Panorama

29 de Mayo de 2016.-Las materias primas nacionales e importados se quedaron «en el aparato» y sin recursos en 2016. El informe más recientes de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea) señala que de 24 sectores de los alimentos el 75% (18 en total) presenta «niveles críticos de inventario» de insumos, además de «interrupción de la producción».

Describe el informe que las áreas más impactadas son las de «azúcar, harina precocida de maíz, trigo panadero y trigo galletero». Mientras que en el caso de los «aceites, arroz, avena, galletas, harina de trigo, leche en polvo, mayonesa, refrescos, salsa de tomate, pan de molde, bebidas en polvo, embutidos, levaduras, cerveza y malta», cuentan con fallas en la producción de artículos terminados «por falta de materia prima».

 

Representantes del sector han informado, en reiteradas oportunidades, que la deuda de las empresas con sus proveedores de materia prima en el exterior sigue en ascenso y se mantiene por encima de los 1.500 millones de dólares hasta el mes pasado. En el caso, de las empresas nacionales la falta de insumos locales se debe a la caída de producción de los consorcios estatales.

«Sin materia prima las empresas no producen. Si no cuentan con los recursos necesarios es imposible que culminen sus productos. La caída abrupta de los precios del petróleo —en más del 60%— agarró al Gobierno sin ahorros para garantizar los insumos que son importados. Ya el vicepresidente para el área económica, Miguel Pérez Abad, advirtió que las importaciones para este año apenas llegarán a los $ 16.000 millones (…) por está razón no se cuentan con suficientes divisas para cancelarle a los proveedores extranjeros», explicó el economista Roger Chacín.

Aseguró que la falta de «materias primas» origina «el estancamiento del aparato productivo» en el país. «En Venezuela se mantiene la alta dependencia hacia los productos provenientes del extranjero. Sin insumos se rompe la continuidad de la cadena productiva dentro de las empresas. Por eso es común que las mayorías de ellas apenas cuenten con inventarios de productos de un máximo de hasta 10 días, cuando lo más óptimo es que sean entre 1 y 3 meses», opinó Chacín.

Datos de Conindustria y otras organizaciones privadas también señalan que el déficit de los «insumos y materias primas», en la actualidad, afecta otros sectores estratégicos: en un 80% al farmacéutico, en 85% al químico, el 75% al área automotriz y en 90% a las industrias de metales básicos. Asimismo, la deuda supera los 10 mil millones de dólares.

Desde la cúpula empresarial sus directivos han advertido que, entre el período 2015-2016, los inventarios de «materias primas» cayeron más del 60% en las empresas del sector privado. Recientemente, Juan Pablo Olalquiaga, presidente de Conindustria, calificó como alarmante la cifra y aseguró que sin «insumos las empresas obligatoriamente tienen que paralizarse. Si no se cancelan las deudas con los proveedores difícilmente se podrá acceder a nuevas materias primas (…) el sector empresarial venezolano ha entrado en una etapa de paralización progresiva».

Olalquiaga puntualizó que en los últimos 20 años unas 8.000 empresas han cerrado y aseguró que para el cuarto trimestre de 2015 las que se mantenían abiertas estaban produciendo al 40% de su capacidad. «En el primer trimestre de 2016 estamos muy por debajo», dijo el empresario, quien afirmó además que para los empresarios no «son importantes las divisas, sino la materia prima».

Asimismo, Francisco Martínez, presidente de Fedecámaras, aseguró, esta misma semana, que «más del 85% de la industria está detenida en sus procesos de producción por falta de materia prima (…) si no se toman los correctivos vamos a seguir teniendo el problema del desabastecimiento».

Insistió en que las empresas nacionales no están produciendo en los niveles requeridos, por cuanto «no hay divisas para adquirir los insumos necesarios».

El exministro de Industrias Básica y economista, Víctor Álvarez, ha insistido que el tema se resuelve cambiando el modelo de «importar para luego fabricar acá». Apunta a que «la soberanía productiva solo se podrá lograr si la vieja práctica de importar materias primas se sustituye por su transformación interna en productos de mayor valor agregado, esto permitiría diversificar la oferta exportable y generar trabajo».

Chacín insistió en que el Ejecutivo tiene que priorizar. «La falta de dólares golpea uno de los sectores más sensibles del país: el de los alimentos. Los empresarios han solicitado de agilizar el acceso al Dicom para adquirir dólares, pero dicho sistema no termina de arrancar. Si el Estado no aprueba las divisas, las empresas no tienen la opción de comprar lo que necesitan (…) trayendo consigo más escasez, desabastecimiento y contracción del PIB».

Desde el Gobierno, el vicepresidente Miguel Pérez Abad insiste que se está trabajando sobre el problema del acceso a las materias primas. El pasado domingo, en un programa televisivo, recalcó que «se sigue avanzando en la adquisición de insumos», pero exhortó a los empresarios del sector privado a romper «el cochinito».

Reconoció que el sector productivo nacional tiene «enorme dificultades para reanimar su producción por escasez de insumos en materia prima», sin embargo, afirmó que se «logrado abrir algunas posibilidades, a través del banco de insumos (…) que es un mecanismo para la importación dirigida a cadenas productivas».

 

Fuente: http://www.panorama.com.ve/ciudad/Falta-de-insumos-afecta-18-sectores-alimenticios-20160528-0031.html