Pilotos rusos en la base aérea de Hmeymim en Siria
 
22-10-16.- Sputnik.- Mantener la presencia militar en Siria no es el objetivo en sí para Rusia sino el modo para ayudar a las autoridades del país árabe en la lucha contra el terrorismo, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
«Es que un centro de emplazamiento temporal o una base (en Siria) no es el objetivo, sino el método para alcanzarlo, y el objetivo que, desde el principio declaró el presidente (ruso, Valdímir Putin) consiste en ayudar a las autoridades sirias legítimas en la lucha contra el terrorismo, en la lucha contra Estado Islámico (Daesh en árabe) y otras organizaciones terroristas», dijo en una entrevista al programa ruso «Vesti v Subbotu». Peskov subrayó que el territorio sirio debe ser liberado.
Vladímir Putin, presidente de Rusia
Vladímir Putin, presidente de Rusia © AP Photo/ Alexander Zemlianichenko
 
Rusia no permitirá que se repita en Siria el guion de Libia e Irak – Putin «Se debe liberarlo y hacer lo posible para impedir la división del país en partes», dijo al señalar que tal escenario puede tener «consecuencias catastróficas para la región».
El portavoz destacó que el trabajo sobre el arreglo de la crisis en Siria será largo y duro y obligará a los países a acercar sus posturas. «Por desgracia, la información que llega no nos permite ser optimistas despreocupados, es evidente que la comunidad internacional tiene por delante un trabajo largo y duro», dijo Peskov. Más aquí: «Rusia está en Siria para ayudar y no para mostrar la bandera»
Agregó que la solución de la crisis será posible «solo en el formato de la colaboración multilateral, o sea será necesario acercar las posturas y entendimientos». «Tenemos dos opciones, en Damasco hay (presidente actual sirio Bashar) Asad o (el grupo yihadista) Frente al Nusra, de momento no tenemos la tercera opción, y para lograr un arreglo político es necesario que haya Asad en Damasco», explicó el portavoz.
Resaltó que si los radicales llegan al poder, en Damasco nunca habrá un arreglo político. Según Peskov, la posible llegada de los radicales al poder provocará nuevas oleadas de migrantes, así como nuevos atentados en otros países.
 
El sur de Alepo, Siria
El sur de Alepo, Siria © REUTERS/ Ammar Abdullah
 
«La pausa en Alepo demuestra que Rusia busca un arreglo negociado en Siria» Siria vive desde 2011 un conflicto en el que el Ejército gubernamental se enfrenta a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra (actualmente, Frente Fatah al Sham), ambas proscritas en Rusia y otros países. Desde su comienzo, la guerra en Siria provocó entre 300.000 y 400.000 muertos, según datos de la ONU. El 30 de septiembre de 2015, Moscú lanzó una ofensiva aérea en Siria a petición del presidente Bashar Asad para detener la expansión de grupos yihadistas como Daesh (Estado Islámico) y el Frente al Nusra (que recientemente cambió este nombre por Fatah al Sham), proscritos en numerosos países, incluida Rusia.
Tras más de cinco meses de operación en los que las fuerzas rusas ayudaron a Damasco a cambiar el rumbo de la guerra y pasar a la contraofensiva en zonas clave del país, Rusia comenzó la retirada parcial de su grupo militar de Siria. Al mismo tiempo, el presidente ruso, Vladímir Putin, dejó claro que Moscú mantendrá su presencia militar en Hmeymim y en el puerto sirio de Tartus.

Más: https://mundo.sputniknews.com/defensa/201610221064291695-rusia-siria-militares/