Raúl Kollmann
Cuando al final de esta semana se cumplen 100 días de la administración de Mauricio Macri, la sociedad tiende a dividirse. Como es obvio, sigue existiendo una expectativa con un gobierno que recién empieza, pero una expectativa preocupada. Ni en la Argentina ni en ninguna otra parte del mundo, quienes votaron a un candidato cuatro meses atrás cambian de opinión tan rápido. No se pierde la esperanza. Lo que está influyendo fuertemente es la inflación y por eso la mayoría de los consultores registran una caída de la aprobación de la gestión del Presidente –algunos perciben una caída de diez puntos, otros un poco más y otros un poco menos– y la preocupación viene por el retorno a la escena de un fantasma que dejó de estar presente después de los años ‘90: el temor a perder el empleo. Respecto del acuerdo con los fondos buitres, los encuestadores recuerdan que el rechazo al juez Thomas Griesa fue uno de los factores de mayor popularidad del gobierno kirchnerista. Sin embargo, ahora se instaló mediáticamente una aprobación de lo que llaman volver al mundo. Desde ya que sólo una pequeña parte de la opinión pública conoce los detalles del acuerdo, lo que lleva a que sean más los que están de acuerdo que los que están en desacuerdo.
Miradas
Para casi todos los encuestadores, el inicio de un gobierno crea expectativas, porque se confía en que el país va a estar mejor. Federico Aurelio, titular de Aresco, evalúa que “la sociedad argentina hoy está expectante que los tiempos venideros sean bastante más positivos de la valoración que hacen del presente. Hay una brecha. El 70 por ciento piensa que el país está mal, pero cuando se le pregunta cómo están las cosas en su casa, la mitad dice que bien y la mitad dice que mal. En este marco hay una preocupación de que la situación del país no siga deteriorando la situación personal de cada uno, con el deseo ambivalente de un país mejor para que uno pueda estar mejor”.
“Las medidas de gobierno que afectaron las tarifas, el incremento de la inflación que generó la devaluación y otros factores que han afectado el bolsillo era esperable que iban a generar un mayor desacuerdo que acuerdo. Sin embargo, el tiempo de espera y expectativas que la sociedad le da al gobierno en el inicio de gestión permite paliar este desacuerdo y el 54 por ciento de los argentinos valora positivamente la gestión del gobierno de Mauricio Macri. Lo relevante no es que la gestión del gobierno de Mauricio Macri ha caído 5 puntos porcentuales del mes de enero a febrero, sino el desafío que tiene el gobierno nacional de darle certidumbre a la incertidumbre y a la preocupación de los argentinos sobre el futuro”.
Cambio
Hugo Haime, titular de Haime y Asociados, sostiene que “para analizar a la opinión pública hay que entender que la mitad de la población votó por un cambio respecto del anterior gobierno. Entonces la situación es que hay un apoyo al gobierno de los que votaron a Macri y hay un segmento de los que votaron a Scioli que no están críticos. Entonces, yo definiría la situación como de expectación y preocupación. Expectación porque es poco tiempo el que transcurrió desde que asumió Macri y preocupación porque por primera vez en mucho tiempo la inflación ocupa el primer lugar en los problemas del país. Yo diría que en diciembre había alegría y esperanza y ahora hay optimistas, desanimados y enojados. Por ahora, un 54 por ciento opina bien de Macri. Disminuyó desde diciembre, pero le da espaldas para tomar decisiones. A fines de marzo, comienzos de abril, será buen momento para saber si los indicadores se mantienen o continúan disminuyendo “.
Economía
“Desde hace algo más de un mes –señala Roberto Bacman, titular del Centro de Estudios de Opinión Pública– la economía ha ocupado nuevamente el centro de la escena y se ha convertido en la principal preocupación de los argentinos. Pero es especialmente la inflación la que ha logrado quitarle el sueño a un segmento importante de la sociedad. Lo más importante es que esta situación ha comenzado a impactar en la vida cotidiana de la gente; solo basta tener en cuenta algunos ejemplos de lo ocurrido en estos primeros días del mes de marzo: las verbalizaciones de los entrevistados se refieren –fundamentalmente– al aumento de los precios de los productos de la canasta básica familiar, de los útiles escolares y la fuerte suba en la tarifas de la energía eléctrica. Estas percepciones no hacen más que agudizar día a día esta preocupación. Por otro lado, es importante señalar que un viejo desvelo de la década del noventa vuelve a hacerse presente: la preocupación por la desocupación que sin lugar a dudas sigue escalando en el mapa de las percepciones espontáneas de la opinión pública, a punto tal que casi 3 de cada 10 argentinos al día de hoy la tiene como una de sus principales preocupaciones. Los datos conocidos esta semana acerca de indicadores objetivos que dan cuenta del aumento del nivel de desocupación a lo largo y a lo ancho del país, es otra realidad que confirma las percepciones detectadas.”
