Javier Lewkowicz
Los insumos difundidos, cuya producción monopolizan un puñado de empresas y que tienen uso extendido en el resto de la economía, subieron notablemente en diciembre, en el contexto de la fuerte devaluación del peso. Un informe del Centro de Investigación y Gestión de la Economía Solidaria (Ciges) al que accedió Página/12, da cuenta de que a lo largo de 2015 los aumentos de precios de los insumos difundidos superó ampliamente la inflación o la variación del tipo de cambio del período, en un contexto de caída de los precios internacionales de esas mercancías.
Particularmente en diciembre, el aumento de los precios fue violento, en algunos casos superando el 50 por ciento, lo que contradice el diagnóstico del gobierno de Mauricio Macri de que la devaluación ya estaba contemplada por las empresas y que por ello no iba a tener impacto en la inflación. Con ese movimiento de precios, la baja del 1,7 al 5,1 por ciento en los precios de la chapa que aceptó Techint toma menor dimensión.
Los productos que cruzan de manera horizontal a la estructura de costos de empresas de distintos rubros se denominan insumos difundidos. En esa categoría sobresalen los productos de acero, aluminio, cemento, hierro y polietileno. Son sectores capital intensivos cuya escala de producción óptima es muy elevada. Por eso los producen, en general, pocas firmas. Los productos del complejo siderúrgico son centrales en la producción de autos, electrodomésticos, la construcción y los alimentos enlatados, por ejemplo. Son provistos por Siderar, del Grupo Techint, que domina la producción de laminados en caliente planos (chapas y flejes), Acindar, Aceros Zapla y AcerBrag, que concentran la laminación en caliente de productos no planos (barras, perfiles, hierro redondo, alambrón y rieles). En tanto, en el cemento tienen preponderancia Holcim y Loma Negra.
El primer elemento a tener en cuenta para analizar los precios de estos insumos es que en el mercado global sus valores cayeron el año pasado. Las estadísticas del FMI marcan que entre diciembre de 2014 y el mismo mes de 2015 el precio mundial del aluminio bajó un 21,6 por ciento; el del hierro, un 42,4 por ciento; otros metales un 28 por ciento y el carbón, un 17,6 por ciento. Se suele atribuir ese comportamiento de las materias primas al debilitamiento de la demanda de China.
El Ciges registró que distintas variedades de hierro y de acero subieron en 2015 entre el 80 y ciento por ciento en pesos y que solamente en diciembre el aumento estuvo entre el 45 y el 50 por ciento. Esos aumentos están por encima de la inflación promedio. También superan la suba del tipo de cambio, aunque ni siquiera podrían justificarse por el precio del dólar, ya que una parte de los costos de estas empresas están en moneda local.
Por ejemplo, el hierro liso redondo de 8 milímetros tipo 220 subió en pesos un 99 por ciento en 2015 y en diciembre lo hizo en un 50 por ciento. La misma variación mostró el hierro aletado conformado 8 mm tipo ADN 420. El perfil IPN, barra de 12 metros, subió un 53 por ciento en el año y prácticamente todo el aumento se explica por el comportamiento de diciembre. En tanto, la barra de hierro ángulo aumentó un 80 por ciento en 2015 y más de la mitad de esa suba corresponde a diciembre, al igual que la planchuela. Se trata de productos utilizados en la construcción.
La chapa galvanizada aumentó en diciembre un 45 por ciento en pesos, aunque Techint (que la fabrica a través de Siderar) días atrás anunció junto al ministro de Producción, Francisco Cabrera, que aceptaba una reducción de precio del 1,7 por ciento. También subió un 45 por ciento la chapa hoja lisa y chapa cincalum acanalada ondulada. Techint también redujo en un 5,1 por ciento la chapa laminada en caliente y en un 3,6 por ciento la chapa laminada en frío. Estos datos muestran que el aumento ya aplicado supera largamente el buen gesto del grupo de la T.
En el caso del aluminio, cuya producción monopoliza Aluar, la chapa trapezoidal y la sinusoidal de distintos espesores subieron 38,4 por ciento en diciembre y un 55 por ciento a lo largo de 2015. En la bolsa de cemento el aumento fue bastante más moderado. La bolsa de 40 kilos de cemento Avellaneda de albañilería aumentó un 26 por ciento en el año y un 4 por ciento en diciembre, mientras que la bolsa de 50 kilos de cemento “normal” Loma Negra lo hizo en un 44 por ciento en el año y un 15 por ciento en diciembre. La bolsa de 25 kilos de cal hidratada en polvo El Milagro quedó estable en diciembre, pero en el año avanzó un 19 por ciento y los ladrillos comunes moldeados subieron 7 por ciento en el año.
Además de los incrementos detallados, durante 2014 estos productos que fabrican empresas monopólicas también aumentaron por encima de la inflación promedio o al menos a la par, con lo que no se puede argumentar que estaban atrasados. El hierro subió entre un 50 a un 80 por ciento y la chapa de un 30 a un 70 por ciento, el cemento un 42 por ciento, la cal un 38 por ciento y los productos de aluminio, alrededor de un 32 por ciento.
“Desequilibran aún más la estructura productiva, limitan y condicionan la distribución del ingreso”, caracterizó el Ciges estos aumentos de precios. También dejan lugar a otras reflexiones: la inflación no es para nada unicausal (no juega sólo la emisión monetaria o el tipo de cambio, sino también la estructura económica) y la frase del ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, de que “el dólar a 9 pesos no existe”, luce cada vez más fuera de lugar. Ese dólar sí existía y su fuerte suba a más de 14 pesos motivó una ola de aumentos de precios en toda la economía