El mundo de hoy suele representar una obra de teatro, con muchos guiones, muchos personajes y el telón de fondo que nunca falta para que los observadores de las tramas se distraigan y se dispersen de lo verdaderamente esencial. Y lo esencial para mi entender son las intenciones reales, imaginarias y simbólicas que entran en juego y hace que todo se convierta en una complejidad difícil de descifrar por lo que la incertidumbre del presente y del futuro se va naturalizando hasta tomar visos de que responde a la única manera de ser la realidad.

«El theatrum mundi o el teatro del mundo explica que la sociedad, el mundo o la existencia misma se configuran como teatro o una pieza teatral» afirmación esta que viene de los griegos y los romanos y también lo asumió el cristianismo medievo y los persas. Teatro que en forma de comedia o tragedia hace que los protagonistas cumplan roles o cambien de papel.

Entre los actores sociopolíticos, socioeconómicos y socioculturales cada uno se dedica a su papel como si nada tuviese vinculación con los otros. Papel este, que minado de intenciones evidentes u ocultas se concretan en mentiras, en engaños, en superficialidades, en intereses fraudulentos cuando los personajes buscan pescar en ríos inciertos junto a la larga fila de acolitos que nunca faltan mientras que personas de buena fe y voluntad para que las cosas funcionen en bien de todos son sacados de la escena, invisibilizados y marginados del poder.

Se observa en este teatro, que además en forma simultánea se dan en lo local, en lo nacional, en lo regional y en lo mundial gracias al poder mediático donde los espectadores atiborrados de imágenes se sumergen en un rio de informaciones, que saturan su espíritu e impiden digerir y poder comprender lo que le conviene en su vida cotidiana. Pero que impacta su mundo de vida pero no siempre consigue la conexión con el sistema que se devela omnipresente y omnipotente.

Desde 1998 en Venezuela se ha venido desarrollando el proceso bolivariano de Venezuela siendo la Constitución un punto de partida clave, que por ser discutida y aprobada por el pueblo de Bolívar en 1999 establecimos en sus articulados una democracia participativa y protagónica que se manifestó en la actuación de todos los venezolanos tanto a favor del proceso como en contra de ella en prácticas que lo confirmaban. La participación en diversos ámbitos de la vida nacional política, económica, social, cultural, etc. generó entonces un precedente que fue noticia en todos los rincones del mundo. Y los pueblos encontraban en esto un modo de hacer en concreto el poder constituyente y constituido que integrado convocaba a otros países a considerarlos en sus propias naciones. No quiero detenerme en esto pues hay muchos documentales y libros que hablan de esto. Pero sí quiero referirme a Slavoj Sizek quien explicó que la experiencia del 2002 cuando Chávez fue rescatado por su pueblo resultó la demostración genuina del poder de un pueblo pero para mantener en la cotidianidad ese poder, ya no tanto en eventos cruciales, requiere de nuevas formas de gobierno central y descentralizadas, que lejanas al populismo llevara a acuerdos donde todos los grupos sociales y económicos se sintieran representados.

«El fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, logró movilizar políticamente a los sectores excluidos, señaló el filósofo de origen esloveno Slavoj Zizek.

«Su primer gran logro fue la movilización política de las favelas, que lo salvaron del intento del golpe de estado. Conozco a gente que lo conoce personalmente y me han dicho que a él mismo le sorprendió. Es decir, no conozco ningún otro movimiento político hoy que haya tenido éxito en la organización y la politización de los excluidos de las ciudades miseria», señaló Zizek en una entrevista realizada por Sonia Arribas y Howard Rouse.» (https://redaccion.lamula.pe/2013/03/05/slavoj-zizek-el-gran-logro-de-chavez-es-haber-movilizado-politicamente-a-los-excluidos/jorgepaucar/)

Posteriormente el mismo filósofo, expresó en un artículo de opinión «Una aclaración sobre el populismo» en el marco del gobierno de Nicolás Maduro donde la guerra económica ha sido cruenta y la actuación de una oposición violenta aunada con prácticas de desestabilización del dólar y de otros mecanismos jamás visto en la vida nacional como las guarimbas que dejó 43 muertos, la aplicación del sicariato a personas relevantes del proceso y el uso del bachaqueo como fórmula para destruir el mercado de consumo del venezolano han creado un estado de indefensión a todos los niveles de la vida humana:

«Si bien es cierto que la revolución Bolivariana en Venezuela puede ser objeto de muchas críticas, algunas de ellas merecidas, no deberíamos olvidar que también ha sido víctima de una campaña contra-revolucionaria muy bien orquestada; en especial de una larga guerra económica.

Hace apenas un par de años, el antiguo Secretario de Estado de los Estados Unidos, Lawrence Eagleburger, declaró ante el canal de noticias Fox que la relación entre el presidente Hugo Chávez y el pueblo venezolano «funcionará solamente si la población de Venezuela continúa percibiendo en su gobierno alguna capacidad para mejorar sus estándares de vida. Si en algún momento la economía comienza a ir mal, la popularidad de Chávez comenzaría a decrecer. Estas son las armas que tenemos contra él, y que deberíamos estar usando. Es decir, las herramientas económicas para hacer que la economía venezolana empeore, de manera que la influencia del chavismo en el país y la región se vaya a pique … Todo lo que podamos hacer para que la economía venezolana se encuentre en una situación difícil está bien hecho; pero hay que hacerlo de manera tal que no entremos en una confrontación directa contra Venezuela, si podemos evitarlo».

