Agencias
10 de Agosto. 2016.- El Senado de Brasil aprobó, la madrugada de este miércoles, la continuidad del juicio político contra Dilma Rousseff, luego de aceptar la acusación sobre irregularidades fiscales en el presupuesto de 2015, hechos en los que se pretende involucrar a la Mandataria.
Mientras se realizaba la sesión, cuyo resultado fue 51 votos a favor y 21 en contra, en varias ciudades de Brasil se efectuaron manifestaciones de grupos de izquierda contra el Gobierno de Michel Temer, refiere el sitio web de Telesur.
También en rechazo a esta decisión, parlamentarios del Partido de los Trabajadores (PT) anunciaron que recurrirán a la comisión de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA) para exigir la suspensión del juicio.
El abogado defensor de Rousseff, José Eduardo Cardozo, comentó que con esto se busca aplicar el parlamentarismo para retirar a una Presidenta electa.
«Los peritos dijeron que la Presidenta no cometió este acto que se realizó en todos los mandatos anteriores. Este no es un juicio técnico porque no hay pruebas. El relator actuó como en la Inquisición, actuó como Torquemada, creando situaciones que no son de las pruebas», dijo el abogado.
Por su parte, el vicepresidente del Senado, Tiao Viana, quien es miembro del PT, comentó que se trata de un golpe contra quienes no reconocen los avances de la nación suramericana tras la gestión de Gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Juicio durante Juegos Olímpicos
La decisión de continuar el juicio a Rousseff se tomó en medio de la realización de los Juegos Olímpicos Río 2016, cuyo evento histórico se ha visto marcado por la situación política del país.
Acciones de calle se mantienen en Brasil para mostrar al mundo tanto descontento por las medidas de Temer, aún cuando esto había sido prohibido por el Comité de Río 2016.
Sin embargo, este martes el juez federal, Joao Augusto Carneiro Araujo, ordenó derogar la prohibición de las manifestaciones pacíficas en las instalaciones de los juegos, que han incluido la exhibición de carteles y camisetas con proclamas políticas en contra del Golpe de Estado.
El Comité Río-2016, encargado de organizar los Juegos, exigió la prohibición de dichas manifestaciones para proteger el concepto olímpico de «arenas limpias», sin controversias, informó el diario brasileño ‘O Globo.
Durante los juegos olímpicos se han registrado varios casos de espectadores con carteles antigubernamentales que han sido expulsados a la fuerza de los estadios por agentes armados.
El sábado pasado, un brasileño fue obligado a dejar el Sambódromo, donde disfrutaba con su familia de una competición de tiro con arco, por exhibir una pancarta que decía “Fora Temer” (Fuera Temer), en rechazo al presidente interino.
Ese mismo día, 12 hinchas que asistían al partido de fútbol femenino entre Francia y Estados Unidos, fueron obligados a salir del estadio Mineirão, en Belo Horizonte (Minas Gerais) después de enseñar unas camisetas anti-Temer y un cartel con la frase en inglés “Come back democracy” (Que vuelva la democracia).
Fue el 12 de mayo pasado cuando Dilma Rousseff fue suspendida de su cargo por la Cámara Alta brasileña, mientras estudian supuestas irregularidades en el manejo de los presupuestos por contratar créditos para el Gobierno con la banca pública y emitir decretos que alteraban los gastos.
Ese mismo día, Michel Temer pasó a ser el Presidente interino de Brasil y, desde entonces, lleva adelante una agenda neoliberal que se aleja del plan de Gobierno de Rousseff. Entre sus medidas está cambiar el sistema de pensiones y reducir la inversión social, aspectos priorizados durante el mandato de Rousseff.