Patentado
Buenos Aires.- luego de la visita de la ONG Fundación Efecto Positivo (GEP) al Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI), se develaron las intenciones del presidente del organismo encargado de conceder patentes en el país, Dámaso Pardo, quien fuera socio del hijo de Martínez de Hoz en el estudio de abogados PAGBAM, hasta pocos días antes de asumir en el cargo.
La ONG solicitó una entrevista con Pardo para anoticiarlo del trámite de oposición que presentarían ante el INPI para impedir que se conceda la patente del sofosbuvir perteneciente al laboratorio norteamericano GILEAD, medicamento conocido como la píldora de los 1000 dólares, bajo la marca SOVALDI.
En reunión con el equipo de GEP en ocasión de la presentación realizada, Dámaso Pardo, dejó claro que su misión en el INPI es «otorgar derechos de propiedad». Para la Fundación, «la expresa postura de Pardo es defender el interés de las compañías que formaron parte de la clientela de su estudio jurídico, algo que Pardo no tiene ningún reparo en hacer público».
Esta posición del INPI no sorprende a especialistas locales quienes afirmaron que Martínez de Hoz (h) puso a su socio en el INPI a cambio de suntuosos contratos de su estudio de abogados con los laboratorios estadounidenses representados en Argentina por su propio estudio PAGBAM, del que Pardo fue socio por más de 15 años.
Asimismo, agentes de la propiedad industrial (bufetes de abogados) encolumnados en la AAAPI reclamaron a Pardo la derogación de las «Directrices de Patentamiento» del INPI que favorecen la aparición de medicamentos genéricos en el país, que actualmente permite el acceso de medicinas baratas para la ciudadanía.
Invitado por sus ex colegas, el presidente del INPI se comprometió ante los principales estudios de abogados a cumplir con los tratados internacionales administrados por OMPI y conceder patentes farmacéuticas.