El ciclo 1976 – 2016 con periodos dictatoriales y democráticos de variopinto color ha dejado un saldo de fuga de capitales superior a los 400 mil millones de dólares de argentinos y empresas radicadas en el país que han extrapolado fuerza de trabajo expresada en moneda internacional el esfuerzo de generaciones y generaciones de otros argentinos que siguen padeciendo las consecuencias de los atropellos neoliberales en el país.
Ahora nos encontramos con un nuevo gobierno que a solo 90 dias de gestión ha dado acción a políticas recesivas y restringidas sobre la demanda agregada pero esto es solo un principio pues ya se ha emanado la apertura comercial del país lo que bajo el lema de una mayor oferta de bienes y servicios que serviría para bajar la inflación lo único que generara será un aumento paulatino del desempleo y la pauperización de las clases medias aun aquellas que optaron electoralmente por este gobierno.
Los líderes opositores se disgregan o dirimen recursos de destino provincial a favor de votos legislativos que procuran re incorporar a la Argentina dentro del circuito financiero internacional que es absolutamente funcional al mecanismo más arriba citado.
El lema del boom inversor es nuevamente traslucido pero cuales son las condiciones para su generación o en términos de competencia internacional con cual salario medio mundial tendrá que competir la Argentina para la radicación de dicho recurso.
Cuál es el grado de mercado capaz de asimilar dicha oferta luego del doble juego de la baja abrupta del poder adquisitivo vía la devaluación del peso y su no todavía igualación al nuevo nivel de precios internos con el agravante de míseras porciones de aumento vía las actuales negociaciones paritarias.
El gobierno macrista todavía no ha dado señales en este sentido y su “intencionada “pereza indica que el futuro mediato de su gestión continuara pergeñando este tipo de políticas conocidas también como políticas de “shock “.
«¿Qué hacer?” dijo Lenin en su famoso escrito, debemos romper el cerco informativo y el rencor instaurado adrede dentro de la sociedad argentina y continuar con nuestras movilizaciones pacificas para demostrar nuestra protesta y también nuestro arraigo a la paz y a la convivencia.
No podemos dejar de pensar en Gandhi y el proceso hindú que llevo años de manifestación pacífica hasta que llego el día en que el todo poderoso Imperio Británico capitulo en su administración fraudulenta del derecho propio de los hindúes a ser libres.
Seamos libres lo demás no importa!
Ezequiel Beer – Geografo UBA / Analista Politico