Nicolás Álvarez Guevara
A más de 100 días de gobierno de Mauricio Macri, todos los malos presagios augurados durante la campaña electoral que lo llevara sorprendentemente a ganar las elecciones por sobre el candidato kirchnerista, Daniel Scioli, comenzaron a cumplirse.
La política de shock económico como plan de guerra contra la población argentina que lo votó y que no lo votó comienza a adquirir realidad ante los despiadados aumentos de productos alimenticios, medicamentos, servicios esenciales (luz, agua, gas,transporte público, telefonía ) que comienzan a impactar en la vida de trabajadores, jubilados y pequeños comerciantes.
La crueldad del capitalismo argentino encarnada en el gerente general de las empresas transnacional, Mauricio Macri, comienza a vislumbrar un futuro cercano de penurias conflictos en la vida social de la Argentina producto del anunciado viraje de la política económica que fue denuncia por organizaciones sociales y personas que desde esta trinchera alertaron sobre el “disparo en el pié” que algunos sectores medios y bajos del país estaban por llevar a cabo ante la decisión de optar una vez más por el camino del capitalismo salvaje.
Nadie ahora puede escapar a la responsabilidad de haber llevado a un grupo de personas que respondiendo a intereses de bancos y empresas estadounidenses están logrando modificar el patrón de consumo de la población y hundir en la pobreza e indigencia a millones de seres humanos que habitan la Argentina en el comienzo de una nueva fase de transformaciones económicas y sociales que se encaminan a recorrer caminos de alta conflictividad si el pueblo argentino se anima a resistir las medidas implementadas por el gobierno títere de Macri.
Es importante ahora generar una nueva corriente política que canalice las nuevas demandas de la sociedad pero no esté liderada por quienes llevando a la práctica medidas económicas neoliberales disfrazadas de un imaginario “capitalismo serio” con altos niveles de corrupción, abrieron paso a una arremetida del capitalismo salvaje, impuesto por el imperialismo para disciplinar al resto de los pueblos de nuestra región.
La guerra económica contra el pueblo recien comienza.