Diversas informaciones de prensa señalan que el gobierno derechista argentino de Mauricio Macri, en su calidad de presidencia del Consejo Permanente de la OEA, ha convocado a una sesión extraordinaria de este consejo para el próximo 23 de junio, cuyo único punto en agenda es la presentación del informe elaborado por el Secretario General Luis Almagro, mediante el cual invoca la Carta Democrática Interamericana contra Venezuela, bajo el argumento de que en este país existe “una alteración del orden constitucional que afecta gravemente su orden democrático”.
Discutir este informe constituye un verdadero escándalo para la OEA.
El informe elaborado por Almagro es un bodrio totalmente sesgado, basado en fuentes exclusivamente opositoras, pésimamente escrito, con numerosos errores ortográficos y gramaticales, contradictorio e incoherente, sin línea argumentativa y con una estructura narrativa deplorable.
Pero lo más grave de este informe es que su autor cometió plagio en su elaboración, lo que debería significar su anulación total, la cancelación de la sesión extraordinaria y la dimisión inmediata de Almagro.
El 23 de mayo del presente año, un grupo de médicos opositores, ex ministros de salud durante la era puntofijista previa a la Revolución Bolivariana, elaboraron una carta dirigida a la Dra. Margaret Chan, Directora de la Organización Mundial de la Salud en Ginebra, en la cual aseguran que en Venezuela hay una “crisis humanitaria en desarrollo”. El Secretario General Almagro, tomó el texto íntegro de esta carta y vació su contenido en el informe que preparó contra Venezuela, sin citar a sus verdaderos autores de manera textual o directa, ni siquiera indirectamente. Al asumir la plena autoría de un trabajo que no le pertenece, Almagro violó el código de ética de la OEA que exige “citar las fuentes”. Para este código, “la conducta ética es el principio básico en el que la Secretaría General fundamenta el desempeño de sus funciones” y su incumplimiento puede conllevar la aplicación de medidas disciplinarias, incluyendo la destitución.
El plagio es un delito sumamente grave y de serias implicaciones legales y morales, incluso para la OEA. Su práctica por parte del propio Secretario General, amerita su destitución inmediata como ocurriría en cualquier organismo internacional.
En este sentido, el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela está en el deber y la obligación de denunciar a Luis Almagro por haber cometido plagio en la elaboración del informe que presentó ante el Consejo Permanente de la OEA, exigir su inmediata anulación y la cancelación de la sesión extraordinaria que lo piensa discutir, así como la destitución del Secretario General en base a la Carta de la OEA, su código de ética y demás estatutos internos que condenan y castigan este tipo de prácticas por inmorales e ilegales.
Referencias:
Informe del Secretario General de la OEA, Luis Almagro (OEA, 30-05-2016) http://www.oas.org/documents/
“Venezuela: crisis humanitaria de la salud en desarrollo” Carta de ex ministros de salud (RunRun.es, 23-05-2016) http://runrun.es/nacional/
Cuadro comparativo que demuestra el plagio cometido por el Secretario General de la OEA, Luis Almagro en «Almagro cometió plagio en su informe contra Venezuela» (García Danglades, Aporrea: 02/06/2016) http://www.aporrea.org/
Código de Ética de la Secretaría General de la OEA (último acceso 11-06-2016) http://www.oas.org/legal/