Normal
“Los primeros 100 días del gobierno de Macri han sido bastante buenos para el gobierno –sostiene Manuel Mora y Araujo, de Ipsos-Mora y Araujo—. Como solemos ver en la Argentina en estos 30 años de democracia, la mayoría de los ciudadanos se alinean detrás del nuevo gobierno y orientan sus expectativas a su éxito. Eso incluye a muchos de quienes no lo votaron. Esto sucedió en todos los casos anteriores de la democracia, los gobiernos electos –generalmente con un caudal del orden del 50 por ciento de los votos– en los primeros días consiguen una tasa de apoyo en la opinión pública que se acerca al 70 por ciento, y termina estabilizándose por encima del 50 por ciento. Ahora bien, el estado de la economía no despierta opiniones muy favorables . En cuanto a las medidas que el gobierno ha venido tomando en estos primeros 100 días, algunas son bien recibidas y otras no tanto. Pero eso no mella la confianza en el gobierno. Claramente, al tope de las preocupaciones está el tema de la inflación. Pero esto, acompañado de una expectativa de que las cosas mejorarán en los próximos meses, lleva a la conclusión de que se espera que el gobierno encontrará la respuesta al problema inflacionario.”
Bien
Eduardo Fidanza, de la consultora Poliarquía, es quien ve mejor al gobierno de Macri: “El Gobierno mantiene un alto nivel de popularidad. Según los datos de la última medición de Poliarquía, casi el 70 por ciento aprueba la gestión de Macri; la imagen del presidente también es alta: más de dos tercios de la población tienen buena opinión acerca de él. Prevalece la creencia de que la situación del país es regular o mala. Sin embargo, a la hora de mirar el futuro, la mayoría de los argentinos es optimista. La economía preocupa hoy a la gente más que la inseguridad. En forma espontánea, más del 50 por ciento de la población menciona problemas económicos, como la inflación, el desempleo y los bajos salarios. La mayoría considera que la situación económica actual es regular o mala, pero casi dos tercios cree que la economía va a estar mejor dentro de un año. Podría denominarse a este estado anímico optimismo realista. La gente tiene claras las dificultades actuales, pero acompaña el discurso del gobierno, que afirma que en el segundo semestre disminuirá la inflación y se reactivará el aparato productivo”.
Números
Enrique Zuleta Puceiro, de Opinión Publica Servicios y Mercados, habla de números. “Cuando preguntamos a los encuestados por la gestión del presidente Macri, un 52,1 manifiesta posiciones positivas, un 23,3 regulares y un 20,6 negativas. Si bien es veinte puntos menos que en el primer día de su asunción, el porcentaje de apoyos a su gestión sigue siendo de 70,9 frente a un 27,4 de rechazos. O sea una cosa es preguntar cómo ve que funciona el gobierno de Macri y otra cosa preguntar si lo apoya o no. Yo diría que hay una esperanza preocupada. Por supuesto que pesa la sensación de desconcierto, desarticulación interna, que exhibe el peronismo y la virtual desaparición de cualquier otra alternativa.”
Mix
“El gobierno nacional a 100 días de gestión concentra un mix de valoraciones –analiza Analía Del Franco, cabeza de la consultora Analogías—. Mientras que la imagen de Mauricio Macri como dirigente se mantiene en los valores de asunción ( 66 por ciento de imagen positiva), descendió 10 puntos el nivel de aprobación de la gestión y la de la política económica, hoy 59 y 50 por ciento respectivamente. Las medidas económicas como quita del cepo, quita de retenciones e inclusive el acuerdo con los fondos buitres mantienen un alto nivel de aprobación, sin embargo no se percibe correlato importante de estas medidas en propio beneficio, o sea en la economía cotidiana. Las expectativas positivas disminuyeron en estos tres meses. Mientras que en diciembre se observaba que un 60 por ciento de la sociedad era optimista tanto para su futuro personal como para el país, en la actualidad este optimismo ha descendido más de 10 puntos.”
Descenso
Para Ricardo Rouvier, referente de Rouvier y Asociados, “la opinión pública está, por una parte, expectante sobre el gobierno, aunque su estado es diferente a los primeros días. Hay un descenso. Por otra parte crece la preocupación por la inflación, con las derivaciones negativas que esto tiene sobre los ingresos y el empleo. Existe una base de alrededor de un 60 por ciento de apoyo, confianza y adhesión al gobierno, pero esto es menor a la expectativa favorable que había en las primeras semanas. Hay aspectos del gobierno que no son conocidos por su silencio, y tiene que ver con la administración del Estado sobre la evolución de los precios de los bienes y servicios. Respecto a esto, la población lo siente como un vacío, se percibe una defección. Los formadores de precios hacen lo que quieren y eso se traduce en una debilidad del gobierno. Durante el verano el gobierno perdió más de 10 puntos de popularidad, pero aún mantiene una mayoría de adhesión. Los salarios corren por detrás de los precios y esto se advierte unánimemente”.
Mala perspectiva
“No hay grandes cambios respecto al momento de la elección –señala Artemio López, titular de Equis—, aún persiste el sistema de preferencias de opinión pública existente al momento de votar. Sigue la polarización de percepciones que parte a la mitad las opiniones favorables o críticas de la gestión y figura de Mauricio Macri. Hay un dato significativo: el líder del PRO no ha logrado captar la aprobación de quienes en noviembre de 2015 no lo votaron, fenómeno expansivo que siempre sucede con los presidentes electos en sus primeros tres meses de gestión. Macri no lo ha logrado. En perspectiva, veo una merma notable del nivel de actividad, empleo, poder adquisitivo del salario (del orden de los 10 puntos) y la consecuente caída de consumo en un contexto inflacionario del 40 por ciento anual ( 50 por ciento en alimentos y bebidas), lo que terminará impactando muy negativamente sobre la opinión pública. El deterioro es habitual en contextos de crisis socioeconómica, obsérvese el caso cercano de Dilma Rousseff que paso del 60 por ciento de imagen positiva al 9 por ciento tras el primer semestre de su segundo mandato.”