Rubén Ramos
Se ha hecho usual que cada vez que el Papa jesuita sale del Vaticano la prensa decadente y falaz y, también, la que se precia de progresista o de izquierda, califique sus “visitas” de “históricas”. Su último recuento de daños en México no escapa a esa constante. No cabe duda que a la derecha, cavernaria o moderna, como a la izquierda, que hoy tiene más de neoliberal que de anti, los identifica el rescoldo de la cruz asesinando indios y saqueando riquezas.
No revisaré ahora por qué lo que hace el Papa tiene más de anti-histórico que de lo otro. Me limitaré a hacer algunas preguntas frente a las afirmaciones hechas tanto por los burócratas de una y otra secta católica, como por la prensa diversionista y por los pretendidos «analistas» que no entienden nada más allá de sus pies.
Todos estos han dicho:
1. Que el encuentro entre Papa y Patriarca es “un evento de escala mundial”. ¿Será por el pretendido “ecumenismo” que los jesuitas vienen persiguiendo desde que el soldado templario Ignacio de Loyola fundó la “Compañía” para hacer del mundo una sola economía, una sola religión, un solo imperio cumpliendo el encargo que se atribuyen los judíos sionistas?
2. Que el encuentro se realiza en Cuba porque esta es una “región neutral que se está desarrollando de forma dinámica”. ¿Tendrá esto que ver con la reciente conversión de la Isla libertaria al neoliberalismo, gracias a los Gorvachov cubanos y a la intermediación del Papa argentino?
3. Que la Santa Sede y el Patriarcado esperan que el encuentro sea un símbolo de esperanza para las personas de buena voluntad”. ¿Significará que los del Islam y los que tenemos los pies y la fe en la tierra tenemos mala voluntad y somos los desesperanzados? Si así fuera, Papa y Patriarca, estarían más cerca de Bush y de su secta satánica.
4. Que “a la Iglesia ortodoxa rusa le resulta cercana la aspiración del Papa de acercar la Iglesia a los pobres”. ¿Será que el Patriarca olvidó que lo que acercó y acerca a la Iglesia Católica y a sus órdenes a los pobres son los genocidios, el abuso, el hambre, la explotación, la usurpación de territorios, la tortura, la ignorancia, para incrementar su ingente riqueza mal habida?
5. Que a la Iglesia católica le preocupa la protección de los cristianos perseguidos en Oriente Próximo y África del Norte. ¿Será que el Papa jesuita ha olvidado su masonería y su identificación y respaldo a los judíos sionistas de Israel contra el pueblo palestino?
6. Que “el avance en la solución de los problemas internacionales dependerá en gran medida de la interacción entre las dos Iglesias”. ¿Será que el Papa le pedirá al Patriarca que se sume a la acción manipuladora, de la crisis financiera internacional y a la guerra sucia a las economías emergentes, de la que forma parte el Vaticano como una de las élites del capital mundial especulativo y financiarizador?