Lo menos que se podría decir acerca de afirmaciones como esta es que dan credibilidad al argumento según el cual las dificultades económicas que enfrenta el Gobierno bolivariano no son simplemente el resultado de su ineptitud en materia de política económica.» (http://www.telesurtv.net/opinion/Una-aclaracion-con-respecto-al-populismo-20150424-0027.html)

Si desde el 2010 se venía afectado la distribución y venta de alimentos por parte de las cadenas alimenticias privadas y que Chávez fue adquiriendo con personal y todo, en el 2012 la presión de los empresarios de mayor dólar para adquirir productos o materia prima que recibida no la invirtieron para el país sino que la sacaron para adquirir , el 2013 la caída intempestiva del dólar luego que Rockefeller anunciará un mes antes su salida del negocio del petroleo, el 2015 con la extracción de productos alimenticios y de medicinas de Venezuela hacia Colombia por parte de mafias y en el 2015 el aumento del dolar en el mercado negro por parte de Dolar Today esto ha venido desencadenando ese estado de indefensión para los ciudadanos que consumidores se ven obligados a hacer colas interminables todos los días en búsqueda de los productos de la canasta básica que es el «conjunto de bienes y servicios esenciales para satisfacer las necesidades básicas para el bienestar de todos los miembros de la familia: alimentación, vestuario, vivienda, mobiliario, salud, transporte, recreación y cultura, educación y bienes y servicios diversos».

Pero no bastando esto ya Obama el pasado febrero del 2015 reconoció la política exterior de los EE.UU. que corresponde a la filosofía del ‘realismo político’.

«Tenemos el Ejército más fuerte del mundo y en ocasiones tenemos que torcer el brazo a los países si no quieren hacer lo que queremos a través de métodos económicos, diplomáticos y a veces militares», añadió el presidente. (https://actualidad.rt.com/actualidad/166016-obama-torcer-brazos-paises)

Lo cierto es que la situación se ha venido agudizando pero a esto se le agrega la cooptación de la participación y del liderazgo popular por parte de los gobiernos locales, instituciones nacionales y partido del gobierno, así como la incorporación en empresas del Estado de hombres y mujeres en puestos claves contrarios al proceso, que en lugar de hacer bien su trabajo se han dedicado a destruir todo lo que se había hecho hasta entonces en materia social y económica. Dando la apariencia de tener la anuencia de algunas autoridades que gobiernan en las diversas esferas del poder estadal y municipal.

Para explicar esta intuición me valdré del término inversión o subversión política que consiste en lo siguiente:

«…cuando la idea es ya tan fuerte que ha penetrado en las mentes colectivas y no puede ser vencida ni mediante argumentos ni incluso por medio de la violencia, la única posibilidad consiste en infiltrarse dentro del movimiento para subvertirlo desde dentro. En esta técnica, el subvertidor se declara adherente a esa ideología, pero lentamente modifica el significado original de ésta, de forma que al de un periodo de tiempo la idea haya sido completamente deformada para significar lo opuesto de lo que originalmente pretendía. Es una técnica lenta pero efectiva.» (https://experimentoaschoccidental.wordpress.com/2016/04/18/transustanciacion-politica/)

El proceso bolivariano se ha constituido en los 14 años más que en una idea una forma de gobernar que va mas allá de lo político, básicamente enraizada en la venezolanidad desde sus diversas identidades culturales ha respondido al sentipensar del venezolano solidario, abierto, apasionado, alegre y libertario. Desde la muerte de Chávez se ha venido sometiendo por los medios de difusión toda clase de manipulación, que no siendo suficiente el ataque económico han querido desmontar en el corazón del pueblo su amor por la patria. A esto se le suma la serie de personajes políticos que se han ido a los EEUU, luego de ocupar cargos gubernamentales del proceso bolivariano como piezas que ejercieron corrupción y que EEUU presenta como aliados pero a su vez como ladrones de la revolución. Otro detalle es mostrar todo lo que invoca al socialismo para demostrar su fracaso. Pero aún así el pueblo libertario e irreverente del poder imperial sigue de pie y eso no gusta a muchos.

Hoy nos encontramos en una encrucijada: que de la Utopía del proceso vivimos la distopía o situación «ficticia e indeseable» de lo que no debe ser el proceso cuyos gobernantes por poderes se debaten por el poder y el pueblo como pieza fundamental de poner el orden está ocupado haciendo colas interminables.

Pareciera que el guión de Obama y las corporaciones globales que buscan apropiarse de los recursos bioenergéticos y de las tierras fértiles se cumple minuto a minuto y la protagonización del proceso bolivariano pierde fuerza. Pero no es así. Un pueblo aguarda, observa, piensa, no se va de bruces pues ha aprendido desde su historia. Se cuida y escucha como espectador a todos aquellos que han querido allanar o sacarlo de su papel estelar. Ese pueblo libertario está despierto solo aguarda con su utopía, se siente soberano pese a las apariencias, descubre que el buen vivir depende no solo de los material, que su ser potencia va mas allá de las circunstancias maniobradas del poder del norte con sus corporaciones globales, se sabe unida a todos los pueblos sufrientes del mundo que han padecido las injusticias y violencias de los que se creen vencedores porque usan armas y no demuestran más que sus miedos, odios y envidias hacia aquellos que señalan como enemigos y finalmente ese pueblo que ama su tierra, la considera su Madre y a sus hijos, hermanos en la lucha por el porvenir de todos como humanidad.