Marcos Ríos Guerra
Así parece son las cosas: Un país arrasado por el fascista golpe cívico-militar-imperial en la década de los 70 que no solo desapareció y asesinó seres humanos e implantó el terror como método sistemático de dominación y control de la población, vuelve ahora 40 años después con un método de limpieza ideológica de los cuadros políticos y militantes del campo nacional y popular que trabajan en el Estado argentino.
La retaliación impuesta por el gobierno títere del derechista presidente Mauricio Macrí hacia quienes trabajan cotidianamente en el sector público para darle solución a los problemas del pueblo es un caso comparable a las limpiezas ideológicas producidas en regímenes fascistas que masacraron miles de personas en todo el Mundo.
Hoy es más difícil en Argentina desaparecer personas físicamente pero se está instalando un régimen fascista de desaparición de quienes son portadores de ideas contrarias a las que ganaron la elección del 2015 en Argentina mediante un «golpe electoral» desarrollado por laboratorios de guerra psicológica instalados en territorio estadounidense quienes emanaban las instrucciones diarias de instalación de las matrices de opinión que llevarían al poder económico a entronar en la casa de gobierno a un perfecto representante de la burguesía argentina.
La campaña de shock desarrollada por los medios de comunicación hacia los trabajadores del sector público es en realidad una de las formas en que el poder real viene a gerenciar y disciplinar a un pueblo que en los últimos doce años despidió al FMI, el neoliberalismo y sus métodos de exclusión pero que engañó a una parte de la población, para que votara en contra de sus propios intereses mediante un sistema neurolingüístico de supresión de ideas e instalación de otras ideas ajenas a los valores naturales de buena parte de la población argentina de sectores bajos y medios que votaron a un representante del poder económico que está gobernando para sus amos, las corporaciones extranjeras.
De esta forma el país de Néstor y Cristina está siendo sometido a un verdadero plan sistemático de ejemplificación y transferencia de riqueza de los sectores de menores recursos hacia los sectores ricos para terminar con el mejor proyecto político, económico y social de los últimos 50 anos de la Argentina.
El imperialismo y sus socios locales a través de los tiempos continúan imponiendo sus dictados de gobierno con los medios de comunicación audiovisuales para doblegar la voluntad de la población mediante la reprogramación de las ideas que configuren una nueva cultura light o suave de consumidores acríticos que voten cada dos años a sus representantes-gerentes de los dueños del Mundo.
Seguimos esperando la autocrítica necesaria de quienes han defeccionado en sus principios para entregar el gobierno y refugiarse en sus riquezaas, territorios y cargos legislativos, municipales y provinciales para mantener una cuota de poder relativo a expensas del sufrimiento cotidiano del Pueblo que confió en ellos.
Viva la Patria, viva el Pueblo!!!!!