícil de articular. Es lento y al estar tan controlado su proceso está lleno de interrupciones lo cual lleva a la desesperación de sus miembros. Pero es asertivo, inclusivo y distributivo, lo cual lleva a tomar decisiones con perspectiva y a la satisfacción general.
Anarquía no es ‘Sin Gobierno’, es ‘Sin Gobernantes’, sin élites
La anarquía nos lleva al caos del ‘barco sin piloto’, ‘no hay nadie al volante’. En efecto Gobierno proviene del griego ‘Kubernei’ y es eso mismo, Piloto de barco.
Del conjunto de acuerdos emanan resoluciones que controlan, ordenan, organizan, procesan distribuyen y evalúan la sociedad. Estos son los principios generales de la ‘Gobernanza’. Pero esta Gobernanza Popular, este autogobierno, esta Autogestión, choca con las Institución del ‘Gobierno de Estado’, que es la percepción superficial de esta idea general.
El Anarquismo es distinto. Si todos mandan no manda nadie. Decir que en la anarquía hay un Gobierno tiene tanto sentido como decir que no lo tiene. Es el Gobierno descentralizado, extendido, repartido, de aquellos que voluntariamente han decidido navegar juntos. Es a su vez un sin-gobierno, un anti-gobierno de personas que rechazan la organización jerárquica de las élites. Son las Asambleas Horizontales de Vecinos y Trabajadores. Un poder voluntariamente diluido que precisa de constante cooperación y oposición. ‘El barco navega, pero se guía de forma distinta’ porque es un sistema distinto. Hay Gobierno pero no lo hay, parece más un problema léxico que factual.
El Sistema es simplemente distinto.
Anarquía no es ‘Anti-Instituciones’ sino ‘Anti-élites’
La sociedad en que nos movemos es suficientemente compleja como para entender que hay tareas sumamente especializadas o concretas que no se pueden desarrollar sin unos conocimientos previos, sin una preparación y una organización que se cristaliza en las Instituciones. Pero esto no quiere decir que se deban organizar creando élites ni otorgando privilegios.
Empresa Pública o Privada. El problema de las Instituciones es fácil entender, ya que en el mundo capitalista son pozos de ineficientes de nepotismo que sirven a los propósitos clientelares de los poderes políticos, siendo una extensión del poder y de las empresas.
– Los Cargos en la Administración son utilizados como Regalos y Recompensas.
– Los Contratos son Favores y Comisiones bidireccionales.
– Los Servicios son un subproducto de los Impuestos, excusa para extraer el capital del trabajador, la Tasa.
No nos engañemos, Todo gira alrededor de los Impuestos, es su forma de exprimirnos. Tenemos que pagar miles de servicios indeseados al igual que hay miles de leyes sin sentido. Empresas cuyo único fin es el lucro, lo cual da una idea del servicio público que pueden dar. Qué curioso, cuando la Administración no tiene capital se cierran los servicios, pero se mantienen cargos y contratos, incurriendo en créditos antes de dejar de pagar estas dádivas a sus clientes.
Es nuestra obligación romper las cadenas de favores que conectan la política y la economía capitalista si en algún lugar pretendemos cambiar nuestro destino. Por suerte es una cadena con muchos eslabones, muchos Clientes, muchos de ellos débiles. Ellos, favorecidos, aunque vivieran en la miseria, servirán voluntariamente a las élites y siempre se opondrán a la Igualdad y la Justica. No conocen la Solidaridad, sino la Caridad de las élites que les extorsionarán hasta conseguir que cumplan su voluntad por mantener su privilegios. No nos vemos en otra opción más que liberarlos o evitar su interferencia.