Aporrea-Agencias

15-07-16.- El gobierno estadounidense divulgó el viernes un capítulo del informe congresual sobre los ataques del 11 de septiembre de 2001 que había permanecido bajo secreto oficial durante 13 años y que contenía datos sobre los contactos saudíes de los terroristas.

El capítulo, con algunas frases censuradas, contiene los nombres de personas con las cuales los terroristas tenían contacto antes de perpetrar los ataques. Identifica a individuos que ayudaron a los terroristas a conseguir apartamentos, abrir cuentas bancarias, asistir a mezquitas y recibir clases de aviación. Quince de los 19 atacantes eran ciudadanos saudíes y varios de ellos no hablaban inglés ni sabían cómo desenvolverse en la sociedad occidental.
 

“Hay información, principalmente de fuentes del FBI, de que al menos dos de esos individuos supuestamente eran agentes de inteligencia de Arabia Saudita”, se desprende de las página recién publicadas.

Investigaciones posteriores no hallaron indicio alguno de que el gobierno saudí o que funcionarios saudíes apoyaron intencionalmente a los atacantes. Sin embargo, congresistas y parientes de víctimas hicieron campaña durante más de 13 años para que ese capítulo fuera difundido al público, bajo la sospecha que no todos los vínculos saudíes fueron investigados apropiadamente.

«Desde 2002, la comisión investigadora y varias agencias del gobierno, incluyendo la CIA y el FBI, han investigado el contenido de las ’28 páginas’ y han confirmado que ni el gobierno saudí, ni funcionarios saudíes, ni nadie actuando en nombre del gobierno saudí proporcionó ayuda ni respaldo alguno para estos ataques», dijo el viernes en un comunicado Abdula Al-Saud, el embajador saudí ante Estados Unidos.

«Esperamos que la difusión de esas páginas aclarará, de una vez por todas, cualquier duda o sospecha que quede sobre las acciones o intenciones de Arabia Saudí y sus deseos de mantener su amistad con Estados Unidos», añadió. «Arabia Saudita coopera estrechamente con Estados Unidos y otros aliados para eliminar el terrorismo y destruir las organizaciones terroristas».

El presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Devin Nunes, dijo que aunque estaba a favor de divulgar las páginas, «es importante destacar que esta sección no ofrece conclusiones inequívocas, sino pistas no confirmadas que fueron luego investigadas cabalmente por las agencias de seguridad».

Sin embargo otros —entre ellos el ex senador por Florida Bob Graham, cotitular de la comisión investigadora— creen que los terroristas contaban con una amplia red de apoyo saudí durante su estadía en Estados Unidos. Graham ha dicho que esos documentos «señalan con fuerza a Arabia Saudita como el principal financista» de los atacantes.