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Traducido del francés para Rebelión por Susana Merino

 

La Federación Internacional de Periodistas (FIJ) publica hoy sus Initiates file download, su vigésimo quinto informe sobre los periodistas y profesionales de los medios de comunicación asesinados desde 1990. El informe enumera las 2.297 muertes ocurridas a causa de la violencia que acosa al mundo del periodismo Incluye asimismo la lista de 112 profesionales muertos en 2015. Cuando la FIJ comenzó a publicar sus informes la cantidad de muertos no superaba los 100. Luego de 11 años esa cifra se ha superado alcanzando su máximo en 2006 con 155 asesinatos de periodistas y profesionales de los medios. El año 2006 fue el más castigado según las estadísticas de la FIJ.

“Esta histórica publicación muestra la trayectoria de la crisis de seguridad existente en el mundo periodístico y es testimonio de la mayor campaña encarada por la FIJ contra la impunidad que rodea las violencias perpetradas contra los profesionales de los medios”, declaró Jim Boulmelha presidente de la FIJ. “Estos informes anuales son mucho más que una simple lista de nombres de nuestros colegas muertos. Constituyen un homenaje a su valor y al último sacrificio realizado por miles de ellos que perdieron la vida cuando cumplían la misión de informar y de sensibilizar al público ”.

El informe de la FIJ señala que si bien una gran parte de las muertes han sucedido en países acosados por las guerras y los conflictos armados, ya sea por medio de asesinatos dirigidos, atentados con bombas, disparos cruzados o secuestros cada vez más violentos, las terribles cifras consignadas en el informe no solo se hallan justificadas por esa causa.

“Existen otras razones, a menudo alejadas del teatro de las operaciones, centradas en periodistas muchas veces víctimas de los barones del crimen organizado y de funcionarios corruptos”, señaló Anthony Bellanger, secretario general de la FIJ, con ocasión del lanzamiento del primer informe anual sobre los periodistas y los profesionales de los medios asesinados desde su nombramiento el pasado mes de noviembre. “Se trata de un descubrimiento recurrente en nuestros informes: han muerto muchos más periodistas en tiempos de paz que en los países devastados por la guerra”.

Esta comprobación se encuentra presente en los 10 países más peligrosos del mundo mencionados en el informe que incluye países golpeados por la guerra, por la perturbación del orden público, el crimen y la corrupción. Esos países son Irak (309), Filipinas (146), México (120), Pakistán (115), Rusia (109), Argelia (106), India (95), Somalia (75), Siria (67) y Brasil (62).

El año pasado Francia (10) con Irak (10) y Yemen (10) se hallaba en primer lugar entre los países con el mayor número de muertos a causa de la masacre de periodistas y de profesionales de los medios llevada a cabo por terroristas en el semanario satírico francés Charlie Hebdo.

La región Asia-Pacífico registra la mayor cantidad de muertos, 571, seguida por el mundo árabe y el Medio Oriente, 473, uno más que el continente americano, 472. África se halla en cuarto lugar con 424 víctimas y Europa cierra el ranking con 357 muertos.

En 2015, la que contaba con mayor cantidad de muertos era América (27) seguida por el Medio Oriente (25). El informe muestra también la poca atención prestada a los niveles de violencia sufridos por los periodistas a través del mundo. Solo una muerte de cada diez es objeto de investigación. La FIJ declara que la falta de interés en erradicar la impunidad de las muertes y de otros ataques dirigidos a los profesionales de los medios agrava la violencia de la que son víctimas.

El informe también proporciona detalles relacionados con la campaña llevada a cabo por la FIJ y sus afiliados para fortalecer la seguridad de los periodistas en varios frentes y a lo largo de los años. Incluye diferentes iniciativas emprendidas por la Federación, como el establecimiento de un fondo de seguridad internacional para ayudar a los periodistas en dificultades y la puesta en marcha de centros de solidaridad en Argelia, Colombia, Filipinas y Sri Lanka con el objeto de solucionar situaciones críticas y proveer asistencia. El informe incluye también herramientas prácticas destinadas a aconsejar a los periodistas en misiones peligrosas, como el Código de principios internacionales para la conducta de los periodistas y la publicación Live News, una guía de supervivencia destinada a ayudar a los periodistas en zonas de guerra.

La FIJ ha comenzado además a desempeñar un papel de primer nivel en la formación de coaliciones entre los defensores de la libertad de prensa y de la industria de los medios para proteger a los periodistas a través de la creación de organizaciones como la IFEX y la INSI. La FIJ ha establecido también asociaciones con organizaciones intergubernamentales, incluida la UNESCO y su Plan de Acción de las Naciones Unidas sobre la seguridad de los periodistas y los problemas de la impunidad y con el Consejo de Europa y su plataforma destinada a fortalecer la protección del periodismo y la seguridad de los periodistas. La asociación establecida con el Comité Internacional de la Cruz Roja con el objeto de acceder a ella de manera directa en casos de urgente necesidad de ayuda ha funcionado muy bien.

La FIJ insiste en el hecho de que estos informes han servido de llamado de atención y de alarma frente a la violencia descubierta en los medios. Han permitido promover la conciencia de la necesidad de protección que requieren los periodistas y limitar los riesgos que corre su seguridad. El informe alude a la responsabilidad compartida con los periodistas y de sus empleadores con el objeto de evaluar los riesgos que corren, evitando misiones peligrosas y tomando todas las precauciones necesarias en caso de reportajes en esos lugares.

Sin embargo según M. Bellanger “Para empezar todo el mundo, los responsables gubernamentales, los agentes de seguridad y los oficiales militares así como otras personas que están en contacto con periodistas deben respetar su independencia. Esta actitud exige por parte de los gobiernos el respeto de sus obligaciones internacionales, investigando las muertes de los periodistas y administrando la justicia adecuada a los responsables con el objeto de disuadir toda futura violencia. Todo depende la voluntad de las Naciones Unidas y de los organismos que actúen como guardianes de los instrumentos internacionales que consagran el derecho a la integridad física de todos los seres humanos, haciendo respetar las garantías otorgadas a los periodistas y a los profesionales de los medios”.

La FIJ representa a más de 600.000 periodistas de 139 países