Página12

Buenos Aires, 9 de  julio 2016. – En su mensaje por los 200 años de la declaración de la independencia de la Argentina, Jorge Bergoglio saludó especialmente a los sectores que más sufren la desigualdad social y a quienes llamó «los más llagados de la Patria», entre ellos los que «viven en la indigencia, de los presos» y de -entre tantos- «los que no tienen trabajo y pasan todo tipo de necesidad». Llamó también a recordar «la Patria Grande que soñaron San Martín y Bolívar» y pidió defenderla «de todo tipo de colonizaciones».

La misiva fue enviada al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo. “Los argentinos usamos una expresión, atrevida y pintoresca a la vez, cuando nos referimos a personas inescrupulosas: ‘Este es capaz hasta de vender a la madre’; pero sabemos y sentimos hondamente en el corazón que a la Madre no se la vende, no se la puede vender… y tampoco a la Madre Patria”, sostuvo.
 

Transmitió su saludo a los obispos, autoridades nacionales y a todos sus compatriotas y deseó que esta celebración por el bicentenario de la independencia haga a los argentinos “más fuertes en el camino emprendido por nuestros mayores hace ya doscientos años”.

“De manera especial quiero estar cerca de los que más sufren: los enfermos, los que viven en la indigencia, los presos, los que se sienten solos, los que no tienen trabajo y pasan todo tipo de necesidad, los que son o fueron víctimas de la trata, del comercio humano y explotación de personas, los menores víctimas de abuso y tantos jóvenes que sufren el flagelo de la droga. Todos ellos llevan el duro peso de situaciones, muchas veces límite. Son los hijos más llagados de la Patria”, subrayó.

Francisco afirmó que se celebran “doscientos años de camino de una Patria que, en sus deseos y ansias de hermandad, se proyecta más allá de los límites del país: hacia la Patria Grande, la que soñaron San Martín y Bolívar. Esta realidad nos une en una familia de horizontes amplios y lealtad de hermanos”.

“Por esa Patria Grande también rezamos hoy en nuestra celebración: que el Señor la cuide, la haga fuerte, más hermana y la defienda de todo tipo de colonizaciones”, pidió.

Además, Francisco les pidió a los jóvenes que “no jubilen su existencia en el quietismo burocrático en el que los arrinconan tantas propuestas carentes de ilusión y heroísmo” y añadió: “Sólo si nuestros abuelos se animan a soñar y nuestros jóvenes a profetizar cosas grandes, la Patria podrá ser libre. Necesitamos de abuelos soñadores que empujen y de jóvenes que -inspirados en esos mismos sueños- corran hacia adelante con la creatividad de la profecía”.