¡Ganó el Brexit! Y aunque por ahora no le vemos trascendencia alguna para nuestro país, para Latinoamérica y el Caribe, en un futuro muy próximo veremos su impacto geopolítico, tanto en el continente europeo, como a nivel global.

¿Cuál ha sido la reacción de los mercados?

Los efectos inmediatos han sido contundentes. La libra esterlina, una de las monedas de mayor estabilidad a lo largo de los años en el mundo de las finanzas, cotiza un 9,3% por debajo de su cota máxima diaria, lo que representa su menor nivel desde marzo de 2009. Últimamente, la libra ha caído respecto al dólar hasta niveles de 1985, arrastrando en esta caída al euro. La depreciación de la libra afecta a los turistas británicos en Europa y a las empresas con presencia en las islas, sobre todo bancos y constructoras. Ya se presentan caídas en las bolsas mundiales: hasta el punto de que el bono alemán, se presenta en negativo.

Las noticias de los medios financieros internacionales traen hoy un maremágnum de información al respecto. Wall Street cerró este viernes la sesión con la peor caída en un solo día en muchos meses, debido a oleadas de ventas surgidas tras el resultado del referéndum del Reino Unido, lo que ha generado fuertes turbulencias en los mercados. Al cierre de las operaciones de hoy viernes, el Dow Jones de Industriales, el principal indicador, y el selectivo S&P 500, el preferido por muchos operadores, borraron todos los avances que habían acumulado desde el comienzo del año. El Dow bajó un 3,39 % o más de 600 puntos, hasta las 17.399,86 unidades, y el S&P 500, que hasta hace poco estaba aproximándose a máximos históricos, cedió un 3,60 %, hasta las 2.037,30 unidades, menos de los que tenía antes de comenzar el año. El índice compuesto del mercado Nasdaq, el favorito para las firmas tecnológicas, tuvo una caída más pronunciada, del 4,12 %, hasta los 4.707,98 puntos, en niveles que no se veían desde mayo de 2015. En lo que respecta al Dow Jones y al S&P, el porcentaje de caída es el mayor desde agosto del año pasado, mientras que el derrumbe del índice compuesto del Nasdaq es el más pronunciado desde agosto de 2011. Estas caídas, que contrastan con las fuertes alzas de la víspera, son consecuencia de la decisión de los ciudadanos del Reino Unido de votar el jueves a favor de que su país salga de la Unión Europea, una posibilidad que ya se anticipaba que impactaría en los mercados.

¿Qué sucede en el entorno del Reino Unido?

Lo que sigue es, quizás, la primera reacción de carácter político. El 24-06-2016, el Movimiento republicano irlandés Sinn Féin, a resultas del referéndum –no vinculante- que obliga a la salida de la Gran Bretaña de la Unión Europea, demandó otro referéndum, ahora sobre la unidad de Irlanda tras el resultado, según informa Naiz, un nuevo canal informativo que vio la luz de la mano de Euskal Komunikabideen un medio de comunicación vasco.

Recordemos que Irlanda, al lado de Gales y Escocia, es una de las cuatro repúblicas de la isla británica. Sí, el brexit venció en el referéndum que se realizó ayer 23 de junio y abre un período sin precedentes en la Unión Europea, cuya fecha de fundación es incierta o, mejor dicho, múltiple. Los textos consultados nos dicen de sus diversas fechas de fundación mediante la firma de los siguientes tratados:

1. El de París, 18 de abril de 1951;

2. Roma, 25 de marzo de 1957;

3. Bruselas, 1° de julio de 1967;

4. Maastricht, 1° de julio de 1987;

5. Amsterdam, 1° de noviembre de 1993;

6. Niza y Lisboa, 1° de mayo de 1999, 1° de febrero de 2003 y 1° de diciembre de 2009.

Es importante conocer algo de la Unión Europea

La UE nació en régimen sui géneris de organización internacional como una comunidad política de derecho para propiciar y acoger la integración en comunidad de los Estados y pueblos de Europa. Hasta el día de hoy, está compuesta por veintiocho Estados europeos y fue establecida, con el status actual, con la entrada en vigor del Tratado de la Unión Europea (TUE), el 1° de noviembre de 1993.

Una de las fuentes consultadas nos dice que la Unión Europea se rige por un sistema interno en régimen de democracia representativa. Sus instituciones son siete: el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo, el Consejo, la Comisión Europea, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el Tribunal y el Banco Central Europeo; cada una de ellas con funciones muy específicas y algunas hasta conjuntas y de instancias.

En 2012 la Unión Europea, que lleva ataques e invasiones genocidas fuera de sus fronteras a través de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Otan, ganó el Nobel de la Paz, que fue otorgado por unanimidad de todos los miembros del jurado, «por su contribución durante seis décadas al avance de la paz y la reconciliación, la democracia, y los derechos humanos en Europa». ¡Jajaja, qué ironía!

Aun cuando el escrutinio no ha concluido oficialmente, el Brexit ha logrado una victoria recibida por sus partidarios como el «día de la independencia británica», una euforia que contrasta con la negativa reacción de los mercados, que evidencian las serias implicaciones de una decisión contra la que habían luchado la práctica totalidad de las fuerzas políticas, económicas y sociales de Reino Unido.

Claro que es preocupante, no tan solo porque el Reino Unido es la segunda economía del continente Europeo –después de Alemania- sino porque se prevé un desenlace sin precedentes en el proyecto comunitario y abre un período de incertidumbre tanto para el nuevo encaje británico en el continente, como para la sostenibilidad de un bloque que ha perdido a uno de sus más influyentes miembros.

La participación en el referéndum

Ésta ha sido del 71,3%, la mayor en una votación en el Reino Unido desde 1992 y más de seis puntos por encima del plebiscito de 1975 que había confirmado la permanencia en la por entonces Comunidad Económica Europa; el escrutinio ha dado un vuelco sin precedentes a una noche electoral que había arrancado con las encuestas a favor de la continuidad.

Este desenlace tiene profundas connotaciones políticas e institucionales, puesto que el debate sobre la sostenibilidad de Cameron al frente del Gobierno, del que había avisado que no dimitiría en caso de brexit, está ya planteado,

Inglaterra recibe este terremoto político sin «plan B»

Ahora bien, como dice Naiz ¿está preparado el Reino Unido para un proceso que podría llevar años, puesto que el propio primer ministro había asegurado públicamente que no había «plan B»?. Cameron, Primer Ministro y Jefe del Gobierno Británico, ha quedado ya como el principal perjudicado de una campaña que ha dividido a la sociedad británica por una estrategia partidaria, puesto que, más que por clamor popular, el referéndum surgió para sofocar el incendio que Bruselas llevaba generando en los conservadores desde hace décadas.

Los noticieros han informado ya de la dimisión de Cameron, efectiva desde el próximo octubre, aunado al hecho de que la oposición laborista ha sugerido ya la necesidad de su dimisión ante un escenario sin precedentes en el que lo único cierto es que, al vencer la salida, la decisión sería «irreversible». No en vano, David Cameron había avanzado ya que el proceso formal de retirada de los Veintiocho comenzaría de inmediato.

Comienzan, en todo caso, las especulaciones porque, de hecho, Londres no está obligado a proceder inminentemente, es más, los partidarios de romper con Bruselas han manifestado ya su preferencia por aguardar, puesto que, pese a meses de campaña, la fórmula que regiría sigue siendo una incógnita.

¿Qué factor influyó de manera predominante en el brexit?

Uno de los catalizadores del brexit –afirma Naiz- ha sido el control de los flujos migratorios y la pertenencia al mercado común implicaría, a priori, el libre movimiento de personas, dos elementos indisociables y, para la UE, innegociables, por lo que, forzosamente, Londres no podría mantener el primero sin tener que aceptar el segundo, lo que complica la ecuación entre prosperidad económica y límites a la entrada de ciudadanos comunitarios.

Abandonar el mercado común no es una opción extendida entre los defensores del ‘Brexit, que se encuentran divididos entre quienes proponen directamente abandonarlo, aquellos que creen posible permanecer por el propio interés del resto de sus integrantes de no perder a la segunda economía europea, los que abogan por establecer acuerdos bilaterales e, incluso, quienes ven viable operar con los 161 miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Este encaje, con todo, constituye tan solo una pieza más del complejo rompecabezas legislativo de un proceso que obligaría a revisar hasta 80.000 páginas de acuerdos comunitarios, con el objetivo de decidir descartes, qué áreas enmendar y cuáles mantener, un sumario que, inevitablemente, querrá supervisar el Parlamento británico y cuya duración constituye un enigma.

Además, la salida incrementa el riesgo de una crisis constitucional para la unión británica, puesto que Escocia, protagonista de un plebiscito de independencia hace menos de dos años, ha apoyado mayoritariamente la continuidad en la UE y cuya ministra principal ha reconocido que este desenlace reavivará las ansias secesionistas.

Por otra parte, a escala europea, el temor es que la partida británica genere un efecto dominó entre otros integrantes de los Veintiocho y, sobre todo, que desencadene un peligroso auge del populismo.

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http://www.20minutos.es/noticia/2781772/0/wall-street-cierre-caida-meses-brexit/#xtor=AD-15&xts=467263

Noticia relacionada: Sinn Féin demanda un referéndum sobre la unidad de Irlanda tras la victoria del brexit

Fuente: http://www.naiz.eus/actualidad/noticia/20160624/el-brexit-lidera-el-recuento-de-votos-en-el-referendum-del-reino-unido